viernes, 13 de septiembre de 2013

La lucha magisterial

Rafael Durian
Crónica Ácida

Las manifestaciones de maestros sin duda, en algunos estados de la república, se han convertido en una realidad subversiva y alterna a lo conocido por la mayor parte de la población, quien cree minimizado este movimiento ante la aparente seguridad de las altas esferas políticas y empresariales y la cerrazón en que los medios de comunicación oficialistas ofrecen al citar a dicho movimiento.
En Veracruz, uno de los estados con mayor número de maestros inconformes por la reforma educativa, se ha notado una amplia participación y unión de los sectores educativos durante las nutridas manifestaciones que se han presentado en la capital del estado.
Sobresale la adhesión de jóvenes estudiantes de la Universidad Veracruzana, estudiantes de las diversas Universidades privadas en la rama pedagógica, así como personal administrativo de la Secretaría de Educación de Veracruz, quienes notan la pérdida de sus derechos laborales ante una legislación ausente de la realidad en que viven muchos docentes.
En las manifestaciones, muchos docentes se reencontraban de manera fortuita a sus antiguos compañeros de generación, todos en una trascendental lucha que nadie imaginaba. Algunos padres, acompañados de sus hijos, todos maestros, buscando una misma causa; algunos maestros desesperanzados al combatir contra una ley ya promulgada y otros aún con la esperanza de lograr “aunque sea algo”, como ellos mencionan. Otro maestro decía a su Director: “como en los viejos tiempos mi profe”, burlándose irónicamente de su posible pasado porril.
En las diferentes zonas y distritos en que son clasificados los incontables docentes, se encuentra un mismo problema, el apoyo virtual pero no presencial de sus representantes sindicales. Algunos afirman que muestran su apoyo “por encimita”; otros, que han sido amenazados o limitados en sus acciones hacia el movimiento; y otros más, que son señalados de recibir dádivas o ventajas en el enorme río revuelto que generó dicha reforma.
Es evidente la negativa, la descalificación y generalización de la prensa veracruzana, acción que es entendible por el “ninguneo” que han recibido desde el principio por los gigantes de la comunicación en Xalapa, muchos de ellos que obedecen a los “jugosos contratos de publicidad” o a la simple manutención del medio y de sus trabajadores.
Hay que decir que muchos comunicadores se muestran indignados ante tal descalificación por el cuerpo docente, sin embargo, indignarse sería negar que estas actividades de censura o autocensura existen.

Campamentos plurales
Durante las guardias nocturnas, resulta asombroso la unión y el apoyo mostrado entre jóvenes y viejos. Los encanecidos maestros que recuerdan sus primeras clases, siempre en comunidades apartadas, junto con los nuevos docentes, algunos con dispositivos electrónicos en mano escuchando anécdotas que posiblemente también pasaron; todos ellos cubriéndose de la constante lluvia nocturna bajo lonas, carpas o casas de campaña; a lo lejos se escucha a algunos maestros entonando canciones acompañados de una guitarra; algunos otros duermen mientras se oye un distorsionado radio sintonizando una estación nocturna.
Dentro de los campamentos magisteriales se puede notar a aquellos docentes con muchos años de servicio y gran experiencia conviviendo a la par con los jóvenes recién asentados en un plaza de maestro y llenos de nuevas teorías y métodos para mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje, muchos de ellos desilusionados por las innumerables desventajas que ofrece un campo laboral muchas veces descuidado.
Recuerda un joven maestro rural cómo adecuaba baterías de auto con el fin de alimentar la televisión y la casetera de su telesecundaria en una comunidad en donde no había luz.
Todos ellos compartiendo alimentos, traídos de casa, para los compañeros foráneos o para los que llevan varios días acampando.

Jueves 12. Madrugada. Sede de la Sección 32 
Una mesurada comisión de maestros recibió la instrucción de cerrar los accesos de la sede de la sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el día miércoles 11. Durante el transcurso de la tarde noche, recibieron múltiples amenazas de los escasos miembros asentados en el interior de la sede, tachándolos de enemigos del sindicato, traidores, revoltosos, huevones y demás peyorativos. Algunos de los maestros que cerraron los accesos, los invitaban a salir pacíficamente y de ser posible unirse a ellos, citando como argumento que a ellos también les afecta la reforma educativa; sin embargo, poco importó a los sindicalizados que estaban dentro de las instalaciones.
Ya entrada la noche, llegaron unos sujetos quienes amenazaron a los maestros manifestantes diciéndoles: “quítense de aquí o si no, los van a venir a quitar”. La razón, la aparente presencia de dos líderes sindicales en el interior de la Sede. Los maestros manifestantes les dijeron: “si ustedes entran, nosotros no los vamos a dejar salir”. Los sujetos se alejaron y ya entrada la noche, cerca de la una de la madrugada y amparados por la oscuridad que ofrece la orilla del Cerro de Macuiltepetl, llegaron —afirman los presentes— cerca de 30 sujetos de apariencia atlética, armados con palos y tubos, para amedrentar y repeler a los manifestantes asentados en la esquina de Saltillo y Aguascalientes.
La guardia ubicada en el portón de la cochera, conformada en su mayoría por maestras, fue removida con violencia, a tal grado de aventar una casa de campaña en donde se encontraban dos maestras y lesionar con un palo o tubo a una de ellas en la pierna.
Algunas mentoras que encontraron refugio en la casa de un vecino, ubicaron a uno de los líderes que posterior a la cobarde acción, salió en una de las dos camionetas burlándose de las educadoras que aún estaban en la calle Saltillo, mientras los agresores tiraban la comida, lonas, carteles de protesta y demás cosas del campamento.
Los integrantes de esa guardia regresaron hasta el siguiente día por sus vehículos ya que no pudieron regresar por la prolongada presencia de los agresores, y los encontraron rayados, ponchados y sin placas.
Al no encontrar sus placas en la oficina de Tránsito y Transporte, regresaron a la sede de la Sección 32 en donde se las hicieron llegar junto con sus respectivas amenazas al asegurar que ya sabían quiénes son y dónde viven.
Este hecho fue captado en fotos y videos con teléfono celulares; sin embargo, sus actores temen por su seguridad y la de sus familias, aunque aseguran darlo a conocer en breve.
A partir de este acto, las guardias nocturnas han sido roladas únicamente para Maestros y la Sede de la Sección 32 hasta el día de hoy sigue sin ver manifestaciones de maestros, ante el miedo que logró el líder y su grupo de choque.

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