martes, 20 de noviembre de 2012

Veracruz 2013: amoríos políticamente incorrectos...

pero económicamente productivos
José Luis Ortega Vidal
Claroscuros

(1)
El dinero es la gasolina del poder.
Su aceite, lo representan las relaciones entre grupos políticos.
La lectura de estos elementos permite observar con cierta cercanía una coyuntura determinada, por ejemplo en Veracruz.

(2)
El tema de la deuda estatal –reconocida hasta hoy en 35 mil millones de pesos- es un factor que incide en el escenario puesto en marcha para los comicios del 2013.
Grupos como el del gobernador Javier Duarte y los que se mueven alrededor suyo con relativa distancia o cercanía -según sea el caso- juegan desde su posición en la cancha.
Hablamos de gente que opera junto a Héctor Yunes Landa, Amadeo Flores Espinoza, José Yunes Zorrilla, Alejandro Montano, Carlos Brito, entre muchas otras cabezas visibles a lo largo y ancho de Veracruz.
A este escenario hay que añadir los hilos que se manejan desde el Distrito Federal.
He aquí dos tramos, en el camino que conduce a la lista de 30 candidaturas a diputados locales y 212 a alcaldías, por lo que respecta al PRI.
Hay un tercer elemento clave: el mapa electoral que dejó la elección federal de julio pasado.
Enrique Peña Nieto perdió en Veracruz y éste es un dato estadístico y político al mismo tiempo.
¿Hay más?
Sí.
Mucho más.
Citemos un cuarto aspecto: el factor seguridad pública.
El ejército y la marina sostienen los delicados andamiajes de la seguridad en Veracruz.
Si no estamos peor en materia de violencia es por el trabajo de las fuerzas armadas.
Entendamos que militares y marinos son entes políticos; institucionales, pero políticos al fin.

(3)
A este andamiaje del poder póngale usted nombres, apellidos, fortunas, infortunios, trayectorias, relaciones, intereses, alianzas, coyunturas, circunstancias, piquetes de ojo y jalones de cabello y podrá ir armando la lista de candidatos priistas para las elecciones del 2013.
Insisto: sólo estamos hablando del PRI.
Por lo que hace a la oposición es otro cantar: habrá fugas, hay ya acuerdos por debajo del agua, ventas, entregas corporales, alianzas, simulaciones ideológicas, amoríos políticamente incorrectos pero económicamente productivos, además de rescates como el de Juan Vergel; pero esto merece consideración aparte.

(4)
En política, todo cuenta: hasta el estilo.
Cada gobernante tiene su manera de mover las piezas del ajedrez en sus manos.
A Javier Duarte de Ochoa –al parecer- le gustan las señales claras y directas, más que los mensajes cifrados.
Por eso ha dicho que a Salvador Manzur lo ve como un Alcalde de Boca del Río que concluirá su trienio.
Por eso el domingo ratificó a Erick Lagos en la dirigencia estatal del PRI.
Por eso le da juego y más juego a Alberto Silva, el Alcalde tuxpeño.
Por eso Marcelo Montiel fue el orador en el evento del priismo estatal el pasado fin de semana.

(5)
Desde Pánuco hasta Las Choapas. De norte a sur. De extremo a extremo el PRI ya está tejiendo y Javier Duarte fija su estilo.
Hasta los días que corren ha dado juego a todos los actores.
Falta conocer los porcentajes asignados a cada cual.
Y las reacciones.

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