lunes, 1 de abril de 2013

Arma peligrosa

Salvador Muñoz
Los Políticos

Una noche, mientras daba la vuelta con mi can, por la parte trasera de Wal Mart, un carro había sufrido el clásico “cristalazo”. Allí, en el lugar de los hechos, uniformados tomaban datos del asunto y al parecer esperaban al dueño. Confiado por la cercanía de las autoridades, saqué mi celular y tomé una, dos y tres fotos del vehículo cuando una voz interrogó mi proceder:
—¿Qué hace? ¿es suyo el carro?
—No...
—Entonces, ¿conoce al dueño?
—No...
—¿Por qué toma fotos?
—¿Por qué no?
Ya no hubo respuesta. Me retiré y subí a la red social esas fotos sobre un enésimo “cristalazo” en la zona donde vivo.
II
La mayoría de las personas en estos momentos, cargan en sus manos un aparato que por lo regular no deja de ser un instrumento cualquiera.
Se le llama celular, móvil o como yo le digo: teléfono.
Usted, su hijo, su esposa y casi todos, tenemos este dispositivo cargado con una cámara de video y/o fotografía que nos permite tomar las escenas más cotidianas de nuestra vida y hacerlas públicas a través de las redes sociales.
Ya entonces hay gente que toma fotos de lo que va a deglutir en su desayuno, comida y cena. Hay quienes igual lo hacen de sus bebidas espirituosas.
Hay quienes toman fotos del lugar donde se encuentran descansando, que va desde la comodidad de su sala hasta la alberca de algún paradisiaco lugar.
Hasta allí, dicho dispositivo en nuestro celular es un aparato cualquiera.
El asunto se vuelve riesgoso cuando a nuestro móvil se le da otro uso...
Un celular con cámara de video o fotográfica integrada puede transformarse en algo peligroso para cualquier sistema político que juega en la raya contra uno de los derechos de las personas que es informarse.
Luego entonces, si usted es sorprendido tomando fotos o grabando video ante un hecho que a juicio de quienes integran el sistema, es riesgoso para éste, corre el riesgo de que le arrebaten su móvil o de ser agredido... o ambas.
Conste, me refiero a lugares donde hay un sistema político que le ofende que la gente tenga derecho a informarse.
III
Hace unos días, dicen que el subdirector vial de Tránsito, José Miguel Torres Cházaro, sufrió un desmayo o infarto, no lo tengo bien definido, en plena vía pública. El fotógrafo de “El Diario de Xalapa”, David Bello, empezó a tomar gráficas del evento cuando fue agredido por Miguel Hamilton, secretario particular del titular de Tránsito así como por el mismo Roberto López Santoyo. La agresión, al parecer por las gráficas, se da con base en empellones y la sujeción de la muñeca por parte de López Santoyo y es posible que algo más.
En espera de que la salud de Torres Cházaro esté mejor, pregunto a López Santoyo quien quiso intervenir en la labor del fotógrafo: ¿Qué tan importante cree que sea para un lector ver la foto de un funcionario desmayado? Dado a su reacción autoritaria y quizás hasta represora, la respuesta es ¡mucho muy importante!
Sin embargo, el hecho que bien pudiera ser de interés para algunos lectores, se vuelve secundario cuando por las acciones de López Santoyo, pinta a un gobierno de represor, justo cuando días antes, su jefe inmediato, creo que es Arturo Bermúdez Zurita, en un desayuno con la prensa, intentaba limpiar esa imagen (la de represor) con fotógrafos locales después de que ante la prensa, conminara que se le diera cárcel a otro reportero gráfico por tomar fotos que, a su juicio, lastimaban la imagen de un estado que pintan de seguro.
A López Santoyo le faltó sesos... a su particular también... la solución era muy sencilla antes de que se llegara a la agresión...
IV
Las redes sociales tuvieron su crucifixión y llevaron al Calvario a López Santoyo. No leo “El Diario de Xalapa” y desconozco si esa casa editorial haya tomado cartas en el asunto contra la represión que sufrió su reportero. No he visto hasta el momento, quizás motivado por las vacaciones de Semana Santa, la respuesta del reportero agredido. Mucho menos alguna respuesta de esa cosa que se hace llamar pomposamente “Comisión para la Defensa de los Periodistas y bla bla bla”. Claro, no espero tampoco una respuesta de Seguridad Pública o Secretaría de Gobierno con respecto al actuar de López Santoyo o Hamilton, porque es evidente que no la habrá... pero es claro que muy al interior del Gobierno, se le debe haber dicho a López Santoyo que no tiene que actuar así pues dichas fotos jamás hubieran sido publicadas en la prensa escrita porque sólo basta una llamada a la redacción para planchar el asunto...
¿En las redes saldrá? No hay de qué preocuparse... las redes sociales siguen siendo el mismo sistema probándose a sí mismo, checando dónde están sus fallas y si cree que es necesario, baste hacer una Ley para corregirse, modular a esas redes sociales y continuar haciendo creer a la gente que vive en Disney... recuerden la Ley Mordaza al Twitter.
V
No extrañe entonces, lector, que un día salga un diputado que quiera regular el trabajo de los reporteros gráficos, de los columnistas, de los periodistas, de los reporteros ¿y por qué no? pedir la requisa de aquellos celulares que graben y tomen fotos que a juicio de la autoridad, atenten contra el sistema... no extrañe que ese día, su celular entonces se vuelva un arma muy peligrosa para el sistema.

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