miércoles, 26 de junio de 2013

El IEV y el PRD: Dios los hace y ellos se aparean…

José Luis Ortega Vidal
Claroscuros
Si usted llega a Minatitlán y le pregunta a cualquier taxista dónde vive Alberto Ruiz Rossete, le dirá que no sabe.
En cambio si cuestiona en torno al domicilio de “Colacho”, de inmediato lo llevarán.
Es un asunto de popularidad y de arraigo.
El padre se llamó Nicolás Ruiz y le apodaban “Colacho” y al hijo mayor -no obstante llamarse Alberto- le heredaron el apodo que él ha convertido en parte de la arquitectura social minatitleca al identificar así a su negocio de comida y ser transportista y ser un tipo sencillo y cuate de medio mundo.
En apego a la Ley “Colacho” -candidato del PT a la alcaldía de Minatitlán- pidió que en las boletas para los comicios del próximo 7 de julio su foto apareciera junto a su apodo.
Sin embargo -por razones hasta ahora no explicadas, aunque sospechosas- no ocurrió así y para votar por él sus seguidores deberán identificar como Alberto Ruiz Rossete al hombre que conocen como “Colacho”.

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A las 12:50 horas del martes 25 de junio, Marcos Martínez Amador disertaba sobre su proyecto de trabajo ante una quincena de reporteros.
Una asistente le hizo llegar un recado. El candidato del partido Alternativa Veracruzana (AVE) a la alcaldía de Acayucan leyó el mensaje e informó a los redactores: “mi equipo acaba de recibir la invitación del Instituto Electoral Veracruzano (IEV) para participar en un debate con mis rivales”.
“Iría –añadió- sólo que el debate es a la una de la tarde, es decir dentro de diez minutos, en el Hotel Kinakú”.
Sin reponerse de la sorpresa, los periodistas siguieron al protagonista en la rueda de prensa.
Más tarde -hacia las 14:10 horas- mientras los periodistas escuchaban que el debate organizado por el IEV se cancelaba porque ningún candidato acudió a su convocatoria, vieron llegar a Marcos Martínez Amador al escenario.
El abanderado de AVE dialogó con un funcionario del IEV que no supo explicar el por qué lo invitaron diez minutos antes del evento.
Un representante del IEV a nivel municipal libró el bulto y apenas atinó a señalar que el evento y su convocatoria corrieron a manos del equipo estatal del Instituto Electoral Veracruzano.
Sarcástico, el candidato posó en el micrófono que le habría tocado y sonrió ante las cámaras.
Un día antes –el lunes 24- ocurrió algo semejante en Cosoleacaque, donde el debate también fue cancelado.

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El mismo martes 25 de junio otro suceso exhibió el patético papel que está desempeñando el IEV en los comicios estatales del 2013.
Las instalaciones del organismo en el municipio de San Juan Evangelista fueron bloqueadas por un grupo de ciudadanos inconformes.
La razón: en las boletas para la elección del 7 de julio no aparece el nombre ni la fotografía del candidato Juan Carlos Vázquez Bonilla, del partido Alternativa Veracruzana.
Joven, nacido en la población de Villa Juanita, Juan Carlos Vázquez Bonilla es hijo de Erasmo “El Chivo” Vázquez González, medio hermano –a su vez- de Cirilo Vázquez Lagunes (+).
En San Juan Evangelista Abel Vázquez González -tío del candidato eliminado de la boleta del IEV- es abanderado de la alianza “Veracruz para Adelante” a la Presidencia Municipal.
De momento y de acuerdo a las fallas del IEV, el tío le ha ganado “por de faul” al hijo de su hermano.

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En Acayucan el PRD maneja propaganda de José Javier Segundo Baruch Otero, como presunto candidato solaztequista a la alcaldía.
Empero, las boletas que ha hecho llegar el IEV a la llave del sureste presentan como candidata perredista a la maestra Teresa de Jesús Domínguez Morales.
Nadie ha expresado nada al respecto; quizá porque al desorden, falta de credibilidad y sospecha de trácala que viste al IEV, se suma la mala, pésima, fama del Partido de la Revolución Democrática.

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“Dios los hace y esos se aparean”.

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