lunes, 21 de julio de 2008

Pemex en Chicontepec

José Emilio Lobato Corrigeux
Comentario Abierto

La visita del Director General de Petróleos Mexicanos al norte de Veracruz puede tener varias aristas que conllevan, por una parte apaciguar los ánimos de algunos habitantes del Estado que se han visto afectados por la paraestatal y que a la fecha no han encontrado la respuesta para remediar los daños principalmente de orden ambiental.
Esto es, que de manera mediática se plantee un escenario de inversión que motive a los habitantes de la región que pronto podría verse beneficiada con una economía detonada por el proyecto Chicontepec que entre otras cosas consiste en generar una derrama económica anual de 20 mil millones de pesos creando 12 mil empleos directos y 40 mil indirectos. Sin embargo es preciso rescatar las cifras que representa.
En fechas recientes comenté que en PEMEX la circunstancia obligada es que para mantener los niveles de producción de los últimos años se requiere mejorar la restitución de reservas probadas mediante el descubrimiento de nuevos campos petroleros, hacerlos productivos en el corto plazo, desarrollar campos con reservas probables y posibles y disminuir costos de producción y descubrimiento.
Asimismo señalábamos que existen cuatro áreas de explotación petrolera donde se puede echar mano para mantener los niveles de producción actual y garantizar la seguridad energética del país en el mediano plazo y son precisamente las cuencas del sureste; los campos abandonados; el desarrollo del paleocanal de Chicontepec y finalmente la exploración en las aguas profundas del Golfo de México.
Dijimos también que las cuencas del sureste se localizan en zonas donde Pemex ha explotado en forma tradicional y son las aguas someras de Tabasco y Campeche aunque sus costos de producción podrían ser elevados bajo la condición de que no se contempla descubrir nuevos yacimientos de gran tamaño.
Que la reactivación de los campos abandonados ayudarían a mantener la producción petrolera por algunos años (hasta el 2021) y la producción actual del paleocanal de Chicontepec descubierto en 1926 es de 30 mil barriles diarios y convertirlo en una cuenca le permitiría producir de 550 mil a 600 mil barriles diarios hacia el año 2021.
Sin embargo –decía en colaboraciones anteriores - se estima que sus costos de producción serían mas elevados al promedio actual y debe considerarse que se trata de una zona poblada dedicada a la actividad agropecuaria y para alcanzar esa cifra es necesario alcanzar un ritmo de perforación de mil pozos por año en la región, cantidad equivalente al 150 % del número de pozos perforados en el año 2007 en todas las cuencas del país.
Por ello es trascendente rescatar la exposición del gobernador Fidel Herrera Beltrán ante el Senado de la República sobre la importancia de nuestro Estado en el tema petrolero y es ilustrativo al señalar que en “nuestro territorio se localizan 5,421 pozos en producción y desarrollo y más de 5 mil pozos marginales cerrados; está ahí también el Proyecto Aceite Terciario del Golfo, las cavernas de Tuzandépetl en Ixhuatlán del Sureste; 11 de las 12 compañías plataformeras asentadas en el país; los Complejos Petroquímicos de Morelos, Pajaritos, La Cangrejera, Cosoleacaque y Escolín; la Refinería Lázaro Cárdenas en Minatitlán, en proceso de reconfiguración; instalaciones del Instituto Mexicano del Petróleo; parte muy importante de las industrias de proveeduría y construcción de infraestructura de hidrocarburos; el Puerto Industrial exclusivo de Pemex en Pajaritos y las instalaciones portuarias en Tuxpan y en Veracruz; hay también, en todo ello, razón.”
Expuso ante Senadores y ponentes la importancia de que los campos petroleros marginales y el yacimiento Tuxpan-Chicontepec, se traduzcan en una mayor oportunidad de desarrollo económico considerando el incremento de la plataforma de producción petrolera con crudo ligero y gas, para de inmediato equilibrar posibles declinaciones en otras explotaciones; el impacto en las finanzas públicas y su efecto multiplicador en la Economía; la contribución a la creación de empleos y empresas mexicanas de servicios petroleros y la oportunidad, al mismo tiempo, de celebrar contratos, en los que participaría personal jubilado de Pemex.
Algo que no debe dejarse de lado es cuando señaló que Veracruz padece afectaciones en la vida y en la salud de nuestros habitantes, con deterioro del ambiente y de la infraestructura carretera y agropecuaria y que su propuesta, nace en los lugares donde actualmente se realizan las exploraciones y explotaciones; donde los ductos viejos y los derrames frecuentes ponen en peligro la existencia, la salud y el patrimonio familiar y donde la falta de asignaciones presupuestales causan angustia y desesperación.
Y, lo destacable que tiene que ver con la inversión de PEMEX es cuando propuso que se podría incorporar a los Estados que contribuyen en la producción de hidrocarburos como Campeche, Tabasco y Tamaulipas, e igualmente a Chiapas, generador de energía hidroeléctrica; Coahuila, con su reserva de carbón y su importante producción de gas; San Luis Potosí con gran presencia en el sector; Nuevo León, Guanajuato, Hidalgo y Oaxaca con sus refinerías creando entidades públicas de servicios de orden paraestatal, que concurran a las actividades de la cadena productiva, en asociación regulada con las propias Subsidiarias de Pemex donde la asociación sería básicamente para aprovechar los pozos clausurados, cerrados en campos marginales, no explotados debido a las limitaciones tecnológicas y de asignación de recursos.
