martes, 1 de octubre de 2013

El vilano favorito

Erwin S. Bárcenas Oliveros
Un Clavo al Ataúd

En el primer cuadro, podemos ver la sombra oscura, dominante; se levanta amenazadora, imponente; la sensación de peligro es tal, que el lector no puede evitar hacer trampa para, de reojo, husmear en viñetas más abajo para descubrir alguna pista sobre esa incógnita que amenaza al o los héroes atrapados o a punto de ser atrapados en alguna mortal trampa... sólo para descubrir ciertos rasgos distintivos que a punta de la siguiente página nos lleva a descubrir a la infame y maligna mente maestra, cubriendo a página completa con derroche de espectacularidad, su rostro y su grito de maldad: ¡¡¡Que pase la desgraciaaadaaa!!! 
En milésimas de segundo, aventamos la tableta, el smartphone, la lap... ¡vaya! lo que esté de moda o tenga usted a la mano. El susto es terrible, ¿la indignación? fatal, el “ya lo sabía” se regresó por donde vino al enterarnos que lo que suponíamos no era la verdad, ¡No!, no era un megalomaniaco o una mente criminal, no era un destructor de mundos o un ladrón de almas, no era Satanás, Ragnarok o El Satánico... era algo peor, era un absurdo, una tristeza, un ridículo: era “la Señorita” Laura, esa mujer que se atrevió a salirse de su horario de media tarde en el canal de las Tristezas para, después de un circo mal armado, bien documentado en los reportes de la revista Proceso y exhibido en otros medios, la peruana se sintió agredida, desnudada (metafóricamente hablando, los dioses nos libren de tal barbaridad en la vida real), y montó en una cólera digna de ser parte de su propio y lamentable programa, usando recursos del Estado de México para crear un ambiente propicio para una novela que más tarde presentaría en un capítulo de su show.
Laura Bozzo encontró objetivo, en el reporte discreto pero concreto de la periodista Carmen Aristegui, a su mayor denunciante, montando sobre ella un espectáculo casi tan patético como la huelga de hambre de Carlos Salinas de Gortari; a lo que la conductora estelar de MVS se limitó a responder en 5 minutos, que ella y su gente informa, que no participaría en dicha puesta en escena, sin importar que en el otro lado, la señora Bozzo a punta de gritos, exigiera y se cobijara en la ley de “El Show debe continuar”.
Pero el daño ya estaba hecho… el virus había sido implantado en el sistema… las redes sociales, los intelectuales del WiFi y la 3G, como siempre, se colgaron del tema de moda y abandonaron las marchas de maestros, la verdadera ayuda a los damnificados en todo el país, las reformas impositivas, los pobres que hoy son los más; los “tuiteros” y los “feisbuqueros”, las amas de casa, los “Godínez”, los chavos en sus celulares, todos y cada uno, se enfocaron en compartir y distribuir ilimitadamente los videos en youtube donde ambas conductoras hablaban, de alguna forma, una de otra.
En resumen: del espacio noticioso de la señora Carmen, nadie compartió los reportes sobre el deslindamiento que hicieron a Peña Nieto del Caso Monex; el excelente reporte que hizo Enrique Galván Ochoa (@galvanochoa) sobre la andanada de reformas... vaya, de 4 horas de noticias, la mayoría sólo espero y encumbró los 5 minutos que se le dedicaron en el canal 52mx y MVS, a televisa y su “Conductora Estelar”.
Aristegui intentó detener el relajo. Creo que sabía lo que se venía y ella no quería ser parte del distractor, pero el daño estaba hecho. La gente, acostumbrada al escándalo, ese mismo del que se mantiene viva la Señora Bozzo, se enganchó… necesitaban un nuevo villano… Salinas no aparece. Calderón se hizo (más) chiquito. Fox... bueno, es Fox. Peña Nieto ya se encasilló en su papel de ignaro y Emilio Azcárraga tiene la gracia de un tigre sin rayas; luego entonces, apareció Laura Bozzo, #Morbozzo, #Babozzo, #MasfeoqueLauraBozzo... cientos de “memes” (¡googleen, no sena flojos!) sobre ella...
Una chica sube su video y hace lo que la periodista con más credibilidad en los medios masivos quería evitar: contestarle a Laura Bozzo. Otro video que se vuelve viral, otra cubetada de gasolina a la hoguera del escándalo que reaviva la hasta hace unos días, carrera muerta y sin chiste de la conductora peruana. Los periódicos en la parte superior de sus portadas, rellenaron del tema, mucho tiempo después que las redes sociales, sobre el caso Bozzo-Aristegui. El circo durará mientras pueda venderse. La conductora de “Laura” no dejará que sus 15 minutos pasen rápido. Nosotros, los amantes de sentirnos expertos en todo, no la abandonaremos, todo porque más que soluciones, más que razonar, lo que siempre buscamos y siempre nos venden muy bien a un pueblo que vive más en la televisión, en nuestras historias de novela, es un villano favorito.

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