miércoles, 5 de marzo de 2014

ASF documenta la corrupción de Theurel

Roberto Morales Ayala
Zona Franca

La corrupción de Marcos Theurel estaba ahí. La veían todos, los ediles, los constructores, los periodistas, la sociedad. No la quisieron ver, por razones de encubrimiento y complicidad, por razones políticas, el Congreso de Veracruz y el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS).
Hoy la Auditoría Superior de la Federación encuentra 40 millones de probable daño patrimonial por mala aplicación de partidas presupuestales de origen federal, correspondientes a 2012, y un subejercicio de más de 23 millones de pesos, que el ayuntamiento de Coatzacoalcos deberá resarcir.
A Theurel Cotero le hallaron malos manejos en las finanzas de Coatzacoalcos, algo que todo mundo sabía, que se venía documentando y con evidencias y pruebas irrefutables se advirtió a tiempo el saqueo que realizaba el entonces alcalde, uno de los hijos predilectos de la fidelidad. 
La ASF encontró daño patrimonial en tres fondos federales: Fondo de infraestructura Social Municipal (FISM), Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y las Demarcaciones (FORTAMUND), y el Subsidio para la Seguridad en los Municipios (SUBSEMUN). Entre los tres arrojan una cifra superior a los 40 millones de pesos, sólo en un año, en 2012.
Del FISM, reportan las auditorías de la ASF que a Theurel se le esfumaron 23 millones 810 mil 300 pesos, por un subejercicio, por trasladar indebidamente los fondos a una cuenta bancaria donde se venían depositando otros recursos y una vez que los reintegraron, lo hicieron sin cubrir los intereses respectivos.
La partida del FISM destinada al municipio de Coatzacoalcos fue de 76 millones 796 mil 900 pesos, los cuales fueron transferidos por el gobierno de Veracruz con un retraso de 17 días.
De esos recursos, el ayuntamiento de Coatzacoalcos tomó 19 millones 351 mil pesos para la suscripción del crédito con BANOBRAS, previo acuerdo de cabildo y autorización del Congreso de Veracruz.
El ayuntamiento theurelista no administró los recursos del FISM 2012 en una cuenta específica sino que lo hizo en la del FISM 2011. Posteriormente, trasladó 9 millones 700 mil pesos a otras cuentas bancarias controladas por la tesorería municipal y más adelante los reintegró pero sin sus respectivos intereses.
En el apartado 5 del informe de la Auditoría Superior de la Federación, se establece un dato relevante: en la Cuenta Pública 2012, la misma que los regidores no le quisieron aprobar a Marcos Theurel y que éste llevara de manera unilateral al Congreso de Veracruz, se reportaron 57 millones 493 mil 900 pesos, lo cual “no es congruente con el importe real ejercido a esa fecha, de 34 millones 468 mil 300 pesos”. La diferencia es de 23 millones 25 mil 600 pesos.
El apartado 6 del informe de la ASF, señala que del fondo FISM, Marcos Theurel ejerció 50 millones 331 mil para pagar 44 obras, dos acciones y comisiones bancarias, y los recursos no pagados son del orden de 26 millones 566 mil 800 pesos. O sea, dice el informe, “existe una diferencia no comprobada de 23 millones 810 mil 300 pesos, importe que fue transferido a otros fondos en diversas operaciones que se realizaron en ambas cuentas en las que se manejaron los recursos del FISM 2012”.
Otras irregularidades que arrojan las auditorías corresponden al Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y las Demarcaciones (FORTAMUND). Ahí el daño es por 13 millones 881 mil 400 pesos.
La mecánica seguida por Marcos Theurel es similar al caso del FISM: se realizaban depósitos en cuentas bancarias y posteriormente se trasladaba parte de los fondos a otras en las que mezclaba el dinero con diversas partidas. Posteriormente se reintegraba el recurso pero sin el correspondiente interés.
El tercer caso es el relativo al Subsidio para la Seguridad en los Municipios (SUBSEMUN). Ahí, el daño es por 3 millones 77 mil 500 pesos, así como 77 mil 100 pesos correspondientes a intereses bancarios.
