Luis Alberto Romero
Hora Cero
Este domingo, el gobernador Javier Duarte de Ochoa se reunió con 36 de los 50 diputados locales electos; es decir, con la mayoría calificada en el Congreso del Estado; y con ello, no solo mostró el músculo político, sino que envió un mensaje claro sobre la influencia que ejercerá, y que será determinante, en el poder legislativo de la entidad
En esa reunión también estuvieron 111 de los 212 candidatos electos a las presidencias municipales, que son los que ganaron las elecciones en los Ayuntamientos por los partidos Revolucionario Institucional, Verde Ecologista de México, Alternativa Veracruzana y Nueva Alianza.
En síntesis, quienes estuvieron son las autoridades que tendrán el gobierno y, por tanto, el manejo del presupuesto, en la célula básica de la estructura del estado, la base de la división territorial y la organización política.
En ese contexto, Javier Duarte tiene mucho de qué presumir porque logró lo que la mayoría de los gobernadores en la etapa reciente de la historia de la entidad no alcanzaron: que su partido, en este caso el PRI, gobierne a una abrumadora mayoría de veracruzanos en los municipios y que, al mismo tiempo, tenga la mayoría calificada en la Legislatura del Estado.
En política, los números hablan: en la elección para gobernador en 2010, el PRI obtuvo, con el propio Javier Duarte como candidato, un millón 356 mil 623 votos, alcanzando el 43.54 por ciento de la votación y ganando más del 51 por ciento de las casillas instaladas.
En ese mismo proceso, el Revolucionario Institucional logró la victoria en 20 distritos, pero no alcanzó la mayoría calificada, que representa la posibilidad del control total del poder legislativo porque sin importar los debates y los argumentos, la oposición perdería todas las votaciones.
Tres años después, en las elecciones intermedias, el partido en el que milita el gobernador del estado ganó la mayoría de las alcaldías, entre ellas Xalapa, el puerto de Veracruz, Tuxpan, Poza Rica, Martínez de la Torre, Orizaba, Coatzacoalcos y Minatitlán, entre otros, los más poblados, así como 23 diputaciones locales.
Con los ganadores de esa contienda se reunió el domingo Javier Duarte, quien los convocó a trabajar con responsabilidad, en el entendido de que el voto ciudadano no es un cheque en blanco y de que la confianza de los electores se debe refrendar cada día.
De igual manera, apuntó que 2014 será el año de Veracruz, entidad que, por cierto, recibirá el próximo año un aumento del 12 por ciento en las participaciones federales, lo cual representa más inversión pública, más obra y más empleo.
Sin embargo, al margen de las recomendaciones del gobernante para los presidentes municipales y diputados locales electos, el mensaje político resulta claro: unidad del partido en el poder para sacar adelante, en el Congreso veracruzano, las iniciativas impulsadas desde el ejecutivo; y fortaleza y organización en los municipios de cara a la segunda etapa de este sexenio, para mantener la gubernatura del estado en el mismo proyecto político.
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