viernes, 5 de abril de 2013

Una despedida anunciada

Rafael Durián 
Crónica Ácida

Una sesión como ninguna otra.
Desde la llegada al palacio legislativo, la doble sesión en el congreso pintaba para algo muy diferente; en primera, por el inexistente lugar de estacionamiento en las cercanías y en las lejanías del recinto; y en segunda, por la enorme afluencia de personas, personal de seguridad y de apoyo matraqueril.
Otra irregularidad fue la inesperada puntualidad en que inició y el tardío arranque de la primera sesión durante este lapso, tiempo en que generalmente la prensa (reporteros, fotógrafos y camarógrafos) nos damos vida sacando nota, imágenes, así como los mejores y peores aspectos de los legisladores. 
¡Buuu! ¡Quiero mi leona de vuelta! ¡buuu!

Durante este largo tiempo, los diputados locales fueron entrevistados, platicados, saludados, retratados, abrazados, besuqueados; fueron presentados, intercambiaron desde números telefónicos hasta pins.
Para estas alturas, David Velasco Chedraui, ahora menos indeciso que antes, ocupó la primera fila junto con sus vástagos y con las decenas de señoras que no perdían el tiempo en saludarlo y ofrecerle su apoyo. Entre ellas destacaba Sandra Soto, Armida Ramírez, Corintia Cruz y posteriormente llegó Cuauhtémoc Velásquez, quien se saludó de cerquita con el virtual candidato por el distrito rural de Xalapa. 
¿Noche de pelos o de palos?

La sesión notablemente retrasada no era apresurada como en aquellos tiempos en que Jorge Carvallo emitía una señal a Lalo Andrade para que este tocara la campanita e iniciara. En su lugar, rodeado de diputados quienes lo cuestionaban sobre el quehacer político el presidente de la junta de coordinación, Flavino Rios Alvarado, estaba sentado de pierna cruzada y con un celular en cada mano comunicándose al unísono en sendos aparatos. 
A su edad y a dos manos

Los aún diputados iniciaron a destaparse uno por uno en cada entrevista que permitían. Otra irregularidad en el evento fue que algunos legisladores que se pasaban todo ese tiempo en el baño, evitando entrevistas o chachalaqueando, se la pasaron saludando y respondiendo todas y cada una de las preguntas emitidas. 
Carlitos y su clásico cantinflazo

Durante el cuestionamiento sobraron los elogios para el presidente, para el gobernador y hasta para el presidente del PRI, alabando su juventud y trabajo; también resaltaron la exhaustiva labor que demostrarán para sus votantes en sus diferentes municipios; bueno, unos hasta levantaron los brazos en señal de victoria. Alguien pensó que era demasiado anticipado y algunos definitivamente dijeron que era imposible por la pésima administración del partido que representan en cada uno de sus municipios.
Haciendo la ola
 
El diputado Zuñiga Martínez, algo melancólico en la despedida personal que ejerció ante cada legislador que encontraba, dijo el discurso que todos esperaban cuando fue entrevistado por reporteros de Telever. Expresó su deseo de participar y trabajar siempre por los xalapeños. Fue una entrevista con ademanes algo exagerados y respuestas con un timbre alto siempre dirigidas hacia la cámara de video. 
Qué chulo me veo en esa pose
La nostalgia del ex legislador se veía fuertemente detenida ante las hordas de apoyo y múltiples abrazos de señoras, señores y jóvenes que le pedían formar parte de su campaña. Si era chavo, lo mandaba con Rodrigo Montoya; y si era señora, no recuerdo con quién la conmutaba.
Los diputados, algo aburridos pero sin presionar, dejaron pasar cada momento previo a la sesión cuchicheando con su equipo; platicando con otros diputados y acercando el oído a la boca del peticionario; conversando con el jefe de prensa sobre las incisivas preguntas de algunos reporteros; mirando con asombro al rosado invitado del diputado Marrón Lukes, quien causó asombro entre presentes y sobre todo entre diputados al lograr entrar en el baño de los legisladores. 
Panterita

Una vez iniciada la sesión, empezó el himno nacional mexicano que se aderezó con un error del equipo de audio y nos dejó escuchar la interpretación del himno por Lalo Andrade, cosa que causó mucha gracia y el comentario de “mejor que la chifle”.
Una vez entrado en votaciones, se nombraron a los diputados que solicitaron licencia para posteriormente ingresar sus relevos. La más esperada fue Mariana Munguía Fernández, quien entró al recinto junto con Diana Santiago Huesca, quienes no dejaron de enviar besos, saludos y sonrisitas a las curules priístas. 
¡Ya salió para el botox!

Ellas, junto con los otros seis relevos, se dieron vida tomándose fotos en el recinto con su familia y amigos. Uno de los relevos llevó a su mamá, quien con enorme orgullo y lágrimas en los ojos, lo abrazó y hasta la bendición le dio, que buena falta le hace para la chamba en que se metió.
¡A vivir del presupuesto!

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