Celestino: ¿Y don Juan fue doña Inés?

Salvador Muñoz
Los Políticos

¿Saben qué va a pasar con Celestino Rivera Hernández, diputado plurinominal del PRD, ante el señalamiento de violación en agravio de una menor de edad, vecina de Tempoal? ¡Nada!
Las manifestaciones frente a Palacio Municipal de ese huasteco lugar, el actuar del Instituto Veracruzano de la Mujer, incluso, ni la declaración de las menores involucradas en contra del legislador, servirán.
¿Por qué?
Porque la Ley es para los pobres y la justicia para el que tiene poder, dinero o fuero.
Bueno… eso es siendo pesimista… eso es, si nos ponemos del lado de la adolescente que acusa y señala.
Pero… ¿qué pasa si le damos a Celestino el beneficio de la duda?
Entonces pudiéramos creer que efectivamente, Celestino no conoce ni a la familia ni a la niña… bueno, adolescente.
Pudiéramos hasta pensar que no sólo la joven que lo señala sino la otra que afirma que el diputado las invitó a subir a su vehículo, tuvieron una especie de alucinación grupal, similar a la que ocurre con la histeria colectiva.
Por supuesto, es innegable pensar que alguien miente y es más fácil pensar que quien lo hace debe ser la adolescente porque, en algún rincón de su complejo cerebro, busca que un señor, con poder político y económico la seduzca ¿y así sacar provecho? ¿lograr su malvado plan y destruirlo políticamente? ¿O “amarrar” a un potencial marido con un futuro político en ascenso?
Luego entonces, Celestino puede ser inocente, víctima del embrujo que toda puberta en flor desprende con su andar provocativo, con sus líneas dibujando en el aire un letrero que dice: ¡Quiero sexo!
Incluso, pudiéramos llegar a pensar que de seguro la “Lolita” de rancho se lo buscó en el remoto caso de que Celestino hubiera tenido contacto sexual con ella.
Digo, si se subió al vehículo del diputado es porque de seguro andaba de cusca y el hombre es estopa, con tantita lumbre ¡se prende!
Entonces, sólo así, podemos entender la posición de los perredistas que defienden a Celestino; de las mujeres que defienden a Celestino y de los que con su silencio defienden a Celestino…
Sólo es cuestión de poner las cosas en su justo medio…
Ponerse del lado de Celestino que de victimario, puede pasar a víctima de un escándalo político-sexual.
Y no es descabellado… ¿cuántos políticos no han sufrido ello?
Allí está Bill Clinton, Berlusconi, Retureta (cuando en media plana en “El Dictamen” le sacaron el embarazo de una de sus empleadas a la que corrió… ¿por provocarle?), Sergio Cadena (ex alcalde de Catemaco) y hasta dicen que cierto vecino de Perote que de mecánico pasó a político.
¿No serán las mujeres la ocasión de pecado? Que conste que la misma Biblia dice que es ella la que provoca al Hombre caer en la tentación…
Ya hasta dudo yo… ¿no será algo político contra el pobre Celestino? Ya ven que tiene un gran potencial político… ¡brilla!
En conclusión, como dijera Emmanuel: ¡Una vuelta de revés! ¡Y don Juan fue doña Inés! En unas de ésas, hasta violado pudo haber resultado Celestino.

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