Puro Cuento

Brenda Caballero
Números Rojos

¿Gustas un cigarro? me dicen, mientras me acercan la cajetilla.
—No gracias, no fumo.
—¿En serio?
Es verdad, algunas veces he intentado, pero el simple hecho de aspirar el humo y meterlo a los pulmones y terminar sacándolo por la nariz no entra en mi cabeza. No pretendo ser hipócrita, algunas veces he deseado fumar, pero no soy buena aprendiz, me desespero y casi me ahogo junto con el humo del cigarrillo.
En mi época escolar, era medio nerd, no tenía “malas” influencias que me enseñaran a agarrar el “estilo del cigarro” luego entonces a mis casi 40 sigo sin saber fumar.
Cuando uno es adolescente quiere uno comerse al mundo, incluso se tiene la idea errónea que si el hombre fuma es independiente y varonil, mientras la mujer tiende a verse sexi. ¡vaya ideas juveniles! Pero en ese tiempo… yo quería ser sexi.
A mis veintitantos opté por emociones “más fuertes”… de tabaco, por supuesto,¡ decidí probar el puro o habano! Y mire que hace honor a su nombre, pues el tabaco seco y fermentado es tan fuerte que hasta me dio cruda al otro día.
No me importó, ya que el sabor es único y lo sigues disfrutando por más tiempo en la boca y no necesariamente tengo que meter el humo a mis pulmones.
Desde luego, no critico a quienes fuman, pues hay desde los que se quitan el estrés, los nervios y hasta se curan los dolores de cabeza… ahora sí, cada quien es responsable de lo que “se fuma” y cómo se lo fuma.
A ciencia cierta, muchos mueren de cáncer y no precisamente por fumar, sino porque se encuentran en contacto con sustancias tóxicas o simplemente porque son fumadores pasivos.
Entonces, puede ser que muera de cáncer de pulmón ¿o no?
Hoy en día, todo puede pasar, hasta que los diputados quiten un impuesto ya establecido, y no me refiero al Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) o al Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE) que serán derogados próximamente, sino al Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS).
Aunque usted no lo crea, la Cámara de Diputados eliminó el IEPS al puro que gravaba el 30 por ciento de su valor, argumentando “su apoyo” a los pequeños artesanos que laboran puros a mano. ¿Pequeños? al menos en el sur de Veracruz los empresarios de estos productos de importación no tienen “pequeñas fortunas”.
Aclaro que aún no es un hecho y se espera que la Cámara de Senadores dé marcha atrás al dictamen aprobado en su mayoría por los diputados, ya que si se llegara a aprobar, se estaría perdiendo nada más y nada menos la cantidad de 500 millones de pesos en la recaudación, cifra equivalente a lo que se tiene presupuestado por la Secretaría de Salud para reducir la mortalidad materna o el doble de los recursos de la estrategia para prevenir la obesidad.
No falta el comentario que los diputados ni se dieron cuenta de la propuesta de eliminar el IEPS a los puros, pues “no les dio tiempo” entre tanto trabajo que tenían.
Yo me pregunto: Si quieren recaudar y contribuir a la salud, proponiendo un impuesto a la chatarra y al refresco ¿Por qué quitan fuentes de recaudación que la dañan? o simplemente ¿es puro cuento?

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