Tanto en FISM, como en FORTAMUND y SUBSEMUN, las observaciones son similares: el ayuntamiento no aplicó los “controles para el ejercicio de los recursos y el logro de metas y objetivos, situación que refleja debilidades en la calidad de la gestión municipal”; tampoco hubo una adecuada transparencia ni rendición de cuentas; no se informó a la Secretaría de Hacienda, y la falta de cumplimiento en el objetivo de los fondos, que debían atender a los núcleos sociales más desprotegidos, incidió en el crecimiento del índice delictivo.
En suma, son más de 40 millones de pesos que la Auditoría Superior de la Federación estableció como “probable daño o perjuicio o ambos a la Hacienda Pública Federal”, por el manejo en que condujo la administración municipal de Coatzacoalcos, encabezada por Marcos Theurel Cotero.
En cambio, para el ORFIS de Veracruz y el Congreso estatal, no hubo nada irregular en la forma en que conducía sus finanzas el alumno del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Pese a existir evidencias públicas de cómo se conducía Theurel; de las quejas abiertas, incluso con oficios de regidores presentados ante el ORFIS donde acusaban la opacidad financiera y violaciones a la Ley Orgánica del Municipio Libre; las denuncias de periodistas que exhibían el contratismo irregular y la asignación de obras a los amigos del alcalde, tanto el Congreso como el ORFIS cerraron los ojos y solaparon la corrupción.
Theurel Cotero hizo de la corrupción una norma en el ayuntamiento de Coatzacoalcos. No sólo en el ejercicio 2012 se dieron esas irregularidades. En 2013 fue igual o peor.
Una de esas evidencias fue exhibida el 4 de agosto de 2013. Diario Presencia documentó cómo le fueron asignados diversos contratos de obra a dos empresas fantasma, la de Reyna Hernández Condado y la de Benigno Baizabal Zavala.
Las obras importaban una erogación de más de 10 millones de pesos, pero la ejecución de las mismas tenía un destino incierto. Se trataba de rehabilitación de calles de terracería en diversas colonias, la reposición de losas dañadas con concreto hidráulico en diversos puntos de la ciudad así como el suministro y aplicación de pintura en guarniciones en diferentes puntos del municipio.
El contrato FORTAMUND-DF-004/13 con número de obra 2013040200 era referente a la “rehabilitación de calles de terracerías en diversas colonias”. Su importe: 2 millones 451 mil 570 pesos. La obra estuvo a cargo, supuestamente, de Reyna Hernández Condado.
Theurel le dio dos contratos más: FORTAMUND-DF-006/13 y FORTAMUND-DF-007/1, todos por concepto de rehabilitación de calles de terracerías en diversas colonias. En total, más de cinco millones de pesos.
También le asignó el contrato FORTAMUND-DF-002/13. Erogó 874 mil 199 pesos por reposición de losas dañadas con concreto hidráulico en diversos puntos de la ciudad.
A Benigno Baizabal Zavala el correspondió el contrato FORTAMUND-DF-005/13 por 2 millones 336 mil 229 pesos también por rehabilitación de calles de terracerías en diversas colonias, y el FORAMUND-DF-001/13, por un millón 347 mil 572 pesos por suministro y aplicación de pintura tráfico en guarniciones en “diversos puntos de la ciudad”.
Existe la sospecha de que tanto Reyna Hernández como Benigno Baizabal no existen, o que le sirven de tapadera a Marcos Theurel. Ambos tienen su domicilio en Xicoténcatl No. 62, colonia Centro, en Xalapa; un departamento al lado del otro. Pero cuando se les buscó en esa dirección simplemente nadie los conocía.
Cuestión de perspectiva, cuestión de enfoque, cuestión de ética o cuestión de moral. La corrupción de Marcos Theurel estuvo a la vista de todos, pero el Congreso y el ORFIS de Veracruz decidieron solaparla.
Ahora la Auditoría Superior de la Federación la documenta y la exhibe. Son 40 millones de pesos, pero sólo en 2012. Y lo que ha de venir.

(romoaya@gmail.com)(@moralesrobert)

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