De la cumbre alterna en Papantla 2008

Zenón Ramírez García
Gestas y Gestos

La voz inconfundible y firme del maestro se escuchó por las bocinas y en acto reflejo los ojos lo buscaron y hallaron. Sentado, con su gran imagen contenida en su pequeña y regordeta figura, micrófono en mano, explicaba -como lo ha hecho desde 1975- a la multitud reunida frente al Mural a la Cultura Totonaca, el cuadro que enseguida presentaría el Ballet Folklórico de la Universidad Veracruzana.
Los recuerdos volaron del pasado. Su voz rebotaba en las paredes áulicas dirigida a los estudiantes del postgrado en Educación Primaria en las instalaciones de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, quienes en secuencia rítmica avanzaban en círculo. En tanto, las magistrales notas musicales y las privilegiadas voces del grupo Tlen-Huicani animaban los cuadros que se fueron sucediendo a lo largo de las casi dos horas de actuación, frente a un público que en pié, disfrutaba y aplaudía generoso al talento, sincronía y gracia de los ejecutantes, la policromía del vestuario y la fluida coreografía.
La emotiva síntesis del conjunto y el espectador se daba al sentirse transportado a los parajes mexicanos “por los caminos del Sur” de Guerrero, “El carretero” jalisciense, “Cantando el gustito” por la huasteca, “El zapateado veracruzano”, “las mujeres bonitas de San Marcos” y el “huyuyuy que iguana tan fea”, entre otras expresiones regionales.
El grupo folklórico que naciera en la comunidad estudiantil normalista en 1964 -bajo el auspicio del entonces maestro de danza, hoy su Director General, Miguel Vélez Arceo con el apoyo del ex Gobernador del Estado, Lic. Fernando López Arias- y que en 1975 fuera incorporado a la Universidad Veracruzana, mostró la calidad que le ha valido preseas de arte dancístico, premios y el reconocimiento internacional: Embajadores de nuestro mosaico cultural por 28 países de tres continentes.
Enfrente, en los primeros lugares, Doña Georgina Álvarez, papanteca radicada hace años en Gutiérrez Zamora, Ver., disfrutaba más que nadie la actuación de sus hijos: María del Pilar García Álvarez y José Luís González Guzmán, fundadores del Ballet y a punto de jubilarse. Con ella sus otras hijas, nietos y bisnietos, procreados con el entrañable maestro Mario García Villanueva, de La Grandeza, Papantla, Ver., forjador de muchas generaciones, analista, historiador, pelotero, declamador y bohemio allá en la tierra de los “come churros”. ¡Cómo hubiera querido tenerlo a su lado para disfrutarlos! Más, cuando “Mapi” cosechó nutrido aplauso en reconocimiento a su calidad de bailarina solista. ¡Para orgullo del “Profe Mario” en este memorable Sábado de Gloria! Coincidencia ¿no?
Jovial, de fácil sonrisa y admirable sencillez, a sus recién ochenta pareciera que los años hubieran pasado de largo, sin dejarle huella al galardonado nacido en Espinal, Oaxaca, quien al estrecharlo le escucho decir “¡qué viejos están mis alumnos!”. Vélez con 44 años al frente del grupo, preparándolo, coordinándolo y promoviéndolo, habla también de su jubilación pero no lo dejan. Y no lo dejan para bien de la cultura de Veracruz y de México.
Algunas voces dicen que también es para bien de su salud. Como quiera que sea, nos sentimos orgullosos de tener un Miguel Vélez Arceo activo y un internacional Ballet Folklórico de la Universidad Veracruzana, llevando al mundo nuestro mexicanismo.
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