jueves, 17 de octubre de 2013

¡Mucha ropa, mucha ropa!


Brenda Caballero

Números Rojos

Después de terminar su turno laboral, Sarah decide asistir a un antro. Entre un par de copas, el calor de la noche y una que otra desilusión amorosa, pasa junto con otra amiga a la zona de juegos, donde se encuentran varios hombres en una mesa de billar. Sarah empieza a contonearse al ritmo de la música, en una actitud sexi, provocativa, incluso, su blusa a los hombros dejan ver parte de su pecho.
Ante tal comportamiento, la amiga abandona el lugar, sin que ella lo note.
Sarah sigue bailando sola en medio de la sala de juego; su lenguaje corporal y sus manos incitan a que alguno de los presentes vaya hacia ella. Mientras, todos los varones presentes voltean a verla, extrañados, haciendo comentarios como “¿crees que se iría conmigo?”
Y no falta el aventado, el que se acerca y empieza a abrazarla, besarla, acariciarla, al grado que la acuesta en la mesa de billar. Le empieza a bajar la blusa hasta quedar sus senos al descubierto.
De inmediato, Sarah reacciona ante el peligro y trata de empujarlo, pero es sometida por otro varón tapándole la boca y sujetándola, mientras su agresor se baja los pantalones para violarla. Para ese instante, ya varios varones enardecidos hacen movimientos con la cadera y otros hasta se suben a la mesa apoyando “la hazaña”.
Sarah no puede evitar una, dos, tres violaciones, hasta que por fin logra zafarse huyendo del lugar, desesperada y con la ropa raída.

II
Maribel, mejor conocida como Ángel, está lista para iniciar su trabajo de todas las noches. Retoca su maquillaje y acomoda su traje de lentejuelas negro. Una peineta de plumas acompaña su cabello recogido. La luz tenue se enciende alumbrando la pista de baile y el famoso “tubo”.
Segura de sí, camina firme con sus tacones de 15 centímetros, contoneándose al ritmo de la música, mientras se escuchan silbidos y piropos pasados de tono como “mamacita, qué buena estás”, “quiero”, entre otros.
Ángel toma el tubo con gran destreza; sube y baja sin parar, enfatizando su anatomía, con movimientos sugerentes, candentes y cachondos.
El júbilo varonil estalla cuando Ángel empieza a despojarse del sostén, incrementando los gritos: “¡mucha ropa, mucha ropa!” hasta lograr que caiga la última prenda.
La emoción, la excitación y el alcohol, hace efecto en un varón, quien tambaleándose, trata de llegar hasta Ángel, extendiendo las manos.
Apenas había cruzado la pista, cuando dos corpulentos hombres lo detienen y sugerentemente lo invitan a regresar a su mesa. Ángel continúa su baile, sin inmutarse, como todas las noches.

III
Andrea sube al autobús de la conocida banda La Original Banda El Limón de Salvador Lizárraga. Antes de comenzar la entrevista para el programa Paranoia TV del que es conductora, hace un intro en donde menciona que los va a “paparazziar”.
Andrea se presenta ante el grupo y les comenta que no los va a entrevistar acerca de su trayectoria, porque todo mundo la sabe. Y trata de ser pícara preguntando: “¿Quién es aquí el de sangre caliente?” a lo que uno de ellos le pregunta si se refiere a lo pasional o a lo atractivo. Ella continúa la charla y afirma que le han dicho que todos son solteros. Los de la banda siguen la broma y hasta le dicen a uno apodado “Toro”, que la muchacha lo quiere conocer.
De repente, el camarógrafo dice: “¡pero que les cumpla!”; a lo que ella voltea con cara de sorpresa y afirma que ni siquiera trae ropa interior. El camarógrafo sigue incitando a la banda y dice: “¿trae o no trae?” Andrea se levanta un minivestido que lleva puesto entre risas nerviosas, y deja ver parte de los muslos y las pompas. El camarógrafo le vuelve a decir: “es que por allá no vieron” con la intención de que ella se gire y vuelva a levantar su vestido. El camarógrafo insiste: “un poco más, un poco más”. Andrea trata de seguir con la entrevista, pero ya no le hacen caso, y sale ahora a juego que se tiene que quitar una prenda por cada pregunta. Ella sigue la broma e insiste que “si podrán con ella”, a lo que los 17 contestan con un “uuuuuhhh”. Sigue la entrevista a lo que el camarógrafo vuelve a decirle que tiene que enseñar más, pues ya van varias preguntas. Ella trata de zafarse del asunto diciendo que “no venía preparada para eso”. El camarógrafo cierra la entrevista y un miembro del grupo musical trata de darle una última vuelta. Ella trata de resistirse a lo que se oye el coro de “¡mucha ropa, mucha ropa!”
Al no dar la vuelta completa, se pueden ver un par de manos que le suben el vestido hasta la altura de la cintura; otra más le da un jalón a la tanga, mientras otro la graba con un celular en las partes íntimas, a lo que ella sólo se contrae para evitar el bajón y se tapa con el cd de la banda, se baja el vestido y acto seguido, ante la voz del camarógrafo que ofrece regalar la tanga atigrada, Andrea se la quita y la obsequia… “pero que la huela”, dice el camarógrafo.

IV
El primer punto es una escena de la película “Acusados”, en la que Jodie Foster (Sarah) protagoniza la cinta controversial donde la víctima es tachada de culpable porque sugieren que ella provocó la violación con su comportamiento, ya que sus antecedentes de alcoholismo y drogadicción la señalan tajantemente. El segundo punto no hace falta detallarlo. El tercero sucedió apenas hace unos meses; sin embargo, ante la circulación del video en la red, la conductora Andrea Vilash fue despedida, ¿despedirían también al camarográfo? no se supone que era su compañero de trabajo y al menos debería cuidarla y no incitar a que hiciera cosas que no estaban en el libreto. Si recordamos en el punto dos, intervienen dos varones para evitar que Angel sea tocada. ¿Machismo? Tristemente todos los comentarios no bajan a la conductora de zorra, puta y demás, aunque lo peor es que esos comentarios son de las mismas mujeres, demostrando más agresión hacia su propio género. Cierto que no fue la manera correcta y el comportamiento adecuado para realizar una entrevista, ¿pero eso les da derecho a los demás a subirle el vestido y bajarle el calzón? Creo que si hubiese estado desnuda, lo correcto sería respetarla.
Considero que usted puede estar de acuerdo o no con mi opinión, puesto que los valores inculcados influyen mucho, así como los mismos esteoreotipos transmitidos por los medios de comunicación donde sexualizan a la mujer haciéndola ver como un objeto; sin embargo, es una buena manera de hacer conciencia y cambiar esa violencia de género. Luego entonces, si eres hombre, bájale a tu machismo; y si eres mujer, deja de considerarte y volverte un objeto sexual.

Email: caballero_brenda@hotmail.com

No hay comentarios: