jueves, 29 de agosto de 2013

La Supersecretaría

Salvador Muñoz
Los Políticos

Le dicen SIOP, pero es más conocida como la Supersecretaría.
Es evidente que si bien, con Gerardo Buganza no hay una amistad como la que puede haber con Erick Lagos, Alberto Silva o Salvador Manzur, hay algo más que un simple pacto de caballeros. Sólo así se entiende la creación de la secretaría de Infraestructura y Obra Pública o mejor dicho, de una Supersecretaría.
Pero de que le digan “Supersecretaría” a que sea una “Supersecretaría”, hay un trecho, por supuesto, lógico, natural, más cuando el origen de ésta apenas inicia.
Dos eventos marcan la pauta con la que se ve, Gerardo Buganza está dispuesto a dejar su sello personal en el trabajo: 1.- La obra de La Boticaria y 2.- La tormenta Fernand.
Allá por noviembre de 2012, en Boca del Río, se daba arranque a una obra que buscaba reducir los problemas de vialidad por el tráfico de 150 mil vehículos diarios que confluyen del Puerto, Boca, Medellín y Alvarado. Se hablaba de una inversión de 170 millones de pesos para hacer el distribuidor y colector pluvial… y paradójico: Una obra que debería ser solución, se volvió problema.
De noviembre de 2012 a la fecha, la obra del distribuidor de La Boticaria estuvo sin moverse. Es como si la obra hubiera sido abandonada y en torno a ella, se fue depositando el malestar del vecino de la zona conurbada que tiene que padecer la desidia de una empresa a la que se le dio un anticipo para que trabajara y su labor, jamás se vio. ¿Y Marcelo Montiel? ni siquiera se “mosqueó”.
“Se podría rescindir el contrato”. Esa frase habla de lo que uno espera por parte de un funcionario: Acción. Quizás el lector que no ha ido a la zona conurbada entienda la magnitud del problema en la obra de La Boticaria, pero estoy seguro que esos 150 mil conductores que cruzan a diario por ese punto, han de agradecer a Buganza que le pare sus “tacos” a una empresa que, ante el colectivo común, parece que hizo “fraude”… digo, no encuentro otra palabra para que alguien que ya cobró un anticipo, mantenga durante nueve meses una obra en “stand by”…
¡Y aguas! Porque la situación de esta obra es de las primeras que “el Supersecretario” (como le dicen) recibe por parte de un director de Obras Públicas… falta checar las demás dependencias, aparte de Sedesol, para ver cómo están, entre ellas Sesver, Educación, CAEV…
La desincorporación de estas direcciones de Obras Públicas para reagruparse en la SIOP o Supersecretaría, puede seguir dando más sorpresas… La Boticaria, es el primer paso.
El punto dos, por el momento, exhibe a una secretaría que además de saber Administración, sabe de la talacha. La acción inmediata a Fernand, fue trabajar sobre nueve rutas del territorio veracruzano para laborar sobre deslaves, derrumbes y cortes de vías, entre otros.
Son 112 máquinas y equipo especializado, entre excavadoras, retroexcavadoras, motoconformadoras, camiones de volteo, trascabos, vibrocompactadores, payloder (máquinas especiales), tractores, pipas de agua, con 64 ingenieros al frente… sí, ingenieros, no restauranteros, jugadores de futbol o políticos.
Es innegable que los daños ya están. San Rafael, Misantla, Actopan, Juchique de Ferrer, Alto Lucero, Chiconquiaco, Atzalan, Yecuatla, Colipa, Tlalixcoyan y Tequila, lo saben mejor que nadie. Remediar hasta donde se pueda, es tarea en un tanto, de la SIOP, de las autoridades municipales y de Salud… ya después vendrán las otras.
La Supersecretaría, en sus primeros pasos, parece funcionar. Quizás Buganza no sea el 2… quizás Buganza no sea un Cisne… quizás Buganza no sea compadre de Javier Duarte, como el tocayo Manzur… quizás no guarde esa amistad de la que tanto presumen tienen éstos funcionarios con el mandatario; pero tiene algo que quizás, ninguno de estos tres vayan a tener un día… la confianza del Gobernador, y la prueba está allí, en una Supersecretaría.

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