jueves, 18 de abril de 2013

El difícil PROCESO de Regina

Mónica Camarena Crespo
Parque Juárez

La fallecida periodista Regina Martínez era respetada por los verdaderos periodistas, los que como ella, por muchos años caminamos la calle para reportear la nota y llevarla a cada una de nuestras redacciones. Cada quien siguió diferentes caminos, pero siempre con Regina, un saludo amable, una sonrisa discreta, un reconocimiento a su trabajo, que era constante, honrado y valiente.
El asesinato de la colega causo conmoción a todos, nadie puede no sentir pena por la manera en que una mujer trabajadora y honrada, como lo fue Regina perdió la vida. Lo demás, lo que vino, se ha ido convirtiendo en una historia macabra para quienes, presuntamente buscan esclarecer su muerte.
El caso Regina, que en breve recuento, seguramente ha dado mucho dinero a ganar en algunos medios de circulación nacional que refieren el caso y lo siguen llenando de sospechosismo, no debería ser una bandera que se agita sin pruebas reales. A esta altura, nadie les ha preguntado a los familiares y amigos cercanos a Regina, si es hora de dejar en paz la memoria de la estimada periodista veracruzana.
Sería irresponsable opinar acerca del caso sin haber indagado más allá de lo que en los medios de comunicación se ha publicado del caso Regina; por ello, es importante referir, que en pláticas incluso con expertos en criminalística, se ha reiterado la hipótesis que sustentan las autoridades encargadas de la procuración de justicia en el estado, el asesinato de la colega no tuvo como móvil su trabajo periodístico.
De esta forma, quienes menos se benefician de encubrir o presuntamente obstaculizar las investigaciones, son las propias autoridades en el estado de Veracruz. De hecho, seguramente, el penoso homicidio, es de las situaciones que mayor crítica mediática le han acarreado a la presente administración en ese tema.
Regina Martínez presuntamente ganaba como corresponsal de un semanario, menos de 5 mil pesos y a la hora de su muerte, se sabe que nadie para quienes trabajaba aportaron un peso para su sepelio. Sin embargo, el nombre de Regina se sigue manipulando, o de acuerdo a la visión de sus ex jefes, continúan en la búsqueda de culpables que sean mayormente atractivos ante la opinión pública.
Lo que no es aceptable, es que ahora pareciera que hasta se defienden a quienes incluso ya fueron sentenciados, como si se tratase de inocentes, cuando en la reconstrucción de los hechos, queda más que claro, que sabían a la perfección lo que ocurrió ese fatídico día. Regina descanse en paz.

Ágora
El corresponsal Felipe. Ya se le empieza a conocer también como la nube negra, por aquello de que andaba en la zona donde fueron las terribles explosiones en Boston. El ex Presidente, necesitado de reflectores, hasta se improviso de corresponsal y dio entrevistas para explicar detalles de la tragedia. No cabe duda, que algunos no entienden que la prudencia política, es alejarse de todo tipo de exposición pública.

monicamarena@me.com

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