viernes, 8 de febrero de 2013

¿Qué nos pasa?

Brenda Caballero
Números Rojos

Tengo vagos recuerdos de mi niñez, pero puedo decir que a los nueve años me preocupaba salir bien en la escuela, pues quién aguantaba a mi madre si sacaba bajas calificaciones en la primaria. Aún recuerdo sus palabras: “¡Niñaaa, tu única obligación es estudiar! ¡no haces otra cosa!”
Por eso, para no oír sus regaños me apuraba a estudiar y cumplía con las tareas que me encargaban.
A la hora de recreo me gustaba jugar a “las escondidas”, incluso a “los encantados” y coleccionaba estampitas de los famosos álbumes que en esa época estaban de moda como el de Muppets Baby’s... cómo olvidar a la Rana René, a Peggy, a Fozzy el Oso o al espantoso Animal, que eran cuidados por Nany, una humana que solo enseñaba las piernas... pero no se espante, pues lo único que se veía eran unas calcetas rayadas con tenis y falda a la rodilla.
Hoy, los tiempos han cambiado... los niños a esa edad ven series para adolescentes, se divierten con videojuegos, tienen smartphones, computadoras, tables, navegan por la internet y conocen decenas de amigos por las redes sociales de todas partes del planeta, chatean por whatshapp y por sky y no pueden dejar de estar en el Facebook.
Pero las cosas siguen cambiando, desgraciadamente para mal. Apenas hace unos días me enteraba de que una niña de 9 años de edad había sido madre de un bebé.
¿Qué mundo estamos viviendo? decía un amigo al referirse a la infamia cometida en la pequeña que ahora tendrá que dejar sus juegos con muñecas y aprender a cambiar pañales de verdad a su bebé. ¿Qué pasó con la familia de la pequeña que no se dio cuenta de lo que acontecía a su hija? ¿Dónde están las autoridades que no protegieron los derechos de la pequeña? ¿Y los medios de comunicación que violaron los derechos a su privacidad por dar a conocer datos de su persona? ¿Y las políticas públicas de protección a los infantes?
Según datos del propio INEGI manifestados por la Red por los Derechos de la Infancia, en México, en el año 2011, se conocieron 11 mil 512 niñas de entre 10 y 14 años de edad que se convirtieron en madres, de las cuales 318 niñas tenían 10 años de edad al dar a luz.
La misma Red asegura que en el caso de la niña de nueve años que dio a luz este 27 de enero, es un caso de violencia sexual, “ya que en cualquier tipo de relación sexual con personas menores de edad, media una relación de poder, y es considerada como un abuso sexual”.
Y para acabarla de amolar, en México, el embarazo de una adolescente se discrimina socialmente al grado de que se le niega hasta la educación y se le aísla socialmente.
Sin duda alguna, hoy hay consternación en todo el mundo por el caso en Jalisco, a través del mismo internet todos repudian el suceso buscando un culpable, cuando realmente todos somos responsables como sociedad, en mayor o menor medida, al no darnos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor, al mostrar indiferencia ante cosas tan simples como los programas transmitidos en televisión abierta que día a día entran a nuestro hogar.
Dijera Héctor Suárez “¿Qué nos pasa?” Que ante tal situación lo único ocurrente es ponerle a la pequeña un método anticonceptivo! ¡Por Dios! ¿En qué mundo estamos viviendo?

Email: caballero_brenda@hotmail.com



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