Desde luego que Veracruz y los Estados anteriormente mencionados podrían asociarse en la creación de una empresa estatal prestadora de servicios a la industria petrolera; invertir en capital humano y desarrollar la infraestructura necesaria para el mantenimiento y donde se aplicaría a este objetivo todo el sistema educativo y tecnológico de las Entidades y se aprovecharía la fuerza de las empresas de proveeduría y operación de Pemex, para transformar los pozos marginales en campos rentables.
Lo anterior evitaría traer del exterior a los monopolios en el sector energético, sino incentivar y atraer al capital nacional, bajo un sistema regulatorio claro y transparente, enfatizando que el potencial productivo de los pozos cerrados de Veracruz, sin contar los de Tabasco, es aproximadamente de 60 mil barriles diarios, algo así como 20 millones de barriles anuales, lo que a precios corrientes significaría 2 mil a 2 mil 500 millones de dólares al año.
La idea es que, en un marco de auténtico federalismo, se atiendan los pasivos ambientales y contribuya al desarrollo social de los Estados Productores que, asociándose con Pemex en actividades económicas, que pueden ser de riesgo industrial, pero no de peligro permanente para las comunidades circunvecinas Pemex es la palanca del desarrollo económico y social de México.
Un justo reclamo del Gobernador de Veracruz fue el de señalar que ante la expresión del Secretario de Hacienda, de que no hay excedentes petroleros; al extremo que estemos casi a punto de saber lo que tenemos los Estados que pagar por producir petróleo y gas, en lugar de recibir lo que en justicia puede correspondernos, por los altos precios de los hidrocarburos, a todas las Entidades de la República, lo que no puede aceptarse, pues información debidamente documentada acerca de los volúmenes reales y las cantidades provenientes del petróleo señalan que la declinación de la explotación de crudo contrasta con la apertura constante de nuevos pozos, en Chicontepec y en el Sur del Estado, como es el caso de las Choapas.
El anuncio pues hecho por el Director General de Petróleos Mexicanos de invertir un promedio de 20 mil millones de pesos anuales en los próximos 3 años, podría ser una respuesta a la propuesta del Gobernador Herrera Beltrán en donde aparentemente saldrían beneficiados 9 municipios de la región de Chicontepec, sin embargo no se ha especificado si la inversión se hará bajo el esquema de abrir las nuevas empresas filiales de Entidades Federativas del país con Pemex o bajo el esquema que tradicionalmente se ha venido llevando a cabo.
Cabe el cuestionamiento, porque al amparo de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, los que podrían verse beneficiados son otros actores que nada tienen que ver con la región donde se hará la inversión, que muchas veces destruyen el entorno, dejan deudas sin saldar, cobran facturaciones importantes y las ganancias se las llevan a otro lado menos donde se encuentra la gente que padece y que se ve afectada por la paraestatal y por la insensibilidad de no pocos de sus funcionarios.
Es importante señalarle al señor Reyes Heroles que gracias a la soberbia y a la insensibilidad de un ex presidente de tonalidad azul que apoyó a uno de los ex directores de Pemex, hoy senador por Veracruz, el monto estimado por daños causados a los veracruzanos es de 10 mil millones de pesos y que si bien se han ha resarcido algunos daños ambientales ocasionados por accidentes en sus instalaciones, la remediación no ha sido suficiente.
Los veracruzanos le recordamos al Director General de Petróleos Mexicanos y al Senador Bueno Torio, que hay zonas donde hubo derrames de hidrocarburo y contaminación al ambiente en las que la paraestatal no ha cumplido por completo su responsabilidad de remediar los daños e indemnizar a los afectados.
También les recordamos que entre los lugares dañados están los Humedales del Sur, la Laguna de Tamiahua, Nanchital, Álamo, Poza Rica, Tamiahua, Cerro Azul, Agua Dulce, Santiago Tuxtla, Coatzacoalcos, Minatitlán, Río Blanco y Omealca y que la mayoría de los problemas causados por derrames de combustible han sido provocados por la perforación clandestina de ductos que Pemex no ha atendido debidamente, que impactan al ambiente, que continúan los accidentes, y que se necesita que Pemex cambie su estructura, que dé mantenimiento a sus ductos o de lo contrario Veracruz seguirá padeciendo estos riesgos
Aunque los derrames de carburantes por tomas clandestinas son atendidos, lo grave es que no hay hasta ahora aportaciones para reducir el pasivo histórico de Pemex con Veracruz, en materia de daños sociales y ambientales que alcanza cantidades cercanas a 10 mil millones de pesos y, pese a que hubo un acuerdo en 2005 a partir de un derrame en Nanchital, donde la paraestatal invirtió en la remediación, no han canalizado recursos para atender daños en los Humedales del Sur ni en la Laguna de Tamiahua”.
Les decimos también que esperamos que el anuncio no tenga intenciones electoreras de mediano y largo plazo en los que, por un lado se haga presencia en regiones marginadas para que, aprovechando la necesidad de los veracruzanos en condiciones extremas de pobreza de esa potencialmente rica región, se les abra un compás de esperanza para ganar su voto y luego los dejen dañados y sin ingresos como alguna vez ocurrió con Coatzacoalcos, Nanchital, Minatitlán y Poza Rica.
Los veracruzanos, señores, reclamamos seriedad y honestidad en lo que se ofrece y que los anuncios majestuosos no sean solo algo esperanzador sino que se constituyan en la realidad, que hoy no solo los veracruzanos sino los mexicanos necesitamos para que nuestro futuro tenga certeza y garantice una mejor forma de vida para todos.
Usted tiene la mejor opinión

lo-corrijo@hotmail.com

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