jueves, 14 de marzo de 2013

Los ajustes del gabinete; la repartición de trincheras y el pastel…

José Luis Ortega Vidal
Claroscuros

(1)
El gobernador Javier Duarte de Ochoa anunció al medio día de ayer que los ajustes en su gabinete continuarán. Luego del arribo de Jorge Carvallo Delfín a su secretaría particular; del nombramiento de Antonio Valencia García como nuevo Secretario de Comunicaciones y del ascenso de Flavino Ríos Alvarado a la Junta de Coordinación Política en la Legislatura; queda claro que los cambios por venir tienen olor electoral.
Es algo que se entiende; son medidas que entran en la lógica del poder correspondiente a la administración pública de cualquier nivel.
Mientras el PAN y el PRD se envolvieron en una necedad mal operada: la de una alianza que aún cuando se llegue a concretar navega contra la propia corriente del panismo/perredismo; el PRI se puso a tejer.
Y los ajustes en el gobierno estatal son consecuencia –justamente- de esos tejidos.

Veamos los resultados: en Coatzacoalcos, al no obtener la candidatura de su esposa Guadalupe Félix para sucederlo, el alcalde Marcos Theurel recibió el respaldo de cuatro gobiernos estatales para su proyecto del corredor Transístmico.
Theurel Cotero será el Secretario Técnico de una Comisión que impulsa esta idea, con una representatividad interestatal y –se entiende- con implicaciones nacionales e internacionales.
Las candidaturas a la alcaldía y la diputación local por Coatzacoalcos están definidas a favor de Joaquín Caballero y Mónica Robles; mientras que en el Coatzacoalcos Rural el candidato será Renato Tronco.
La antigua demarcación de Puerto México forma -junto con el corredor Veracruz-Boca del Río y Xalapa- el trío de zonas económicas y electorales más importante de Veracruz.
Poner cualquiera de estas posiciones en manos de la oposición tendría un significado muy negativo para los actuales hombres del poder en la entidad.
De allí, que en menos de dos meses y medio Javier Duarte de Ochoa haya visitado en cinco ocasiones la ciudad de Coatzacoalcos; un dato sin precedente en sus dos primeros años de gobierno.
De allí –también- el llamado a Fidel Herrera Beltrán para reforzar a Erick Lagos –dirigente formal del priismo estatal- en la delicada y pesada tarea de pactar con todos los grupos de poder que conviven al interior del PRI desde Pánuco hasta Las Choapas.
Además de Coatzacoalcos, se han definido los casos de Veracruz, Boca del Río y Xalapa.
Dos hijos de empresarios, Gerardo Poo Jr y Sergio Pazos, irán como abanderados priistas a las alcaldías porteña y boqueña; mientras que Américo Zúñiga lo hará por Xalapa.
Las nominaciones priistas a las diputaciones en estos lugares incluyen a Marilú Ingram; Tonatiuh Pola; Ricardo Ahued; David Velasco y Raúl Zarrabal.
Luego de Veracruz-Boca del Río, Coatzacoalcos y Xalapa; aparecen los municipios de Poza Rica, Minatitlán, Orizaba, Córdoba y Tuxpam, en la lista de las segundas economías y regiones electorales de peso en la entidad.
En el caso de Minatitlán, el nuevo encargo de Flavino Ríos Alvarado resulta de una negociación que abre el paso a la alcaldía a José Luis Sáenz Soto; personaje ligado a la Sección 10 que dirige Jorge Wade.
La diputación local del distrito minatitleco sería –de acuerdo a la lógica- para Ricardo Orozco Alor; actual director del Instituto Tecnológico Superior de Coatzacoalcos y gente muy cercana al notario Ríos.
El doctor Pablo Anaya fue alcalde y diputado local en Poza Rica.
Luego, fue invitado a la Secretaría de Salud con Javier Duarte; a la que renunció en días pasados para hacerse cargo de la Secretaría de Organización del Comité Estatal del PRI.
Esto, se traduce en el camino de Alfredo Gándara –actual presidente pozarricense- a la diputación local de la norteña ciudad y el de Sergio Lorenzo Quiroz -de la Sección 30 de los petroleros- a la Presidencia Municipal.
Están pendientes Córdoba; Orizaba; y Tuxpan.
Fidel Kuri, orizabeño él, renunció al PRI y su partida no ha causado –hasta ahora- ninguna sacudida en el panorama electoral de la Pluviosilla; de tal modo que el asunto allí es de trámite y ya se verá si el empresario futbolero realmente tiene con qué enfrentarse a sus ahora ex correligionarios.
Hay una ventaja que el PRI tiene en la actual coyuntura político/electoral veracruzana y a la cual le está sacando jugo: ahora ya no es un partido de oposición frente a la federación.
El partido tricolor es gobierno y las delegaciones federales bajo su control le fueron concedidas al gobernador Duarte para hacer los nombramientos correspondientes.
Esto ayuda a que cada uno los grupos priistas en la entidad jarocha alcance una rebanada.
Colocados fidelistas notables –Ranulfo Márquez, es el más destacado- en posiciones clave del gobierno federal en la entidad; a otros grupos les tocan diputaciones y alcaldías y en esa repartición se ha ocupado el priismo durante las últimas semanas.
Cuando se tienen muchos hijos, se padece hambre y no hay mucha comida, la rebatinga llega.
Actualmente hay bistec federal; hay pastel estatal y hay postre suficiente para todos. Es cosa –nomás- de manejarse con orden.
Por eso, no extraña que se hable de nuevos cambios en el gabinete del gobierno estatal.
La salida de Gerardo Buganza Salmerón de la Secretaría de Gobierno se da prácticamente como un hecho.
El cordobés iría a una diputación plurinominal pues no lo convencieron de ser candidato a la alcaldía de su municipio.
Otro ajuste podría ocurrir en la Secretaría de Educación o en la de Protección Civil.
Adolfo Mota o Nohemí Guzmán Lagunes serían enviados a defender la causa de Coatepec y su salida abonaría al pago de cuota a otro grupo fuerte.
El tema de la alianza entre el PRD y el PAN es visto por algunos analistas del priismo como una buena noticia.
¡Ojalá se las aprueben –dicen- para que se terminen de dividir internamente y se debiliten más!
El tiempo dirá si el optimismo parte de una perspectiva con sustento o es un exceso de confianza.
Por lo pronto, el ajedrez político de Veracruz se mueve y el Rey aparece bien pertrechado y con sus posiciones de ataque fortalecidas.

No hay comentarios: