jueves, 24 de enero de 2008

¡Qué vergüenza!


Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

Pocas veces puedo decir esto al hablar de los Halcones UV Xalapa, pero tras ver la pobreza y pánico con el que se presentaron en Mexicali no tengo otra expresión y comparto la expresión que me decía un colega de TV Azteca Veracruz: “Si no querían ir, a qué fueron”.
Y es que realmente el baile que les pegaron los Soles será difícil de olvidar en mucho, pero mucho tiempo. La final que se perdió en el 2006 no tiene nada que ver con lo que fue la eliminación de los emplumados en la Liga de Las Américas. En aquella final de la LNBP se notó el bajón físico y las limitantes de jugadores como San Bowie y del coach Ángel González, pero se dio más batalla que lo visto lunes y martes en el Auditorio del Estado.
Ahora no sólo el llamado Showtime se vio totalmente controlado por Greg Lewis, sino que Horacio Llamas humilló a Víctor Ávila y a Omar López al mismo tiempo. El único que medio se defendió fue Gustavo Ayón. De Ron Selleaze mejor ni hablar, llegó como refuerzo de gran cartel (que no dudo que lo tenga) pero se apagó frente a los cachanillas.
De Juan Wheat, James Penny, Richard López y los hombres de banca terminaron de cuajar una victoria, que en algún momento se complicó, pero que en los terceros periodos se definieron porque a los Halcones se les acabó el gas, la creatividad y exhibió que a pesar de tener un roster de lujo, Andy Stoglin ha dejado de usar a todo ese personal con constancia y se ha contagiado de mantener a elementos que siguen en picada con su rendimiento.
Mejor ejemplo, Ávila y Bam Bam, ambos ya no pueden con el paquete y el coach emplumado los mantiene como titulares, ¿o será que en el roster sólo tiene nombres y no lo que necesita? Porque no se entiende por qué no darle más minutos a Lulo Benítez o Roger Salcido, por mencionar a algunos.
Cuando a los Soles se les ganó en Xalapa en el primero de la serie, pocos notaron que estaban fatigados, que se cuidaron de más, que iban dispuestos a matar todo en casa y reconozco que el anuncio del sonido local en aquella noche de lunes en El Nido fue apresurado e inapropiado. Ese ego nunca se había palpado en el recinto ni por su anunciador. Ningún justificante existe ni existirá para mofarse de un enemigo deportivo ni decir que se le vencería si el duelo aún no comenzaba.
Y si desde ese momento había agrandamientos, qué decir de las actitudes de ciertos elementos que ya se daban en el final four y prefirieron irse de compras que concentrarse en una serie más que importante. Mientras, los cachanillas hicieron una labor psicológica importante, lo que hace un grupo grande, cohesionado, visionario, con ganas de salir adelante. Ojalá pronto en el feudo emplumado exista ese tipo de cosas, porque no sólo lo físico cuenta en el deporte.
Esa motivación extra aún más fuelle a los muchachos de Iván Denis que volvieron a enseñar ser superiores en contiendas donde existe algo de por medio, no insignificantes partidos de temporada regular. Recuerdo una cabeza que usé hace tres años dedicada a los plumíferos, tras una derrota contra San Luis en la capital veracruzana, el texto decía “Faltaron huevos en El Nido”. Justamente se ajustaría para este momento.
Los Halcones enseñaron que no tienen, hoy por hoy, clase para una justa internacional. Sólo ganaron dos partidos de seis confrontaciones. Todo lo contrario a los Soles, que son un justo representante nacional para buscar el título continental y ojalá que lo ganen, mientras en Xalapa nos enfocaremos a competir en un nivel real, el localista, y a ver si con estas actitudes alcanza para levantar el trofeo de campeón en la LNBP, porque el ser primer lugar de la Zona Sur ya no sabe.
Hasta la vista.

fhernandez1980@gmail.com

No hay comentarios: