viernes, 30 de agosto de 2013

Tras el hueso de Sara

Salvador Muñoz
Los Políticos

No bien se había dado a conocer el nombre del rector (en este caso, rectora), cuando muchos trataron de localizarla vía celular. Algunos, para felicitarla; otros, para entrevistarla; cuando se percataron de una cosa… no tenían su número telefónico.
Era comprensible el asunto… primero, muchos pusieron sus esperanzas en Víctor Arredondo Alvarez y se les cayó; después, vieron en Porfirio Carrillo una opción, y toda su atención se concentró en él, tanto que el fin de semana pasado, muchos lo “ubicaban” como virtual rector… y Sara no pasaba ni siquiera por sus cabezas.
A Sara Ladrón de Guevara, según cuentan, muchos de sus nuevos “amigos” la encontraron en el Museo de Antropología… no me consta eso, es lo que dicen.
Allí fue saludada, abrazada, apapachada, “congratulada”. Algunos de estos sentimientos fueron llenos de sinceridad y otros, en aras de conveniencia. Ambos, en política, son válidos.
Otros fueron al grano… al asunto… sin cortapisas… sin dobleces… fueron a dejar su curriculum para ponerse a las órdenes de quien, tras la rendición de protesta del próximo lunes, ha de convertirse en rectora. ¡Claro! El puesto de Raúl Contreras, coordinador de Comunicación Social de la UV, sigue siendo tan apetitoso como la garantía de una chamba bien remunerada por cuatro años y si se descuidan, ¡hasta por ocho! 
Así es… anteponiendo “la experiencia” y el conocimiento del área a tratar, algunos ofrecieron sus servicios de inmediato a Sara…
El pasaje de hace pocos días nos lleva a recordar otro, mito o cierto, de ya hace algunos años, pero precisamente entorno a la UV, en un lugar de Xalapa, de cuyo nombre no quiero acordarme…
Fidel Herrera iba en una camioneta. Lo acompañaba Erick Lagos sentado en la parte de atrás.
De pronto, se oyó una voz: “¡Fidel, Fidel!”; al voltear, ordena el gobernador al chofer que pare el vehículo… había reconocido al periodista que le llamaba.
—¿Qué te pasa? ¿Por qué estás llorando?— le dijo el Gobernador.
—Es que veo que ya has repartido a todos y a mí no me ha tocado nada… y yo te apoyé en toda tu campaña…
—Bueno, bueno, ¿y qué quieres?
—¡La UV!
—¿¡Quieres ser Rector!?
—No, Comunicación Social, Fidel…
Fidel Herrera se dirigió a Erick Lagos y le pidió que hablara con Arias Lovillo, a lo que el periodista le dijo que no lo iba a recibir… al calor del momento, ya ven cómo actuaba Herrera Beltrán, de inmediato llamó al rector y le dijo: Fulanito va a ser tu Coordinador de Comunicación Social… 
El periodista había quitado su cara de compungido y cuando se despedía el Gobernador, éste le increpó a Fidel:
—¿Y Sutano?
Entonces se asomó el otro compañero. El gobernador le preguntó: “¿Y tú qué quieres?”
—¡San José!
—¡Oye! ¿Quieres que te meta a la cárcel?
—No, ser jefe de Prensa en el cuartel de San José…
Se despidió el Gobernador, no sin antes decirle a Sutano: “Oye, invita a Fulano a que se tome un café caliente para que se calme”...
Y así, cual genio, hizo a uno Coordinador de Comunicación Social de la UV y al otro, jefe de prensa en el Cuartel de San José. 
¡Claro! Los tiempos han cambiado. Hoy, ya no endilgan al Gobernador ese tipo de decisiones. Ahora se las “enjaretan” a Gina Domínguez. Y al igual que en el anterior pasaje, mito o cierto, la Autonomía de la UV, a la hora de contar esto, no es respetada. 
Tampoco hay que echar en saco roto que Sara Ladrón de Guevara, como secretaria académica del rectorado de Arredondo (sí, es arredondista), conoció tanto a jefes de prensa como a coordinadores de Comunicación Social de la UV y bien pudiera echar mano de la gente que ya conoció y conoce.
Como sea, ya la electa universitaria tiene cantidad de “curriculums” porque está claro que quienes se acercaron a ella, es porque creen que en esta ocasión, no habrá injerencia del Gobernador o de la Coordinadora del gobierno estatal en la designación de éste u otros cargos en la nueva rectoría de Sara Ladrón de Guevara. Al tiempo… mientras, a comer ansias de matador.

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