Guerra Sucia

Salvador Muñoz
Los Políticos

¡Hijos de la chingada! ¡Qué huevos! fue la expresión que escuché de un vecino mientras recogía uno, dos, tres y muchos volantes sobre las áreas verdes que circundan mi casa.
Medianoche del miércoles. Quería descansar pero la indignación de unos cuantos hizo solidarizarme con ellos.
Resulta que, aprovechando la oscuridad de la noche, algunas personas tiraron en áreas verdes y pasillos de la unidad donde vivo, Jardines de Xalapa, su “guerra sucia” contra Américo Zúñiga.
Entonces, cuando llego y veo a mis vecinos refunfuñando mientras recogen el basurero creado en andadores y arbustos, no me queda más remedio que entrarle.
Sale la mujer con Harry y aprovechamos para dar la vuelta. La alfombra de basura es recogida mientras platicamos. Le damos la vuelta a la manzana y cuando vemos ¡tenemos tremendo bonche!
Una señora, en esa madrugada del miércoles, se nos acerca y nos pregunta:
—Veo que están recogiendo esto... pero, ¿qué opinan de ello?
—Que es una cochinada...
Sí, porque aquí, los vecinos no vemos colores, partidos o candidatos... vemos que un grupo de tunantes ensuciaron nuestra casa con su propaganda, con su guerra sucia...
Ya estamos a unos cuantos metros de entrar al condominio, pero Harry quiere dar una vuelta por el parque. Atravesamos la calle y lo que veo me encabrona... ¡un chingo de volantes en los prados del parque central de Jardines de Xalapa! ¡Poca madre! ¡acaban de limpiarlo!
Un volante, dos, tres, y quién sabe cuántos más voy recogiendo indignado por esos huevones que se les hizo más fácil tirar esos papeles que entregarlos.
¿Los volantes que dejaron en los parabrisas del carro? Ésos no los muevo... si quieren conservarlos los dueños de esos vehículos que lo hagan pero los que están en los prados, en el parque, ésos sí los levanto...
Estoy de acuerdo... hagan la guerra sucia, ¡pero no chinguen mi parque!
Me cuenta un amigo fotógrafo, Víctor Fuentes, que la avenida Encanto igual estaba tapizada de esos volantes contra Américo... deduzco entonces, que el martes por la noche, se desperdigaron desde la avenida Américas hasta pasar por la unidad que habito... no vi la mañana de ayer, rumbo al Sumidero esos volantes... creo que entonces la vieron fácil los encargados de promover la “guerra sucia”, tirarlos a como Dios les dio a entender y acabar con “la chamba encargada”.
El martes por la mañana, bajando en el Camino Antiguo al Sumidero, veo “la partida de jeta” que le dieron a Américo Zúñiga... bueno, a una enorme lona con su rostro. Ahora fueron los volantes... hoy le tocó a Américo y quizás mañana a cualquier otro candidato...
En Jardines de Xalapa veo lonas de Américo, unos banderines de Dulce, muy pocas de Abel o nulas, hasta pegotes de Morris en algunos carros; y uno sabe quién es priista, perredista, panista, apolítico o Morrison; uno sabe quién le va al América, al Cruz Azul y a las Chivas, pero no por ello, nos congratulamos si gente sin el menor asomo de cordialidad, respeto y atención a nuestro entorno, venga y nos lo ensucie en un afán de desprestigiar a un candidato... ¡vamos! es una ofensa a la vecindad...
¿Quieren hacer guerra sucia? ¡Háganla en internet! Se evitan gastos y tiempo y es más barata, además, es ecológica... no se invierte en papel... pero no perjudiquen el trabajo de aquellos que vinieron a hacer limpia al parque; no jodan nuestras áreas verdes y pasillos; no contaminen...
Entiendo, de verdad que entiendo esto de la “guerra sucia” contra un candidato u otro... lo que no entiendo es que, quien se encarga de propalar ello, no indique a sus achichincles que si de volantear se trata, hay que entregarlo en la mano, para hacer efectivo el mensaje, porque lo único que lograron fue el enojo de los vecinos que cuando vieron esos volantes en jardineras y andadores, regados sin ton ni son, sólo pudieron exclamar: “¡Hijos de la chingada! ¡Qué huevos!”