Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales
La policía del estado de Veracruz sigue sin ser confiable, ni siquiera para sus mandos.
En más de dos años no han podido certificar a los cerca de 21 mil elementos policiacos que tenía el estado en octubre de 2011, cuando inició el proceso, después de los cuerpos tirados junto al monumento a los voladores de Papantla, en Boca del Río.
La Secretaría de Marina, ante la incapacidad de la policía de Seguridad Pública, llegó a Veracruz a hacerse cargo de la vigilancia del estado el 4 de octubre del 2011, cuando se firmó el programa Veracruz Seguro, supuestamente por 10 meses, de acuerdo con lo que dijo la vocera del gobierno del estado, Gina Domínguez, el 26 de enero de 2012.
Ya son más de dos años de que el operativo inició y los 10 meses se convirtieron en 25 y las cosas no mejoran.
La fecha la han ido prorrogando indefinidamente.
El 1 de marzo del 2012, el gobernador Javier Duarte ordeno la emisión de un boletín para anunciar que la policía estatal acreditable estaría lista para enero del 2013. El tiempo pasó, enero terminó, y la policía acreditable, nunca llegó.
De hecho las condiciones en que se encuentra la actual policía estatal son desconocidas; en julio de 2013 egresó un nuevo grupo de 359 elementos de la academia de policía de El Lencero, con lo cual se integró un grupo de 3,159 policías acreditados en el sistema de confianza.
Pero ese mismo día el gobernador Javier Duarte dijo que habían sido dados de baja 4,000 elementos de la policía de Veracruz.
Entonces, ¿cuántos policías hay ahora en Veracruz?
Y en lugar de dar una explicación razonable y creíble, que permita conocer las causas de que este problema no pueda resolverse, que incluso propicien la participación ciudadana, interesada en que la seguridad publica se mejore en el estado, la actual administración gubernamental prefiere maquillar cifras y dar declaraciones triunfalistas que nadie cree y que sólo en el circulo inmediato del gobernador festinan, porque ni siquiera en las altas esferas del gobierno se atreven a hacerlo, porque saben que son falsas.
Este autoengaño lo consideran su gran triunfo de comunicación social, porque como esa burbuja mira lo que quiere ver, piensan que todos los demás observan lo mismo.
En esa posición ni siquiera aceptan escuchar propuestas que ayuden a mejorar la seguridad pública en Veracruz.
Y esto es parte de la causa del porque no pueden reclutar a más jóvenes interesados en formar parte de una policía eficaz y honesta: al no creerle a los encargados de los cuerpos de seguridad pública, no tienen confianza de que las condiciones en la policía vayan a
Si el que debe cuidar de mí, me miente, pero además conozco casos de abuso de autoridad y los ejemplos de ineficacia abundan, ¿cómo voy a tenerle confianza?.
Y si además se inventan una cosa que llaman policía científica y que más parece estar encaminada a espiar las actividades de ciertos sectores sociales en el ambiente de internet, ¿cómo piensan que la población les puede creer?.
La información, que es de interés publico, la esconden con el pretexto de no causar zozobra y que no llegue a los grupos delincuenciales.
La inquietud ya existe en la población y nada hay que le de tranquilidad.
Lo grupos delincuenciales tienen sus redes de informantes constituidas e incluso infiltradas en el gobierno del estado y por ende en los cuerpos policiacos.
Esto lo reconoció un miembro del gobierno del estado con un cargo alto, muy alto, en una reunión con uno de los sectores sociales.
Incluso dijo “si la Marina ya cuida la seguridad en Veracruz y es lo mejor que tenemos, ¿qué más podemos hacer?.
Un reconocimiento pleno y total de la ineficacia para actuar contra la delincuencia, tanto la organizada, como la pandilleril e incluso la individual. Si es que esa afirmación se hizo.
Entonces, ¿cuándo habrá realmente una policía certificada en Veracruz?, ¿cuándo iniciarán una política de generar confianza en la población?, ¿cuándo Arturo Bermúdez dará una clara muestra de que si puede con el encargo de garantizar la seguridad pública de los veracruzanos?, ¿cuándo la policía de la Procuraduría del Estado resolverá los crímenes que se cometen?.
¿Cuándo?
HECTOR YUNES Y JAVIER DUARTE. Los rumores de repente se esparcen y llegan lejos. A veces los votos de cercanía deben darse porque las circunstancias lo marcan.
Héctor Yunes dijo en días pasados que “En estos tres años de administración de Javier Duarte, hemos trabajado de manera conjunta en pro de Veracruz y habremos de seguir trabajando de manera coordinada en los próximos tres años”.
La declaración suena a respuesta de rumor expandido.
“En Veracruz, estamos todos en el mismo barco, para llevar al estado de Veracruz a buen puerto: el del empleo y la estabilidad, la mejora en la calidad de vida de las familias”, declaró el legislador priista.
Sí, probablemente sí hubo algún reclamo por algún rumor, que expandió ¿quién?.
El origen de la versión pudo haber salido de alguien que quiso que se hiciera el desmentido.
Si yo fuera malpensado, cuántas cosas pensaría.
JOSE YUNES Y EL PRESUPUESTO. El Senado de la República aprobó la propuesta de ley de ingresos del gobierno federal y en el dictamen se propuso el crear un “fondo de estabilización” para los precios del petróleo, en primera instancia por 10 mil millones de pesos.
José Yunes Zorrilla, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, dijo que este fondo se integrará con la estimación del alza al precio del barril de petróleo en el mercado internacional. El proyecto de ingresos del gobierno federal también contempla un fondo de compensación del régimen de pequeños contribuyentes y del régimen de intermedios, así como considerar la ampliación del régimen de incorporación de 6 a 10 años en la Ley del Impuesto Sobre la Renta, y con ello garantizar que los contribuyentes puedan desarrollar sus capacidades administrativas.
La importancia de la discusión del dictamen de la Ley de Ingresos, añadió el senador Yunes Zorrilla, tiene gran significado para la política económica del país y se envía un mensaje de certeza a la ciudadanía, de la representación y diversidad que se expresa en la Cámara de Senadores.
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