lunes, 14 de abril de 2008

El PRD y la perversión política

José Emilio Lobato Corrigeux
Comentario Abierto

Fue en los tiempos en que José López Portillo impulsara la inclusión de todos aquellos grupos o actores políticos a la vida democrática para que ventilaran sus diferencias con el sistema político, en aquel momento en manos del partido único, mediante su organización y conversión en organizaciones y partidos políticos y la creación de diputados de representación proporcional por circunscripciones especificas, cuando nacía la reforma política a través de la ley de organizaciones y procesos políticos electorales (loppe).
En la parte incipiente, se constituyeron los partidos políticos que se sumaron a los que tradicionalmente existían, pero que a través de todo tipo de recursos el gobierno les impidió crecer, principalmente porque unos eran expresiones grupales que de manera frontal y sistemática desafiaban al gobierno y no contaban con recursos económicos para operar políticamente y otros se constituyeron en lo que algunos apodaban como “partidos morralla” que bajo el instrumento de la simulación eran contrarios al sistema pero finalmente transaban con él recibiendo contraprestaciones políticas y en la mayoría de los casos económicas.
Sin embargo las cosas no significaron ningún riesgo para el régimen y el proceso de la pluralidad se movió en la expresión mayoritaria del PRI y los partidos entonces opositores mantenían algún tipo de representatividad en el Congreso y en otros llegaron a contar con ediles en cierto numero de municipios hasta que ya en el segundo tercio del gobierno de Miguel de la Madrid comienza el desprendimiento: siendo Jorge de la Vega Domínguez Presidente del PRI nacional, surge una corriente interna dispuesta a contener las medidas neoliberales arropadas en la gracias del entonces Presidente de la Republica.
El recorte del gasto publico, la fusión, venta y desaparición de organismos públicos y empresas de participación estatal, donde tradicionalmente tenían cabida los miembros de los grupos políticos priistas que, en su momento fueron parte de la lucha para la nominación a la presidencia de la republica, y que al no lograrlo quedaban incorporados dentro del régimen encabezando entidades publicas, ahora junto con el proceso de desmantelamiento del estado iban quedando fuera; marcando así la pauta para ir cerrando el circulo de poder en grupos privilegiados que a su vez provoco la fractura mas importante de la clase política priista en la vida posrevolucionaria.
La Corriente democrática conformada por figuras relevantes de la época como Cuauhtemoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Navarrete y Rodolfo González Guevara entre otros, constituian un riesgo dentro del PRI que en su momento complicaría el proceso sucesorio que pudo haberse resuelto en forma practica colocándolos en áreas de gobierno, pero el proceso económico del neoliberalismo económico, planteado en el eficientismo de hacer mas con menos, comenzó a tomar velocidad y la reducción del gasto publico como una de sus premisas, incluía la desaparición de los grupos políticos tradicionales y el entonces Presidente del PRI Jorge de la Vega a través de su Secretario de Información y Propaganda Dionisio Pérez Jácome anunciaba que “se acepta la renuncia al Partido Revolucionario Institucional de los señores Cuauhtemoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo” sin que en realidad la renuncia se haya presentado.
Es así que surge el Frente Democrático Nacional conformado por el Partido Autentico de la Revolución democrática, el Popular Socialista; el Socialista de los Trabajadores (estos dos últimos en anteriores proceso aliados del PRI), el Socialista Demócrata y otros grupos de izquierda sin registro oficial quienes nominaron como su candidato a la Presidencia de la Republica a Cuauhtemoc Cárdenas Solórzano, a quien finalmente y en plenas campañas políticas se le sumó el candidato del Partido Mexicano Socialista Heberto Castillo y cuyos avances manifestados en el resultado electoral de 1988 se convirtieron en el parte aguas de la democracia mexicana en la ultima parte del siglo XX.
