jueves, 26 de septiembre de 2013

Duarte, en la oscuridad

Salvador Muñoz
Los Políticos

No creo que sea tan difícil seguir la máxima de Don Fernando: Si el pueblo dice que es de noche, hay que prender las farolas… pero todo lo contrario hace el Gobernador Javier Duarte.
Pareciera un chiquillo al que se le pide que no haga eso ¡va y lo hace! Todo con tal de llevar la contraria.
Que conste… no se dice tal cosa porque los diputados electos hayan elegido “democráticamente” a su jefe de bancada a Juan Nicolás Callejas Arroyo. Tampoco suponemos que hayan tenido “línea” para que así fuera… eso no se estila en Veracruz…
¡Ya! ¡Suelte la risa! Por supuesto que la designación de Callejas Arroyo no es más que un espaldarazo del Gobernador ante el “Dirigente (in)Moral” de la Sección 32 y cabeza de manada del Equipo Político… en términos elegantes, Juan Nicolás sería Bucéfalo.
Vamos, el gobernador no ve que cae la noche para los maestros y simplemente opta por la máxima del tapetismo oficial:
—¿Qué hora es?
—Las que usted diga, Señor…
Por supuesto, los maestros no piden que el Gobernador intervenga dentro del Sindicato porque ya bastante violada está su autonomía con el servilismo con que han actuado sus dirigentes para con el Gobierno estatal, pero sí puede, si quisiera, hablar con Callejitas junior, el vástago, el joven al que le “heredaron” la Sección 32, y pedirle que dejara el cargo; quizás invitarlo a participar en un área del Gobierno estatal donde pudiera seguir mamando fuerte y recio, a sabiendas de que su padre ha sido recompensado, primero, con ser diputado “pluri”, que no es otra cosa que un pago de factura ya sea del partido o del gobierno; y segundo, porque lo ha hecho jefe de bancada de los diputados del PRI, lo que conlleva a que habrá de recibir jugosas compensaciones por convertirse más que en “líder”, pastor de borregos que habrán de ocupar las curules de la LXIII Legislatura local. Baste ver a quién “ordenaron” soltar la nueva buena: A David “Tontín” Velasco Chedraui.
Mismo favor debiera pedir a esos líderes sindicales del magisterio que han hecho huesos viejos en el poder como un Diz Herlindo o una Acela “Servil”… en el caso de Manuel Arellano, de la Sección 56, debiera sugerirle la separación del cargo mientras pese sobre de él, esa acusación por acoso sexual que señala empleada de tal gremio. Así, en este punto, quedaría bien con los maestros y a la vez con las mujeres.
Eso sería un primer paso para reconciliarse con un sector que durante mucho tiempo, fue reserva electoral importante para el PRI, aunque el diputado Eduardo Andrade Sánchez lo minimice. Y decimos que “fue”, porque no creemos que, si persiste la actitud del Gobernador de mantener apagadas las farolas, los maestros apoyen al PRI de nuevo… y mucho menos al Panal.
Pero supongamos que hay desinterés de Javier Duarte por hacer el papel de Herodes Antipas, es decir, no pretenda entregar las cabezas de esos “caciques magisteriales” a las bases que es lo más sencillo y cuando se está en política, quien hace lo fácil, hace lo imposible y quien no, pues no hace política, es entonces menos creíble esperar que el Gobernador Javier Duarte de Ochoa reconozca el paro estatal indefinido de maestros y por lo tanto, inimaginable que le vaya a pedir al presidente Enrique Peña Nieto el veto de Ley a las reformas que afectan los intereses de los maestros.
Tan es así, que mientras el pueblo diga que es de noche, Javier Duarte de Ochoa no ha de entender que tiene que prender las farolas, para no dejar en la oscuridad a los maestros.

No hay comentarios: