De males a males…

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Bien… Bueno, ni tan bien, porque resulta que parece que vamos de mal en mal, de mal en peor, vaya, nos está lloviendo sobre mojado. Ni pa’ donde correr. El poeta español Pedro Calderón de la Barca escribió que de males a bienes dicen que se pasa fácilmente; “pero de males a males, digo yo que es más frecuente”. Nomás hay que voltear tantito a nuestro alrededor para darnos cuenta de lo que está ocurriendo en todo el mundo y, desde luego, aquí mismito en nuestro país donde estamos sufriendo de fuertes lluvias e inundaciones… ¿Es la naturaleza cruel? ¿O nosotros mismos, de una u otra manera, hemos desatado la furia del cielo y la tierra?
 Pero estas tormentas, huracanes, ciclones y demás, son algunas de las varias contingencias por las que estamos atravesando. Ahí tienen ustedes los problemas económicos, políticos, sociales, laborales, educativos y muchos etc.
 La situación se complica con desaparecidos aquí y allá, ya sea por cuestiones del narcotráfico o policial o por Manuel e Ingrid, más lo que se acumule; ni qué decir de la violencia y asesinatos.
Y los sucesos siguen. La impunidad, la corrupción, la miseria lacerante, la burla, la mentira y sígale contando. Pero eso no es todo. Que muere Johnny Laboriel y que muere Ken Norton, ese que fracturó la mandíbula a Muhamad Alí. Que muere, para muchos, nuestro entrañable Álvaro Mutis.
 Y hay mucho más. Que México es “importador agroalimentario neto”, según la OCDE. ¿Y dónde están nuestros campos y campesinos netos? En fin, más males que bienes. Lo que se viene parece que es peor. Ojalá no sea así y sólo sea un mal agüero.
 ¿Hay recesión o desaceleración económica, Luisito Videgaray? Ya, dinos la verdad. Con una raya más al tigre… Sabes bien que los mexicanos aguantamos un chingo. ¿Qué hacer? Mínimo no cruzarse de brazos, ¿no?
 En fin, que por males no paramos y seguramente todos nos damos cuenta y hasta los padecemos en carne propia. Por ejemplo eso de la obesidad y sobrepeso, que dizque México lo sufre cada día con más gravedad, y todo por una mala alimentación o por no cuidarnos bien o porque no tenemos money, pos a penas si alcanza pa’ la comida chatarra.
 No me voy lejos, hace unos días la coordinadora estatal de Nutrición, Prevención y Promoción de la Salud, Lisset López Elías, expresó que “se ha registrado un grave incremento en los índices de obesidad y sobrepeso en niños de la entidad veracruzana, e indicó que cuatro de cada 10 menores ya padecen de estas enfermedades, además de que algunos tienen otros padecimientos como la diabetes”. ¡Gulp!
 Ahí tienen. Incluso el nutriólogo Roberto Muñoz Joachín reveló un incremento de obesidad en niños de 1 a 5 años de edad, llegando a pesar hasta 20 kilogramos tan sólo con un año de edad, cuando el promedio es de 10 a 12 kilos (Imagen de Veracruz).
 ¿Qué hacer? Pos por lo menos inyectar más recursos e instrumentar eficaces políticas públicas en materia de salud para hacer frente a este y otros padecimientos. No hace mucho se supo que el Gobierno Federal presentará una reforma reglamentaria a la Ley General de Salud para restringir la transmisión de publicidad de alimentos chatarras en cine y televisión a partir de 2015. Bien, qué bien, ¡hasta el 2015! Mientras a aprovechar el tiempo y seguir consumiendo todo las ricuras que se anuncian.
 Por cierto, esperemos prospere en esta LXII Legislatura Local o que la siguiente LXIII Legislatura retome la iniciativa que adiciona el artículo 101 Bis de la Ley de Salud del Estado, propuesta por la diputada Isela González Domínguez, que, entre otras cosas, plantea que las autoridades correspondientes emprendan acciones como desarrollar, con la participación de la ciudadanía, programas y actividades en materia de nutrición, enfatizando en temas como la prevención y control de trastornos alimenticios y desnutrición, a efecto de promover una nueva cultura sustentada en la adopción de hábitos alimenticios adecuados.
 Sí, bien, pero luego no salgan con la jalada de repartir “pulparindo”. Al tiempo; total, la vida sigue igual. ¿En serio?

De cinismo y anexas
En esto de los males, Alejandro Dumas escribió que para toda clase de males hay dos remedios: el tiempo y el silencio. ¿Será?
Por lo pronto, ahí se ven.
Hasta la próxima

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