domingo, 24 de marzo de 2013

¡Cáiganse con la cuota!

Brenda Caballero 
Números Rojos

Cuenta que la fiesta estaba muy amena, cuando al niño de apenas doce años, después de tomar tanto refresco, le dieron ganas de ir al baño. De inmediato, salió corriendo. Muy de cerca era seguido por una mujer, quien sin importarle nada, empezó a manosearlo, a bajarle el cierre del pantalón, tratando de hacerle sexo oral. El niño, espantado, salió corriendo y se lo contó a quien más confianza le tuvo: a su madre. De inmediato, la madre del pequeño llamó a la policía para que detuvieran a la mujer de 42 años, que hoy se sabe, fue ex porrista de la NFL.
¿Las reacciones en la red? Todos contra el pequeño porque no se dejó; era su oportunidad y la dejó ir, ¡machismo puro! 
Desde luego que las opiniones serían diferentes si los sexos fueran invertidos: niña de doce años y hombre de 42.
Hace algunos días escribía en este mismo espacio de dos mujeres: la perredista Crystal Tovar, criticada en las redes sociales por usar una simple minifalda en la Sala de Sesiones; y de la panista Giselle Arellano, a quien le negaron la candidatura por tacharla de escort (acompañante) en un video subido a la internet.
Aunque la panista impugnó la decisión como “una justicia aberrante”, no logró la candidatura, pero todo parece que seguirá adelante para que el género le haga justicia.
Y a lo mejor no esté tan lejos, pues apenas el viernes, el Senado aprobó una reforma para prevenir y castigar la violencia de género dentro de la política, es decir, la reforma obligará al Estado a sancionar a quien violente los derechos políticos de las mujeres, tal como les ocurrió a la activista indígena Eufrosina Cruz Mendoza, quien ganó en 2007 la alcaldía Santa María Quiegolani, Oaxaca, cargo que le fue anulado debido a que ese municipio se rige por el sistema de usos y costumbres en el que se prohíbe terminantemente a las mujeres ejercer ese puesto.
Ahora que también tenemos el otro lado de la moneda, mujeres que permiten la violencia de género en la política como es el caso de las ocho legisladoras que en el 2009 aparentaron cubrir la cuota de género exigida por el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), renunciando inmediatamente después de haber sido instaladas en San Lázaro, lo que se denominó “Juanitas”, en honor al controvertido Juanito de Iztapalapa en el Distrito Federal, quien se resistiera a renunciar a favor de Clara Brugada.
Aquí habría que preguntarse quién tuvo la culpa: “las titulares mujeres o los suplentes hombres”. ¡Vaya usted a saber por cuántas monedas! Creo que más que “Juanitas” fueron “Juditas” ¡en fin!
Pero recordando esa situación, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó que los legisladores titulares y suplentes tendrían que ser del mismo sexo.
En Veracruz está próximo un proceso electoral ¿Se cumplirá la cuota de género?
Según el segundo párrafo del artículo 14 del Código Electoral de Veracruz, establece que los partidos políticos o coaliciones que postulen candidatos a diputados propietarios o suplentes “en ningún caso deberán exceder del 70 por ciento de candidaturas de un mismo género”, con la excepción de los candidatos a diputados por el principio de mayoría relativa, que serán elegidos mediante proceso interno, conforme a los estatutos de su propio partido o coalición.
Asimismo no se aplicará cuota de género en los Ayuntamientos con Regiduría Única.
Ciertamente, el artículo no se refiere a que el 70 por ciento debe ser hombres y el 30, mujeres, pero siempre se ha tomado así (a favor de los hombres), como para darle la “oportunidad” voluntariamente a fuerzas a alguna mujer que milite en el partido, ya no por “aptitudes” sino por cumplir una “cuota establecida”.
Actualmente, en San Lázaro, 36.8 por ciento de las curules son ocupadas por mujeres y en el Senado, el 34.3 por ciento. Ahora que si vemos las Secretarías ocupadas por mujeres en el gabinete presidencial, solo hay 3 de las 19: Rosario Robles, en Desarrollo Social; Mercedes Juan López, en Salud, y Claudia Ruiz Massieu, en Turismo. ¿Gobernadoras? Ninguna.
Lo ideal y más justo sería un gobierno del 50-50, al menos en nuestro país somos más mujeres que varones, aunque considero debería tomarse en cuenta otros factores y escoger al más apto o apta para ocupar un puesto, ya no solo por “compadrazgo” ni por “cuota de género” sino por el bienestar de los ciudadanos.

No hay comentarios: