miércoles, 6 de marzo de 2013

El Sur: bomba que Buganza armó y no puede desactivar

José Luis Ortega Vidal
Claroscuros

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El 2013 ha sido un año pródigo para el sur de Veracruz, en lo que se refiere a visitas de Javier Duarte de Ochoa.
En Coatzacoalcos, el gobernador ha estado en tres ocasiones en menos de dos meses; una cantidad poco común si tomamos en cuenta que en el 2012 Duarte de Ochoa estuvo en no más de 4 cuatro ocasiones en el viejo Puerto México.
El domingo 20 de enero, Duarte encabezó en el Centro de Convenciones el “desayuno de la unidad” con los diversos grupos políticos que forman parte de la militancia tricolor.
Un mes después, el 20 de febrero, acudió una vez más a Coatzacoalcos para inaugurar un parque infantil y calles pavimentadas en colonias populares.
Y antier, el martes 5 de marzo, de nueva cuenta el titular del ejecutivo veracruzano viajó a lo que él mismo denomina “la capital de Veracruz en el sur”; ahora para desarmar una bomba política a punto de estallar en la sierra de Soteapan.
Esto, con motivo de la extraña desaparición de José Manuel Flores Ríos (a) “El Oaxaco”; un constructor muy beneficiado con los mil millones de pesos que se han invertido en obras públicas en la sierra de Soteapan y otros municipios indígenas sureños
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La del 20 de enero fue una visita de trascendencia político/electoral porque en Coatzacoalcos se interpretó el desayuno de la unidad como un respaldo de Javier Duarte a Joaquín Caballero Rosiñol en sus aspiraciones para contender por la alcaldía.
Luego, en la gira para inaugurar obras el día 20 de febrero, una vez más fue notorio el apapacho político que le dio el gobernante al mismo personaje; titular de la diputación federal por el distrito 11 con cabecera en Coatzacoalcos.

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La del día 5 de marzo -a diferencia de las dos previas- ha sido una jornada poco común en lo que va de la administración duartista: esta vez, el gobernador vino a resolver un problema que su Secretario de Gobierno –Gerardo Buganza Salmerón- ha sido incapaz de atender durante dos años, con dos meses y cinco días.
Y es todas las ocasiones en que lo ha considerado oportuno –no menos de cinco- el profesor indígena Esteban Bautista Hernández ha secuestrado al sur de la entidad mediante la toma de carreteras –en dos momentos las ha bloqueado todas al mismo tiempo- que comunican al sureste con las regiones centro y norte de la República.
No sólo eso, el señor Esteban ha tomado casetas de peaje, ha roto tubería que abastece de agua potable al corredor petroquímico más importante de México y ha convertido a los alcaldes de 9 municipios integrantes de la Unión de Gobiernos Indígenas y Populares del Sur, en sus cómplices.
En este espacio, una vez y otra tambié, hemos dado cuenta de cómo Gerardo Buganza pasó de ser el responsable de la política interna de la entidad, a operador al servicio del señor Esteban Bautista.
Reuniones de trabajo incluso en la época en que Bautista era precandidato y luego candidato a la diputación federal por Cosoleacaque, así lo demuestran.
De esas reuniones, nunca surgió solución alguna ante la actitud rijosa del ex alcalde de Tatahuicapan.
Pero eso sí, su capacidad de movilización pre y electoral, nunca ha disminuido.
¿Por qué ocurrió esto?
¿A cambio de qué se suscitó tal situación?
Ambas, son preguntas cuyas respuestas están en manos de Gerardo Buganza Salmerón y es probable que a su jefe el gobernador ya se la haya dado, pero a la población del sur -a cuyo servicio se debe- aún no se la da.
El colmo de esta historia ha sido el hecho de que más de uno de los bloqueos y secuestros que Esteban Bautista ha hecho de la región, fueron anunciados.
Los periodistas nos hemos enterado de que tal día a tal hora se realizará un bloqueo y lo hemos anunciado.
La lógica diría que el Secretario de Gobierno también fue informado de tales planes y debió movilizar al personal a su cargo para evitarlo.
Sin embargo, no ha ocurrido así.
Uno de sus funcionarios en la región, José Luis Utrera –político con aires de divo y miembro de la clase política de Minatitlán- no ha podido o no ha querido operar al respecto.
El peso político de Utrera es tan ligero que en el contexto de la visita de Javier Duarte a Coatzacoalcos el martes pasado, los indígenas de Soteapan le arrebataron un celular, lo agredieron verbalmente, amenazaron con golpearlo y de plano lo hicieron escaparse de los alrededores del hotel Terranova donde pretendían meterse a la reunión que Esteban Bautista Hernández sostenía con el gobernador Javier Duarte.
¿En manos de personajes con la habilidad política de José Luis Utrera se encuentra la SEGOB en el Sur?
He ahí una de las causas del desorden a que Esteban Bautista ha llevado una y otra vez la situación social de la región.

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Pero hay más.
Sobre todo, hay más preguntas:
¿Dónde está José Manuel Flores Ríos (a) “El Oaxaco?
¿La presencia de Jose Murat Casab, ex gobernador de Oaxaca, en la reunión realizada en el hotel Terranova el día cinco de marzo, confirma que José Manuel Flores Ríos es su prestanombre?
¿A raíz de tanta falla Gerardo Buganza se irá al próximo Congreso Local?
He aquí algunas de las dudas sobre un tema que –ojalá no ocurra- ante tanta ineficiencia puede complicarse.

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