lunes, 6 de abril de 2009

¡Aguas!


Juan Antonio Nemi Dib
Historias de Cosas Pequeñas

Probablemente se trate de un severo error en materia de comunicación. Y es que a fuerza de repetirlas, las advertencias se han desgastado y se convirtieron en un lugar tan común que muy pocos se las toman en serio y todavía menos hacen algo por cambiar las cosas. Hay evidencias científicas irrefutables de que la humanidad enfrenta ya, como un destino que llegó y se impuso sin oposición, uno de los retos más grandes en la historia documentada de la humanidad: la falta de agua.
Un informe presentado por expertos de la ONU en febrero señala que para el año 2025, dos mil millones de personas vivirán con grave escasez de agua; otros cálculos “menos optimistas” estiman que en realidad serán tres mil doscientos millones de personas sin acceso regular al agua, en casi todas las regiones del Mundo.
Nos lo enseñaban en la escuela primaria, pero no está de más recordarlo: el 60% del cuerpo humano se compone de agua y la pérdida de apenas un 15% de este fluido supone la muerte clínica para prácticamente cualquier persona. En términos muy prácticos: no es sólo una frase poética ni una exageración decir que el agua es la fuente de la vida y su correlativo, la falta de agua, sinónimo de mucho sufrimiento.
El inventario de agua disponible en el planeta es prácticamente el mismo que hace dos mil años, con la diferencia de que los usuarios hemos crecido exponencialmente, igual que los volúmenes de su consumo. Casi el 70% del planeta tiene la superficie cubierta de agua, ¡salada! Menos del 3% del agua de la Tierra es dulce y, de ella, apenas un 1% es apta para el consumo. Las malas prácticas agrícolas e industriales, el fenómeno de la “superpoblación”, la contaminación ambiental y graves errores en la gestión hidráulica son los factores identificados como potenciadores de su escasez.
Pero ojalá fueran los únicos problemas vinculados al agua. Hay otros igualmente graves:
1.- La distribución. A nivel planetario, continental, dentro de los países y en las mismas regiones, el agua apta para consumo humano aparece concentrada y no siempre cerca de los sitios donde se le necesita. Trasladarla es un reto por sí mismo. Las pérdidas por evaporación y por fugas llegan a un escandaloso 70% en ciertos sitios, mientras que los costos –sobre todo energéticos— para llevar el agua a los lugares de consumo son cada vez mayores.
2.- Estacionalidad. La disponibilidad de agua cambia de acuerdo con los ciclos naturales y la infraestructura de almacenamiento resulta insuficiente para mantener constante el abasto durante todo el tiempo. Es frecuente escuchar que, a veces, las presas están rebosantes, mientras que en otros momentos se encuentran por debajo de sus niveles críticos.
3.- Precios. Aunque no lo parezca, el agua es un factor determinante de la economía contemporánea. Hoy, cualquier proyecto de inversión (público, social o privado) tendrá necesariamente como primera condición la disponibilidad de agua –lo mismo para una nueva fábrica que para una unidad habitacional, un fraccionamiento, una plantación o un hospital— y, lógicamente, la existencia de este insumo crítico será un factor potencial de crecimiento. La escasez de agua, por contrapartida, ralentiza el crecimiento y encarece la vida, a veces a niveles extremos: en Guatemala, el agua cuesta cinco veces más que en Estados Unidos. El ciclo se hace perverso: menos agua = a más pobreza.
4.- Cambio climático. “El panorama que se perfila a futuro será aún más inquietante, si la temperatura promedio del planeta sube entre 1,8 y 4 grados hasta fines de siglo, como lo augura el informe presentado… por expertos de las Naciones Unidas”. En “España y Portugal, comienza a cundir el temor a lo que vendrá según los pronósticos de los especialistas. Igualmente en Italia se observa con inquietud cómo los principales ríos del país, el Tíber, el Arno y el Po, presentan los niveles más bajos que se recuerde. Un investigador del medioambiente de la universidad romana ‘La Sapienza’ lo atribuye a la disminución de las lluvias y al hecho de que este invierno haya sólo 75 centímetros de nieve en los Alpes, en lugar de los habituales 150 y concluye que el cambio climático ya está en marcha”.
5.- Calidad. Además de los “efectos androgénicos” –los cambios propiciados por la acción del hombre— hay ciertos cuerpos de agua que por sí mismos son perniciosos para la salud y que sin embargo se usan indiscriminadamente. Por ejemplo, “diluido en ‘agua potable’ el arsénico, un semi metal inodoro e insípido que se encuentra en estado natural en rocas y suelos, envenena día a día a millones de consumidores en 36 países. Éste es el resultado de un estudio desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro para Agua y Sanidad (IRC)”. De acuerdo con reportes de la UNICEF, cada año se muere millón y medio de niños en el mundo, por utilizar agua no apta para el consumo humano. La cifra se eleva a seis mil muertos diarios, si se incluye a los adultos.
6.- Discriminación. Los datos son elocuentes: a mayor pobreza y menores índices de desarrollo humano, menor disponibilidad de agua. Un tercio de los niños y jóvenes de América Latina no tienen acceso al agua, según la CEPAL. Otra ecuación: agua = a factor de poder y control.
7.- Corrupción. Sorprende tanto que lo cito textual: “La corrupción en la exploración, distribución y manejo del agua es un peligro mundial subestimado para el desarrollo sostenible, dice ‘Transparencia Internacional’ (TI) en su ‘Reporte 2008 sobre Corrupción’. La corrupción ha penetrado ya los más diferentes aspectos del sector hídrico. Criminalidad en el suministro, malversación de fondos para la construcción de regadíos y plantas de generación de energía en conexión con licitaciones, encubrimiento de contaminación industrial de aguas y fraude en la administración y distribución de las mismas.”
“Cuando hay corrupción de por medio, los precios de la conexión de la casa al acueducto municipal se incrementan en un 30%, dice TI, la cual advierte que así el precio para alcanzar la 7ª meta del Milenio en el sector de agua y su tratamiento sube en 48 mil millones de dólares. En cada eslabón del suministro y la evacuación de aguas residuales se presentan casos de corrupción: desde la planificación y financiación de la construcción de plantas, hasta en el funcionamiento y mantenimiento de redes de agua desaparecen dineros de las inversiones, lo que hace subir los precios del suministro de agua.”
Foros van, foros vienen. Discursos y más discursos. Lo único cierto es que el agua escasea cada vez más. Este es un problema ya no sólo para el futuro lejano que no nos toca, también para nosotros. ¡Aguas!
antonionemi@gmail.com

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