Vampiros: De Germán Robles a Deschamps

Salvador Muñoz
Los Políticos

Creo que la fascinación por el vampiro estriba más en el envolvente sueño del ser humano a acercarse a la eternidad.
No envejecer, ser siempre joven, son dos buenos motivos para soñar con el vampirismo aunque si bien, nuestra modernidad emplea ya algunos métodos para ello, aún no alcanza el grado de poético en la leyenda de Nosferatus.
Si no, habría que recordar al legendario Bela Lugosi, cuyo mito habla de que el actor se apasionó tanto de su papel de íncubo, que dormía en un féretro.
Otro Señor Leyenda sin dudas es Boris Karloff, seria competencia en su tiempo del actor húngaro nativo de Lugos (de donde adoptó su apellido).
Aunque lo más fascinante para los amantes del vampirismo, es saber que este pasado sábado, en el puerto de Veracruz, hizo su aparición una leyenda auténtica.
Curioso, pero al igual que el personaje de Bram Stoker, nuestro “Vampiro” llegó a un puerto en busca de “otras oportunidades” de vida.
Se trata de Germán Robles, quien además de dar vida a “El Vampiro” (película que lo lanzó al estrellato internacional) en los 50s, interpretó a Agustín Lara…
Germán Robles se hizo presente este fin de semana para ser distinguido como “Huésped Distinguido” en Veracruz y México junto con 48 sobrevivientes que a mediados del siglo pasado desembarcaron en el Puerto del “Sinaia”.
Por supuesto, Germán Robles, aunque se proyectó al estrellato con “El Vampiro” y “El ataúd del Vampiro” jura que nunca se quiso “casar” con el personaje pero hay que recordar a “La dama de negro”, programa en la que hizo muchas apariciones de terror.
Y es que el vampirismo es tema que sabiendo utilizarlo, te lleva a grandes latitudes y hasta a hacer dinero. Casos claros de ello es Anne Rice (Entrevista con el Vampiro), Stephanie Meyer (Crepúsculo) y Guillermo del Toro (Nocturna), éste último ha hecho todo un éxito con su reciente obra literaria.
Otros que pueden lograr alcanzar esas latitudes y dinero son nuestros políticos, que más que vampiros son “Chupasangre”… el ejemplo más fresco en estos momentos porteños, sin lugar a dudas es Angel Deschamps Falcón, nieto del exgobernador Armando Deschamps, quien alejado de Veracruz y Boca del Río, hinca el colmillo a la ligera diciendo que Jon Rementería del Puerto no tiene obra.
Por supuesto, se entienden los comentarios del director de Opciones Productivas de Sedesol porque difícilmente va a recorrer las colonias del Puerto si no sale de sus oficinas, si no viene a Veracruz y cuando llega al Puerto, prefiere la comodidad del café Parroquia que trabajar o ya de “perdida” recorrer la ciudad.
Si de “Chupar sangre” se trata, a Deschamps Falcon le falta escuchar a José Luis Sosa González (Otro “Chupasangre”), regidor del ayuntamiento de Boca del Río, quien desea que Jon Rementería haga obra en ese ayuntamiento ¿ya no le alcanza a “Chiquiyunes”?
Si bien hay un convenio en que los ayuntamientos trabajen en pro de las vialidades de la zona conurbada, se entiende que debe ser equitativo el esfuerzo, pero tal parece que Boca quiere peladito y en la boca la obra.
Lamentablemente a “chupasangres” como Angel Deschamps Falcón y Sosa González, no se les puede destruir con ajos, estacas o luz… a ésos, sólo con la cruz se les destruye… pero con una cruz en contra en esa boleta que tendrá en sus manos este cinco de julio… ¡acabemos con estos “Chupasangres”…
¡Ojo! Por supuesto, los “Chupasangre” no es una exclusividad del PAN… también en el PRI, PRD y Convergencia se dan estos cuentos de terror. Sólo hay que saber elegir bien.

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