domingo, 28 de abril de 2013

Manzur da lecciones de cinismo

Roberto Morales Ayala
Zona Franca

Con antifaz de ladrón o rostro de mapache, como se le quiera ver, aparece Salvador Manzur Díaz en la portada del diario Notiver que reseña su “entrega” a la Procuraduría General de la República para ser investigado por el robo de los programas sociales del gobierno federal para canjearlos por votos para el PRI.
La “entrega” a la PGR puede ser lo de menos. Lo grave es lo que el ex alcalde de Boca del Río dice, su cinismo y hasta el tono burlón que le imprimió a sus palabras, sobre todo porque pesa sobre él una denuncia de carácter federal y la evidencia contundente de que la estructura priísta se adueñó de los programas de la Secretaría de Desarrollo Social federal para manipularlos electoralmente.
Manzur protagoniza parte del video y los audios que exhibió el 17 de abril el candidato a la alcaldía de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, que detonaron un escándalo por la forma burda en que opera el gobierno de Javier Duarte de Ochoa para manipular los programas sociales.
A Manzur se le ve decir que el programa de los adultos mayores 65 y Más es “oro molido” por el control que se llega a ejercer sobre los beneficiarios y porque una vez inscritos se vuelve una relación de nómina en la que el gobierno es el patrón y a los abuelitos se les paga por votar.
Manzur también es escuchado cuando instruye a ser tajante, a dar de baja a vocales y beneficiarios de Oportunidades que no acaten la línea que se les dicte. “Jalan o jalan”, dice el secretario del Finanzas del gobierno duartista.
En otro de los audios, Salvador Manzur revela que “toda la Secretaría”, refiriéndose a Finanzas del gobierno de Veracruz, está metida en el proceso electoral y que los trabajadores de esa dependencia fueron invitados “obligadamente a fuerza” a involucrarse en la operación política del PRI.
Manzur no tiene límite cuando señala que aunque fue designado titular de Sefiplan por el gobernador Javier Duarte, “primero lo primero”, o sea operar los votos que requiere el PRI para ganar la elección del 7 de julio, cuando se renueve la Legislatura estatal y las 212 presidencias municipales. O lo que es lo mismo, en la Sefiplan es sólo un aviador porque “primero lo primero”, primero el PRI.
El miércoles 24, Miguel Ángel Yunes Márquez acudió a la delegación de la PGR en el puerto de Veracruz y se puso a disposición de la autoridad, como respuesta a la denuncia que interpusieron diputados federales priístas en contra suya por el supuesto uso de Oportunidades, siendo entonces coordinador en el estado, a partir de siete audios en los que se le escucha hablar con panistas, operadores del programa social y con su padre, el ex candidato del PAN a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares.
Yunes Márquez reconoció que su voz es la que se escucha y confirmó que las llamadas telefónicas son reales. Rechazó, sin embargo, que en ellas se operen apoyos de Oportunidades con el fin de beneficiar a su partido, el PAN o a alguna estructura yunista. Pidió ser investigado y que la PGR esclarezca quién es el autor del espionaje telefónico, si se usó el aparato de inteligencia del gobierno de Veracruz y quiénes son los responsables de la invasión a su vida privada.
Manzur pretendió hacer lo mismo. Acudió a la PGR y se puso a disposición de la autoridad. “Dijo sentirse tranquilo porque estos ataques obedecen a una guerra sucia derivada de los tiempos electorales”, decía un escueto comunicado del gobierno de Veracruz.
No dijo el boletín que Manzur Díaz había sido denunciado ante la PGR desde martes 16 de abril, cuando se presentó el diputado federal Alfonso Morelli y acusó el uso de los programas sociales con fines partidistas, a partir de una estructura electoral que encabeza el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, pasando por Manzur, el ex secretario de Salud, Pablo Anaya Rivera; el ex titular de Comunicaciones, Raúl Zarrabal Ferat; el vocal del Registro de Electores, Sergio Vera Olvera; funcionarios de la delegación de SEDESOL, entre ellos Felipe Sosa, César Buenrostro y Graciela Tejeda Martínez, y la presidenta del Instituto Electoral Veracruzano, Carolina Viveros. En total, más de 50 personajes a los que denomina “El Cártel Rojo” o “Ladrones de Elecciones”.
Manzur está metido en una bronca grande. Ante el escándalo que se ha desatado, el gobernador Duarte envió un oficio al Congreso de Veracruz a fin de que el titular de Finanzas comparezca y sea cuestionado por los legisladores.
La burla es evidente. Desde el momento en que el gobernador formuló el planteamiento, la bancada priísta señaló que Manzur comparecería únicamente ante los integrantes de la comisión permanente, no ante el pleno de los diputados. Además, la comparecencia sería a puerta cerrada.
Posteriormente, ante el alud de críticas que se generó, el Congreso pospuso el caso Manzur y anunció que será después del 2 de mayo, pues ese día inicia el último período ordinario de sesiones de la Legislatura y se recomponen las comisiones, ya que por las licencias solicitadas por los diputados golondrinos, que dejaron el cargo para contender por alguna candidatura, se hallan desmembradas. Manzur comparecerá ante la de Hacienda.
De tal tamaño es el miedo, que hasta el presidente de la Legislatura, el diputado por Minatitlán, Flavino Ríos Alvarado, uno de los damnificados del gobierno de Fidel Herrera Beltrán, que lo congeló seis años, y del régimen duartista, que le negó la candidatura a la alcaldía, pinta para Manzur un día de campo.
Descartó de antemano cualquier linchamiento. “Los diputados representamos al pueblo de Veracruz y en ese sentido, cada diputado es responsable de sus preguntas”, dijo Ríos Alvarado y expresó que habría urbanidad política, civilidad, cortesía y educación. “No tiene por qué ser de otra manera”.
El montaje va en camino. La comparecencia, como es previsible, una burla.
Mientras ello ocurre, Manzur muestra el cinismo que caracteriza a los personajes que detentan el poder. Se muestra “tranquilo” y asegura que aclarará todo lo que se dice en el video y en los audios.
Seguramente la película que tiene en mente Manzur Díaz es distinta de la que han visto 7 millones de veracruzanos en el capítulo “ladrones de elecciones”, donde se escucha al secretario de Finanzas expresarse de los adultos mayores como mercancía electoral, de la presión “tajante” contra beneficiarios que no sean del PRI, de su exclusión de los programas sociales, del uso de la burocracia de Sefiplan para tareas electorales y de su condición de “aviador”, que cobra en la dependencia como titular pero “primero lo primero”, primero robarse los programas sociales.
El cinismo no es exclusivo de Manzur. Es propio de la clase política, sea priista, panista, perredista o de cualquier partido. Sentirse dueño del aparato judicial, de los ministerios públicos, las policías, los juzgados y hasta el Tribunal Superior de Justicia, los hace decir “estoy tranquilo”, cuando sus delitos están a la vista.
Así son los políticos. Y peor cuando son políticos cínicos.

(romoaya@gmail.com)(@moralesrobert)

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