Salvador Muñoz
Atrasito de la raya porque estamos trabajando.
¡Señora y señor!, ¡joven y jovena! ¡Niño y niña!
Los invito a disfrutar, sin que se pasen de la raya, a disfrutar las líneas (que no divisorias) de nuestro amigo Erwin Bárcenas.
El trazo, el color y el sarcasmo, son sin lugar a dudas, un pasaporte –sin necesidad de polleros– al otro lado de la raya, donde el cinismo de nuestras autoridades (antes Fox, hoy Calderón) y la o(b)jetividad de Tío Bush o Sam, para el caso es lo mismo, nos hacen los mandados.
Aquí, con estas caricaturas, viñetas, ilustraciones, ¡obras de arte! (tengo que cobrar por el cebollazo) somos nosotros quienes peinamos de rayita en medio a estos cuates que siempre se andan pasando de la raya.
Así que, pa’ qué se va a gastar su raya en Plaza Américas cuando puede hacerlo con Erwin y sus caricaturas. Este cuate sí es capaz de ponerle una raya más al tigre.
Pero por favor, no se nos olvide la cruda realidad: Todavía nuestros paisanos, a diario, se juegan el pellejo tratando de cruzar la raya. Tampoco se olvide que estas líneas son un homenaje a esos valientes, a quienes buscan al otro lado de esa línea (tranquilos cocos, hablo de las otras) lo que aquí, en su país, no encuentran: ¡una oportunidad!
Vamos pues, entonces, a disfrutar de este espacio y a los que impidan, sobajen, humillen y desprecien a esa raza de bronce valiente en la frontera ¡que mal raya los parta!
¡Felicidades Erwin!
¡Señora y señor!, ¡joven y jovena! ¡Niño y niña!
Los invito a disfrutar, sin que se pasen de la raya, a disfrutar las líneas (que no divisorias) de nuestro amigo Erwin Bárcenas.
El trazo, el color y el sarcasmo, son sin lugar a dudas, un pasaporte –sin necesidad de polleros– al otro lado de la raya, donde el cinismo de nuestras autoridades (antes Fox, hoy Calderón) y la o(b)jetividad de Tío Bush o Sam, para el caso es lo mismo, nos hacen los mandados.
Aquí, con estas caricaturas, viñetas, ilustraciones, ¡obras de arte! (tengo que cobrar por el cebollazo) somos nosotros quienes peinamos de rayita en medio a estos cuates que siempre se andan pasando de la raya.
Así que, pa’ qué se va a gastar su raya en Plaza Américas cuando puede hacerlo con Erwin y sus caricaturas. Este cuate sí es capaz de ponerle una raya más al tigre.
Pero por favor, no se nos olvide la cruda realidad: Todavía nuestros paisanos, a diario, se juegan el pellejo tratando de cruzar la raya. Tampoco se olvide que estas líneas son un homenaje a esos valientes, a quienes buscan al otro lado de esa línea (tranquilos cocos, hablo de las otras) lo que aquí, en su país, no encuentran: ¡una oportunidad!
Vamos pues, entonces, a disfrutar de este espacio y a los que impidan, sobajen, humillen y desprecien a esa raza de bronce valiente en la frontera ¡que mal raya los parta!
¡Felicidades Erwin!
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