Carolina, al ruedo

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Salvador Muñoz
Los Políticos

La Cumbia del Torero es una de las canciones que más disfruto de la Sonora Santanera. Además de contar un chiste tiene un ritmo sensacional que hace que mis dos rodillas izquierdas pretendan hacer algo que eufemísticamente llamaría “bailar” y mis espectadores “hacer el ridículo”. ¿La recuerda? Dice algo así:

“Oléee, olé olé olé olé
Le gritaban al toro
A un chamaco sin miedo
Que al tirarse en el ruedo
Se enfrentó con el toro…”

Me recuerda mucho esta canción en estos momentos a la diputada suplente de Juanelo, Carolina Galván Galván.

II
Y los diputados recularon y embistieron contra Carolina.
Dándole el beneficio de la duda, es la menos culpable de ello y sin embargo, a nivel estatal fue la chica más antipopular dentro de las redes sociales en lo que fue este fin de semana pasado.
Y digo que es la menos culpable porque al ver su rostro, la expresión de su cara, no me cabe la menor duda de no ha de tener ni una minima idea de lo que es una cogida… calmen sus ansias de matador: Me refiero al término taurino.
Pobre Carolina… en qué cabeza cabe una Ley como la que propuso en defensa de la Tauromaquia cuando en muchos municipios se vive una batalla por la defensa de los animales… en qué cabeza esa pretendida Ley cabe cuando en las redes sociales se condena a un hijo de mala que goza matando a gatos… en qué cabeza esa Ley cabe cuando los diarios exhiben a un estúpido torturando perros… en qué cabeza cabe que los veracruzanos gozan con el sufrimiento de un toro…
Sí, sí, sí… están los amigos de Tlacotalpan con sus embalsados y los de Xico, con su caricatura de “Pamplonada”… ambos, con un punto en común: el alcohol que los envalentona para enfrentarse a un animal con miedo.
Insisto: pobre Carolina Galván, porque supongo que es la menos culpable, pues al ver su rostro, la expresión de su cara, no me cabe la menor duda de que sólo fue utilizada y que no ha de tener ni una minima idea de lo que es una corrida… ¡otra vez! Les digo que esto es en términos taurinos.

III
Pero ello no la salva de la embestida que sufrió… lo que evidencia que en la cabeza de Carolina Galván, la diputada por Coatepec, no cabe un poco de sensibilidad, de amor por la naturaleza y exhibe sólo una cosa: que muchos de nuestros diputados sólo están para proteger los intereses de los empresarios, de los poderosos, de los políticos, pero es claro que si no se ocupan del sentir de los ciudadanos, mucho menos de la naturaleza, de su entorno, de sus seres…
Ayer, salió Olga Lidia Robles Arévalo a decir que la bancada del PRI no apoya ni apoyará la propuesta de Carolina Galván en defensa de la tauromaquia. Es curioso, pero en lugar de expresar un “Bravo” a los diputados del PRI, nos sale un “Ya era hora” o “al menos”… ¿por qué? Insisto: Porque a mí no me cabe por ningún lado que a Carolina Galván Galván se le haya ocurrido semejante estupidez… ¡vamos! Véanle la cara a la diputada y es claro que por su expresión, difícilmente haya tenido un pitón entre sus manos… ¡oh que la chin…! Les digo que es en términos taurinos.

IV
Este martes, que hay sesión en el Congreso del Estado, organizaciones de defensa de los animales aseguran que se plantarán en dicho recinto para protestar contra esta propuesta legislativa de Carolina Galván que, en su descargo, debiera salir a decir quién le convidó a salir con una idea que es ofensiva, lastima, ofende, incluso más que una mentada de madre. Perdonen que sea reiterativo, pero tal pareciera que a Carolina Galván le aplicaron “La Cumbia del Torero” de la Sonora Santanera ¡y la aventaron al ruedo!

“¡Aaayyy!
Que me quiten de encima al toro
Pronto que me embistió
¡Aaayyy!
Yo quisiera encontrarme al tipo
Tonto que me empujó…
¡Aaayyy!
Yo he pagado por ver una corrida sensacional
¡Aaayyy!
Y me veo en el ruedo frente al toro
Que no es igual…”