De este resultado electoral, adverso por cierto al Frente Democrático Nacional, se incuba el anhelo por constituir una fuerza política capaz de enfrentar la al Partido de Estado en la competencia política que desencadenó finalmente en la creación del Partido de la Revolución democrática cuyos avances en el espectro electoral inician y se fortalecen bajo la dirección de sus 3 primeros dirigentes: Cuauhtemoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador, en ese momento el PRD se convertía en la tercera fuerza política del país dada su penetración en las clases desprotegidas apenas por debajo del PRI y el PAN y aquí es donde viene lo interesante.
La legislación electoral del país define que los partidos políticos a través de las autoridades electorales en función de su proporción obtenida de votos en las ultimas elecciones recibirán prerrogativas económicas para su promoción y participación en los procesos electorales y del presupuesto asignado en este renglón recibirán el 30% en partes iguales y el 70% de acuerdo al numero de votos obtenidos, de tal forma que en las elecciones del año 2006, el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador coloco al PRD en un lugar muy importante al pasar del tercero al segundo lugar en numero de votos, con un porcentaje mínimo abajo del PAN y deslizando al PRI a tercera fuerza política en ese momento, así que este es un punto de identificación de los problemas internos del PRD en el cambio de sus dirigentes nacionales como en los estados.
El presupuesto que habrá de recibir el partido del sol azteca es un apetitoso manjar por el cual compiten las tribus que lo componen, y es por eso que en vez de hablar o debatir sobre la participación que deberá tener esta fuerza política en el futuro inmediato, los candidatos a la dirigencia nacional y a las estatales exponen de una y otra parte que se encuentran trastocados por el manejo de recursos oficiales (habría que ver por parte de quienes) y de las trampas y mañoserías electorales que en otros momentos han criticado y hoy, por lo que vemos ejercen como practica, por lo que las descalificaciones publicas hechas entre los candidatos partidistas exponen al partido que represente o debe representar a la izquierda mexicana, como un ente contaminado por la corrupción política y la económica.
De ser cierta esta tesis, estaríamos viendo que el régimen panista también tiene lo suyo y de ser un partido que en su momento criticó al gobierno priista de inhibir el avance de las demás fuerzas políticas al involucrarse en el manejo subrepticio de sus dinámicas internas, otorgando prebendas y dinero a sus dirigentes y permitir que el tricolor se mantuviera en el poder, hoy hacen lo mismo y nos hace pensar que ante el riesgo que representa el PRD al gobierno del PAN por las practicas de efervescencia política impulsadas por López Obrador, aprovechando la discusión que actualmente se da con relación a la reforma energética sobre todo la que tiene que ver con el petróleo, mas conviene al panismo dividir a los izquierdistas metiendo las manos en sus procesos internos.
Así que bajo los anteriores supuestos solo tenemos que identificar qué candidatos perredistas a las dirigencias nacional y estatales, podrían estar involucrados en un proceso de perversión política y atorados en un doble discurso y una doble moral cubiertos en una inofensiva piel de oveja, pero siendo interiormente algo diferente, transformándose en agentes dañinos de la democracia y restando a los mexicanos de una opción real de expresión del sentir ciudadano que, en el régimen de partidos que practicamos, todos debiéramos tener como parte de nuestra composición plural de manera clara y transparente; sin embargo los hechos están a la vista y no pueden negarse: existen perredistas lopezobradoristas y los que están en contra de los lopezobradoristas, unos radicalizando posturas ante las medidas que desea implementar el gobierno de Felipe calderón y otros no tanto.
Lo cierto es que cosas como las arriba descritas están ocurriendo no solo en el PRD sino en otros partidos políticos mas, así que nuestra democracia ya no depende de los votos de los ciudadanos sino del juego de intereses y perversiones que se presentan y al pensar en el paso del tiempo ¿de que ha servido al pueblo de México y a su democracia la coexistencia de tantos partidos políticos, que reciben tantísimo dinero?, nos daremos cuenta que los pobres de México ya no viven aquí y los que se quedaron carecen del nivel de vida que el neoliberalismo les ha ofrecido desde 1982 a la fecha, así que en términos de decidir por alguno, la verdad … no hay ni a cual irle.
Usted tiene la mejor opinión

lo-corrijo @hotmail.com

No hay comentarios: