Diputados Mueble

Javier Duarte no nos dio ni la opción de la Catafixia

Antonio Williams
Coatzacoalcos

Con más cara de mueble que el escaño en que se repatingan, los diputados veracruzanos demostraron que no son en el Congreso Federal más que una figura ( fea y de mal gusto ) decorativa. Ahí están. Vegetan. Ocupan un espacio. Es más, estorban. En conclusión: NO SIRVEN PARA NADA.
Hoy se mostraron tal cual son: inútiles y nada efectivos.
Desde el inicio de su gestión, se vio que los Diputados priístas poco o nada harían. En el reparto de comisiones les tocó puro cargo de relleno. Solamente José Yunes alcanzó la presidencia de una Comisión. El “destacado” diputado Javier Duarte, el autonombrado consiguió ser uno de los veintitantos Vice Coordinadores de la bancada priísta, lo que equivale a uno más del montón.
El Diputado Duarte de dedicó durante más de un mes a recorrer el Estado, no para hacer campaña para la Gubernatura, sino para disertar sobre la propuesta del Gobierno Federal que planteaba modificar y crear nuevos impuestos, comprometiéndose a no aprobar ningún impuesto que afectara la economía de la gente.
Habló de propuestas alternas que salvarían la economía sin afectar a la gente. Aventó por delante las “genialidades” que aplicó en Veracruz cuando fue Secretario de Finanzas y “mantuvo al Estado al margen de la crisis económica mundial, creciendo mientras el mundo se colapsaba, riéndonos mientras los demás sufrían.” Para corroborar su decir, cargaba con los demás diputados veracruzanos del PRI para que le aplaudieran y rubricaran sus agudas palabras.
Todo esto cayó estrepitosamente ante la realidad. Aprobaron lo que el Presidente Calderón necesitaba para tapar el gigantesco agujero en las finanzas del Gobierno Federal. Le cambiaron algunas cosas, pero finalmente, aumentó la carga tributaria para los contribuyentes. Esto no se podría haber logrado sin el apoyo de los legisladores del PRI, que a nivel cupular negociaron con el PAN la aprobación de la propuesta de Calderón.
Y aquí es donde fallaron los Diputados Federales Veracruzanos Priístas. Prometieron una cosa y a la hora de la hora, votaron por otra.
Javier Duarte votó a favor en unas; en otras, se sustrajo de votar y se ausentó a la hora de la votación, quizás pensando que con no votar, no era cómplice. Qué actitud más cobarde y pueril.
Dos diputados veracruzanos votaron en contra. Voto que no sirvió de nada, cuando de antemano sabían que los priístas votarían en bloque a favor. Uno de ellos, Ricardo Ahued pensó que votando en contra demostraría congruencia, pero no hizo el mínimo esfuerzo por echar abajo la propuesta. Si quiere convencer a la ciudadanía de que está en contra, lo mínimo que debe hacer es renunciar al PRI. Si no lo hace, que se regrese a su negocio a vender pocillos.
Caso patético el del Diputado Federal por Coatzacoalcos, Rafael García Bringas, Diputado Panista que ni la nariz ha asomado en este asunto. Es un pájaro más de la bandada; votó en bloque obedeciendo lo que le dijo su coordinador. Otro mueble más en el Congreso. No recuerda que es el representante de los ciudadanos que vivimos en el Distrito XI y no un dedo más de la bancada panista. Qué pena.
No tiene caso entrar en detalles de qué aprobaron los diputados. Columnistas y analistas expertos han publicado en todos los medios los puntos aprobados y su alcance. Lo único que puedo decir es que estos Diputados Federales Veracruzanos no nos defendieron, nos dejaron morir solos, en pocas palabras: NOS JODIERON.
No perdamos de vista que este aumento de impuestos, servirá para pagar los salarios de todos estos inútiles diputados que apenas ayer se desgarraban las vestiduras por la causa de los contribuyentes y prometían velar por nuestros intereses y hoy votaron por lo que negociaron de acuerdo a los intereses de su partido.
Nada les preocupa, saben que los agachones y cobardes ciudadanos seguiremos lamiendo la yunta.

Antonio Williams es ciudadano de Coatzacoalcos, de ocupación comerciante y no se dedica al periodismo. Los artículos que escribe son comentarios y señalamientos sobre el actuar de los gobernantes y funcionarios, con el único fin de despertar conciencia en los ciudadanos. No se persigue la firma de ningún contrato de publicidad o complicidad ni prebenda alguna.