¿El Estado ya se privatizó?

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Bien, ha iniciado otro periodo educativo, o mejor sería decir otro año de clases, incluso como le llaman, ciclo escolar, porque de que sea educativo vaya usted a saber, empezando por los libros de textos con tantas faltas ortográficas. Así andamos, desde la escuela ya de la chin… chinita. En fin, que vayan nuestros hijos dizque a aprender, con tal de que, al menos unas horas, no estén molestando en casa. Claro, no siempre es así, hay excepciones, pero cada vez contadas con los dedos de una sola mano.
 Mientras, que el mundo siga girando y nuestro país siga andando hacia el progreso que, la verdad, no veo que sea parejo, porque cada día la desigualdad nos escupe, debo decir mejor que los que provocan esa diferencia nos escupen porque no les interesa realmente. Pero los mexicanos aguantamos eso y más.
 Ahora se discute por doquier eso de la reforma energética, unos a favor, otros en contra, otros más en abstención, es decir no les interesa. En la viña del Señor hay de todo. Por ejemplo, en una carta firmada por varios abogados de la ANAD y publicada en La Jornada el pasado 19 de agosto, se dice que “Cárdenas sostuvo en 1938, con la reforma al artículo 27 de la Carta Magna: ‘que sea el Estado el que tenga el control absoluto de la explotación petrolífera’. Vivimos la era del imperialismo rapaz”. ¿En serio?
 Un monero dibuja un puerco como rico empresario, típico de los dueños de transnacionales, quien dice: “Pemex seguirá siendo del Estado… Es el Estado el que ya se privatizó”. ¿Así de fácil? No hay que ser una chicha cuerera para darse cuenta por el camino que andamos.
Según Enrique Galván Ochoa, en su columna “Dinero”, hay cinco mitos sobre Pemex para la sobremesa, a saber:
“¿De veras no hay capital?
“1. Dice el presidente Peña Nieto que el país no tiene dinero para modernizar a Pemex, por eso necesita inversión privada. Eso no corresponde a la realidad. El ahorro nacional registra niveles máximos. Las afores disponen de 2 billones de pesos y las reservas internacionales que maneja el Banco de México oscilan en 162 mil millones de dólares.
“¿Bajaría la gasolina?
“2. Según el PAN, con la reforma bajará el precio de los combustibles. Falso. Los precios de la gasolina, el gas y el diesel los determina el mercado internacional. Eso es lo que el panismo dijo durante los 12 años de la docena trágica. Los gasolinazos mensuales continuarían porque hay un acuerdo de la Cámara de Diputados de mantenerlos por tres años.
“¿Y el desempleo?
“3. De acuerdo con algunos organismos privados, se resolvería en buena parte el problema del desempleo. Falso. Cuando mucho se abrirían 100 mil puestos y el país necesita 800 mil cada año.
“IP sí, pero con límites
“4. Es indispensable abrir las puertas a la inversión privada. Cierto. De hecho ya están abiertas, pero hay que respetar los límites que marca la Constitución.
“¿Y la corrupción?
“5. La reforma acabará con la corrupción en Pemex y su sindicato. Tan falso como creer que la luna es de queso”.
¿Cómo la ven? Pero el debate continúa y continuará, sin duda; mientras, ¿nos quedaremos como los chinitos nomás milando?

De cinismo y anexas
El historiador Enrique Semo dijo alguna vez: “La revolución de Independencia fue algunos años después de la Revolución Francesa. La segunda revolución en el país se llamó Reforma y fue en la época de la gran revolución continental, de la crisis entre el sur americano terrateniente y el norte industrial, y la gran Revolución de principios del siglo XX fue una ola revolucionaria que se estaba dando en Rusia, China, Persia, Hungría, Turquía.
“Ninguna de esas tres revoluciones, no obstante las esperanzas y utopías que tuvieron, logró impedir nuestra dependencia con respecto a los países altamente desarrollados en el capitalismo. Sólo hubo algunas modificaciones, pero no se logró hacer desaparecer nada. México es ahora más dependiente que nunca, dentro de un bloque en el que nuestra nación es el ratón y los otros países los gatos.”
Por lo pronto, ahí se ven.
Hasta la próxima

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