martes, 1 de octubre de 2013

Historias de corrupción II/Salud

Luis Alberto Romero
Hora Cero

Durante años, hablar del sector salud era referirse no solo a médicos que salvan vidas y prestan un servicio muy respetable a la sociedad, sino también al uso de los recursos públicos para el enriquecimiento de unos cuantos.
Hace unos meses, por ejemplo, el secretario de salud en el estado, Juan Antonio Nemi Dib, reveló el caso de la empresa Finamed, que facturaba sus servicios a esa dependencia del gobierno estatal con un sobreprecio considerable, lo cual representaba un daño al erario público de una entidad, Veracruz, que enfrenta una crisis financiera que ha obligado a las autoridades a instrumentar medidas y estrategias de austeridad, ahorro y reducción de gastos en prácticamente todas las áreas.
Finamed es una empresa de la iniciativa privada que se dedica a la subcontratación; es decir, prácticamente no cuenta con equipo propio. Fue creada en 2008 casi ex profeso para participar en una licitación pública en Veracruz y se habla de la asignación de un contrato de 5 mil 500 millones de pesos.
Representó en su momento un jugoso negocio para quienes organizaron esa licitación; la cloaca, sin embargo, fue destapada por el actual titular de la secretaría, que terminó por rescindir el millonario contrato.
Por supuesto, vinieron las demandas de la empresa, pero el tiempo ha terminado por dar la razón a la secretaría de salud, que argumenta que Finamed no cumplió con las condiciones establecidas. Por si fuera poco, quedó demostrado que esa empresa cobraba más del 40 por ciento que los precios que se manejan en ese mercado. Hace unas semanas y por segunda ocasión, un juez federal negó el amparo que solicitó Finamed, por considerar que las demandas de esa empresa son infundadas.
Más recientemente, ya en otro tema pero también dentro del sector salud, se habló de la renta del área privada del hospital “Dr. Luis F. Nachón” al Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado, el Issste, lo que representará ingresos por 50 mil pesos diarios a la Secretaría de Salud del gobierno estatal; el argumento es que esos recursos serán destinados a la compra de aparatos e instrumental médico para la propia dependencia, así como a mejoras a la infraestructura del hospital.
Sin embargo, surgieron voces de inconformidad de algunos médicos que laboran en el área privada del propio hospital.
Salió a relucir entonces que ese espacio era utilizado para que un grupo de doctores hagan negocios de forma particular, utilizando un espacio destinado a la salud pública
El propio titular de la secretaría confirmó que hay médicos que atiendes a pacientes de forma privada y que esa práctica cuesta al erario unos 77 mil pesos diarios.
Así, la renta del espacio al Issste no solo representará un ahorro de 77 mil diarios, sino también una ganancia de 50 mil, un millón y medio de pesos al mes.
Sobre el tema ya se realiza una investigación por parte de la Contraloría General del Estado, reveló el titular de la dependencia, Iván López Fernández, lo que podría derivar en sanciones.
Son dos casos diferentes: uno, en la asignación de un millonario contrato, cuyas irregularidades fueron destapadas recientemente; el otro, en el uso de recursos públicos para favorecer la práctica de la medicina privada, vista como un negocio.
Así, resultan evidentes los esfuerzos por transparentar un área donde han prevalecido todo tipo de vicios y transas.
Por cierto, Veracruz se convirtió en el primer estado en integrarse al programa nacional de abasto de medicamentos, que permitirá a la federación comprar todas las medicinas que requiere el sector salud del país, una operación de más de 40 mil millones de pesos, que representa la posibilidad de que, al comprar grandes volúmenes se logren mejores precios.

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