Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel
Bien, ¿y ahora qué?, ¿qué sigue? Ya ungidos los diputaditos, ¿qué carajos?, ¿a esperar nosotros los jodidos mexicanos? ¿Esperar qué? ¿A seguir soñando? Como el slogan ese de no sé qué partido: “Por favor, no hagan ruido, Arturo está soñando…” Ni la burlan perdonan, de veras. Abusan de nuestra paciencia y esperanza. Vaya, tanta paciencia que viene incluso desde hace muchos años, desde el dicho aquel que decimos cuando nos va mal: “Algún día nos hará justicia la revolución”. Pos cuál justicia; pos cuál revolución. Pa’ unos cuantos claro que sí, requetebién el asunto.
Pero el problema es de nosotros mismos; sería mejor que despertemos, dejemos atrás ese conformismo, esa espera inútil, esa esperanza estéril de que algún día todo cambiará por gracia de Dios, por buena gente que son nuestras autoridades y legisladores. No lo creo; nunca lo he creído. ¿Cuántos años llevamos así?
Ok, ya votamos, ¿y ahora? ¿A poco creen que en verdad cumplirán esos que dijeron en campaña un montón de necedades, promesas, ofrecimientos y ofertas, que no es lo mismo pero pa’l caso es igual? No más haga la prueba. En una hoja tamaña carta –no importa el color, eh-; mejor, en una media hoja… no, vaya, en un memo tip, o en esa hojita pa’ recaditos, apunte usted cuántas veces su legislador regresa a visitar su colonia, incluso su distrito, al menos en un año; hágalo de aquí a las próximas elecciones, verá los resultados. Pa’ no hablar de su supuesto enorme trabajo legislativo. Ah, pero eso sí, de usted ni se acuerdan, les aseguró; más aún, no recordarán ni el abrazo, ni el apretón de manos o el beso que se dieron, ni las carnitas ni el mole que se atragantaron. ¿A caso se acordarán de que iban a gestionar qué…? Sí, eso, iban, tiempo pasado.
Porque ya ungidos como legisladores –no todos claro- lo único en lo que ya están pensando son en las jugosas dietas, regalías y demás que percibirán y gastarán. Acaso cree que uno que otro regresará a cumplir lo que les prometió en su colonia; no, antes bien cómo van sus empresas y si hay posibilidades de extender más el negocio. Acaso cree que uno que otro andará preocupado muy pronto por su distrito pa’ gestionar lo prometido, si ni cuando estuvieron en la LXI Legislatura local lo hicieron. Acaso cree que uno que otro hará algo por usted; quizás sí, pero sólo para ilusionarlo más. En fin, acaso cree en todos ellos; yo tampoco.
Pero no esperemos hasta el siguiente año. Desde ahora hay que vigilarlos y exigirles, hayan firmado o no ante notario sus compromisos. Debemos alejarnos del conformismo electoral y no dejarlos solo, pero para nada, porque si no, dijera un taxista, “una vez en el poder, se apoderan de lo que pueden; de promesas estamos ricos”. Pos sí; ya te lo decía Chana…
Carlos Fernández-Vega escribió. “¡Albricias! Concluyó "el día de los ciudadanos" (Calderón dixit, en una de sus brillantes intervenciones dominicales), ergo ya no se les requiere, así que favor de retirarse que estamos en pleno reparto. Ya los convocaremos dentro de tres años para que gocen otro "día de los ciudadanos", si es que sobreviven después de preguntarse ¿qué sigue?”. (La Jornada/6 de junio/09).
Mientras, por favor no hagan ruido, nuestro nuevos legisladores se están repartiendo el pastel…
Lo digo con José Saramago, no tengo nada contra la esperanza, pero prefiero y elogio la impaciencia bien llevada, porque “ya es hora de que ésta se note en el mundo para que aprendan algo esos que prefieren que nos alimentemos de esperanzas. O de utopías”. Así que, no sólo hagamos ruido, despertemos y mantengámonos despiertos, y desterremos todo tipo de dinosaurios, los ya viejos, los que nacieron y los que están en el vientre. Encendamos las guaridas de ratas y engendros.
De cinismo y anexas
* Nuestros deportistas no ganan ni en política. Pobres mexicanos nuestros.
* La curiosidad mató al ratón, ¿o al gato? Bueno, es igual; como decir que la confianza mató al gato, ¿o al ratón? En todo caso, aguas mis priistas…
Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx
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