jueves, 25 de abril de 2013

Los decibeles de Américo

Rafael Durián
Crónica Ácida 

Otra pachanguita pro-priista se llevó a cabo en el salón Ghal de Xalapa. Los motivos: “La toma de protesta como candidato a alcalde” y ya de paso conocer y reconocer a la propuesta del elegido. En el salón, caras nuevas y algunas sucias se repartían entre las operadoras y matraqueras que no se han perdido ningún evento.
Inició citando que el motivo y razón fundamental del registro y asamblea es solo uno: el de: Unidad real o la aparente, hacia el interior del partido.
Ya hasta a mí me mareó su "choro"

Era agradable notar cómo personas de todo estrato social y de toda edad se acercaban al candidato con el fin de saludarlo, besarlo, abrazarlo y tomarse una foto, sea para la posteridad o para el “feis” (facebook). Desde añejos empresarios hasta vendedores ambulantes; desde perfumadas funcionarias hasta sencillas amas de casa con olor a humo; todos inmersos en la mezcolanza política que ayer apuntaló a un candidato.
Pero desafortunadamente, bajo este ambiente de aparente camaradería, se notaba la dualidad existente entre los dos grupos de jóvenes que estaban presentes en dicho evento.
¿Yo soy el "pentonto", Vicente?

En primer lugar, la coordinación de la juventud del PRI Xalapa liderado por Iván Vicente Alarcón Cerda (el del “Pentonto” a Charly Amezcua), que en orden cronológico, llegó dos horas antes del evento para apartar lugar hasta el frente. Como buen concierto gratuito, su grupo tenía un número nutrido de seguidores y un altavoz que emitía un sonido espantoso al elevar su capacidad al tope.
El segundo grupo lo encabeza Rodrigo Montoya, aquel joven que, cuando se desató hace poco más de un año el movimiento del Yosoy132, fue el único que salió en defensa del tricolor y de sus jóvenes en Xalapa. Rodrigo llegó con sus 10 minutos antes al evento, con un grupo mayor que la Coordinación y con dos altavoces. Al entrar, se podría decir que de manera ordenada, ocuparon el ala contraria a la Coordinación, en donde los jóvenes primero llevaron un minishow previo al mitin, al utilizar los altavoces con moderados decibeles en donde se mofaron de ellos mismos, entre ellos, pusieron apodos como al aparecido Reynaldo Escobar, quien al lucir un traje en tono olivo, dijeron “ahí viene una aceitunota” y hasta emitieron el ya conocido promocional de tamales… todo esto propio de jóvenes.
La aceitunota

Para este tiempo, el candidato aguardaba en el restaurant bajo el salón esperando el momento en que el evento cuajara.
Zazil Reyes llegó con un accesorio poco frecuente en mujeres pero sí muy funcional en la rodilla.
Antes muerta que sencilla
Fue entonces que entró de camisa blanca y pantalón caqui con “el síndrome Carlos Aceves” (de levantar repetidamente los pantalones). Empezaron los apretones y el ir y venir de gente. El presídium medianamente resguardado ya tenía a todos sus integrantes quienes iniciaron justamente cuando el candidato se sentó.
El calor era agobiante, todo mundo transpiraba. El invitado especial inicio secándose con kleenex y terminó con una toalla para manos.
Cuando vayan a actos multitudinarios, ¡no coman guajes! 

Al ser reconocido por todos los presentes, abordó una silla y dirigió su agradecimiento a todos.
Durante su discurso, al señalar el eslogan coyuntural de su campaña dijo: “vamos a construir una nueva historia de Xalapa”…
¡Akí tá su Rey!

Una desconcertada invitada dijo con voz confusa : “¿Qué dijo? ¿va a construir una nueva Xalapa?, pero si ya hay una por el Arco Sur”.
Los ánimos andaban muy fuertes. Todos lo saludaban, apoyaban y estrechaban su mano.
La porra de la Coordinación dejó de decir: “¡Américo ra ra rá”, para decir: “Vicente apoya a Américo”.
Más de la mitad del salón se preguntaba y muchos de ellos pensaban que se trataba de Vicente Fox, o quizás Vicente Fernández o ya en últimas Vicente Benítez. Aunque dicha duda fue más o menos contestada cuando la porra al final decía: “Vicente para regidor”, a lo que encumbrado funcionario respondió: “Ya porque no ganó en la Flor más bella del ejido ahora quiere ser regidor”. 
Estas sillas nadie quiere

Al intentar abandonar el recinto, Américo saludó a cuanto militante se encontró, para que al final, ante tanto movimiento y abandono de sillas, Everardo (miembro del séquito de AZ) cayó sobre ellas cerca de tres veces ipad en mano. 
Le van a cobrar el Ipad

Una vez terminado el recorrido y con la mano derecha llena de peticiones y registros, mismos que cuidaba celosamente, levantó el brazo izquierdo con David.

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