domingo, 31 de agosto de 2014

Pepe Yunes, las señales están dadas


Armando Ortiz
El Hijo Pródigo

Ferdinand de Saussure no escribió el famoso libro que anticipa la ciencia que hoy conocemos como semiótica. El libro fue escrito por los alumnos de Saussure, quienes en un aniversario luctuoso se reunieron para rendir un homenaje a su maestro y ahí se dieron cuenta de que tenían apuntes directos de cada una de las clases que éste les impartiera. Fue por ello que reunidos compilaron los apuntes dando así forma a uno de los libros más importantes sobre la ciencia del lenguaje: Curso de lingüística general.
En este libro Saussure anticipa o predice lo siguiente: “Se puede, pues, concebir una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida social. Tal ciencia sería parte de la psicología social, y por consiguiente de la psicología general. Nosotros la llamaremos semiología”.
La semiología o semiótica cambió al mundo, nos hizo ver las cosas de una manera distinta, de una forma más analítica. La semiótica le fue dando sentido a los colores, a las formas. En el diseño publicitario la semiótica es básica, pues al expresarse mediante signos, cada elemento del mensaje, merece una interpretación.
A partir de la semiótica entendimos que la comunicación cotidiana venía cargada de señales que antes no habíamos advertido. En un encuentro, en una conversación, los gestos adquieren un valor específico en el mensaje. Hay más información en lo que no se expresa oralmente, que en lo que se dice con el habla.
En política la semiótica cobra un valor destacado. La política no se comunica con un lenguaje franco, directo; el lenguaje de la política es ambiguo, a veces deshonesto, no dice “esto me gusta”, “esto no me gusta”. El lenguaje de la política es críptico y por eso el analista debe conocer el código de cada mensaje para darle la interpretación correcta. Es por ello que el mensaje que lanza Carlos Salinas de Gortari en un informe de gobierno, en el que la izquierda a gritos buscaba interpelarlo, llega cargado de un sentido que trasciende el momento: “Ni los veo, ni los oigo”. Tal fue la actitud de un presidente malogrado.
Es por ello también que la señal de Humberto Roque Villanueva, al ser aprobado el IVA al 15 por ciento, se vuelve famosa y queda como emblema del propósito parlamentario de un partido de mayoría, lo que quieren es chingar al pueblo, como lo indica la “roqueseñal”.
Todo lo anterior viene al caso por la visita que hicieran en la semana que termina los gobernadores de las entidades federativas del país, así como la presencia de ocho secretarios de estado y la sesión plenaria de senadores del PRI. Veracruz fue por un momento el centro político del país.
Una de las visitas más destacadas fue la del secretario de Hacienda, el llamado amigo del presidente, Luis Videgaray.
En medio de la efervescencia electoral que se vive en el estado, en un ambiente de nombres de posibles candidatos y ante la posibilidad de una gubernatura de dos años, la presencia del amigo del presidente vino a arrojar signos importantes que deben ser bien interpretados.
En primer lugar ha quedado claro el gran aprecio que el secretario de Hacienda siente por el senador Pepe Yunes. En Veracruz ya se sabía, era un asunto que se comentaba en los cafés, pero en la reciente visita ha quedado más que claro: El hombre de Luis Videgaray en Veracruz es Pepe Yunes.
Otros con tal de calentar la cabeza de los incautos señalan que es el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela. Pero ayer las cartas fueron mostradas y los signos, que expresan un mensaje más contundente que el dicho, indicaron que Pepe Yunes es la apuesta de Luis Videgaray en Veracruz.
Compartieron mesa en el café La Parroquia de Veracruz, en la otra mesa estaba el gobernador Duarte y José Antonio Meade, secretario de Relaciones Exteriores (el otro amigo de Pepe); como convidado de piedra estaba “el niño verde”.
En las reuniones siempre se vio a un Pepe Yunes muy cerca del secretario de Hacienda, a ratos tuvieron diálogos entre ellos. Las imágenes son reveladoras.
En alguna ocasión un político de gran peso en esta administración me decía que el candidato natural para el próximo sexenio era el senador José Yunes Zorrilla. Pero advirtió que Pepe sería el candidato a menos que las circunstancias cambiaran. Lo que muchos intentan en este momento, es cambiar esa circunstancia. La presencia de Videgaray en Veracruz y el afecto que muestra por el senador Pepe Yunes nos dicen que hasta el momento esa circunstancia no ha cambiado.
Por cierto, ¿alguien vio por ahí al senador Héctor Yunes? Las señales están dadas.
Postdata 1: Michelle Servín en el Curso de Capacitación Laboral en el Congreso
El viernes pasado, en el Palacio Legislativo, concluyó el Curso de Capacitación Laboral, impartido por el Tribunal de Conciliación y Arbitraje y el Órgano de Fiscalización Superior del Estado (Orfis) a funcionarios de los 212 ayuntamientos. En este curso se señaló la necesidad de legislar y establecer mecanismos preventivos para evitar conflictos por laudos laborales. Una de las que estuvieron presentes en este Curso fue la síndica de Xalapa, Michelle Servín González, quien acudiera en representación del alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga. En este curso se recomendó instalar una unidad de conciliación dentro del Departamento Jurídico de cada ayuntamiento, tema que por cierto compete a la síndica de Xalapa.

Postdata 2: ¿Cómo perder los distritos de Xalapa?
Si quieren perder Xalapa, los del PRI deben poner a Corintia Cruz como candidata por Xalapa urbano y a Érika Ayala por el rural. Está bien que se requieran mujeres para llenar la cuota de género, pero siquiera consíganse unas con cerebro y sin esa insana avidez, que es un distintivo de las personas sin escrúpulos.
aortiz52@hotmail.com


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