viernes, 20 de diciembre de 2013

No despreciemos los chismes

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

“Por más y por menos, se muere uno”, le dijo la gallina a su retoño que aún ni había nacido, con el porvenir promisorio, pues aún era un huevo… Que desdichada la vida y que delicia los días… si lo sabe uno vivir. Eso creo, porque, la verdad, para amar a la humanidad hay que ignorarla, escribiera mi adorable Mariana Frenk-Westheim
El mundo no está loco sino esquizofrénico. El mundo no está ni siquiera, como dijo mi madre, locuacho, sino irremediablemente enfermo… Y esta enfermedad nos proporciona goce, alegría, momentos de satisfacción y hasta fundamento a nuestras vidas. Si seremos, si seremos…. “Entre los vicios de la humanidad actual, uno de los peores es la velocidad”, expresó Mariana en el 2001, y hoy la razón le asiste. Vivimos vertiginosamente, desbocados hacia el abismo. Ya ni guardamos minutos de silencio, sino, como las tortillas y la gasolina y demás, un poco menos que eso porque tenemos prisa y todos estamos dedicados a robar, a robarnos…la vida… ¿O no?
Hoy, qué chido saber que Gene Simmons, el líder del grupo de rock Kiss, subastó y vendió en más de 245 mil dólares (3.18 millones de pesos) ¡un chicle mascado por él! No mameyes en tiempos de melones… Bueno, el mundo está loco desde hace siempre… Los caireles del vocalista de los Rolling Stones, Mick Jagger, fueron subastados por su ex novia en sólo 6 mil dólares. Un diente de leche de John Lennon, que originalmente fue un regalo para su niñera, se subastó en 31 mil 200 dólares en el 2011. Y bueno, el mechón del cantante Elvis Presley fue vendido en 115 mil dólares… ¿Cuánto valdrá dentro algún tiempo el copete de Peña Nieto? “Ah, no, él ya vendió todo”, me comentó un amigo.
 No me crean, sólo son chismes. Pero mi querida Mariana me compartió: “No desprecies el chisme: es la única actividad creadora de muchos”. ¡Gulp!
 El caso es que es Navidad, pronto entrante año 2014, y no hay que aguar la fiesta… Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año, dijo Charles Dickens. ¿Podremos lograrlo?
El gran poeta T. S. Eliot fue contundente: “Las palabras del año pasado pertenecen al lenguaje del año pasado. Las palabras del próximo año, esperan otra voz”. Ojalá… Oh, Alá… Bendito Dios…
Me quedo con lo que escribió Mark Twain: el 28 de diciembre nos recuerda lo que somos durante los otros 364 días del año.
Sean felices… La vida es bella, y si no, hay que hacerla bella. Porque la vida está en otra parte… Incluso, la vida no es muy seria en sus cosas…

De cinismo y anexas
Dice Miriam Subirana, en su artículo “Vivir el poder del presente”: “Hemos creado una sociedad de consumo fundamentada en la necesidad, en la avaricia y en la conciencia de escasez. Pensamos en cómo tener más y conseguir más. Es como si nunca tuviéramos suficiente. Siempre queremos más y más: hemos construido nuestra identidad basándonos en nuestro poder de adquisición. Al correr tras los deseos provocados por la insatisfacción, uno deja de agradecer lo que tiene porque está pendiente de conseguir algo más. No disfruta del hoy, permanece en un estado de deseo continuo y la insatisfacción parece insuperable.
“Si nos damos cuenta y nos responsabilizamos de cómo estamos, de cómo somos, de lo que sentimos y de lo que hacemos, nos arraigamos en el hoy. Dejamos de buscar culpables. Escuchamos la intuición y la voz del corazón. No del corazón que bombea la sangre, sino del corazón de nuestro ser”.
Nos vemos el próximo año, primero Dios. Me iré de “vagaciones”, si así lo quiere Chuchín, me permite mi sueldo y si me llegan los apoyos (chayotes).
 Por lo pronto ahí se ven.

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