domingo, 13 de octubre de 2013

Pemex, pasivos ambientales

Luis Alberto Romero
Hora Cero

En la zona del Papaloapan, cerca de los límites territoriales con el estado de Oaxaca y del municipio de Juan Rodríguez Clara, ocurrió un lamentable accidente al incendiarse un ducto de Petróleos Mexicanos, parte de la línea que va Minatitlán a la ciudad de México.
De acuerdo con versiones extraoficiales, los hechos ocurridos el pasado sábado causaron la muerte de tres personas y provocaron que de inmediato se trasladara al lugar personal de Seguridad Física de Pemex, así como de Protección Civil de Gobierno del Estado, que controló el problema relativamente rápido.
Los primeros reportes, sin que exista un peritaje al respecto, apuntan que la causa fue un intento de robo de combustible.
El del sábado, sin embargo, no es el primer percance ocurrido en ductos de Pemex por motivos similares; por desgracia, los accidentes y, sobre todo, los derrames de hidrocarburo son frecuentes en las zonas petroleras de Veracruz, que se extienden por todo el territorio, desde Pánuco en los límites con Tamaulipas, hasta la región de Coatzacoalcos y Minatitlán en el sur.
Hace tres semanas, el 23 de septiembre, por ejemplo, cerca de San Andrés Tuxtla, mil personas de las comunidades de El Platanar, Rincón del Zapatero y Tilapan fueron evacuadas por un derrame de petróleo en la planta de bombeo de Mazumiapan. Se trató del oleoducto Nuevo Teapa-Poza Rica, cuya fuga representó severos daños al entorno ambiental.
Antes de eso, el 16 de agosto, otro derrame de petróleo ocurrido en la refinería Lázaro Cárdenas, en el municipio de Minatitlán, no solo afectó una extensión de 33 kilómetros, sino que contaminó aún más al río Coatzacoalcos, al sur de la entidad.
Ese derrame tuvo su origen en el muelle cinco de la refinería, justo en la comunidad de Santa Alejandrina, y su extensión llegó hasta el puente Coatzacoalcos II. Fue uno de los más grandes en los últimos doce meses.
El 20 de mayo de este año ocurrió otro accidente relacionado con Pemex, también en la zona sur de la entidad, ésta vez en La Norma, municipio de Hueyapan de Ocampo, donde se registró un derrame en el oleoducto Nuevo Teapa-Cadereyta; se habló ahí de cien mil litros de petróleo que contaminaron el suelo veracruzano.
Y es que los accidentes relacionados con derrames y fugas de hidrocarburos son proporcionales a la importancia de Veracruz en la industria petrolera; hay que recordar que aquí se generan más de 35 millones de barriles de crudo al año; es decir, más de 5 mil 500 millones de litros.
Por otro lado, por territorio estatal cruzan 2 mil 500 kilómetros de ductos activos, lo que sumado a la extensión territorial de Veracruz, hace verdaderamente complejo el trabajo de cuidado para evitar fugas, derrames y, sobre todo, robos que provocan accidentes como el ocurrido la noche del pasado sábado.
Lo peor es que hasta ahora, la paraestatal se ha negado sistemáticamente a compartir con las instancias de protección civil la información relacionada con sus atlas y zonas de riesgo.

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