martes, 27 de octubre de 2009

Seamos honestos

Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

El trabajar en la prensa de la fuente deportiva también nos hace partícipes del desarrollo de los atletas, sobre todo en la motivación, en reconocerlos; pero a su vez como apoyo cuando directivos malandrines no hacen bien su chamba administrativa o sólo quieren salir en la foto, a pesar de que no hicieron absolutamente nada por apoyar.
Ahora, qué pasa cuando nosotros, los periodistas, usamos nuestros espacios para amedrentar, juzgar para un beneficio propio, o simplemente “vernos guapos” o “golpeadores” en busca de la “verdad y la justicia” ante la opinión pública.
Desafortunadamente, en todo el país, existe gente así, que se escuda a través de un medio de comunicación para externar sus opiniones, pero con un trasfondo. No sólo en prensa escrita, radio y televisión padece los mismos males en la entidad.
Vamos a jugar el mismo juego, a ver qué se siente. No comprometamos la palabra, digo, para no herir susceptibilidades, y como dicen en varios periódicos de la capital veracruzana, que citaré textual: “Ellos saben quiénes son”; sí, así como cuando quieren verse bien críticos.
Es triste leer maratónicas columnas en voceros de la ciudad que se dedican a pegar por pegar, a decir, por ejemplo, que hay funcionarios del Instituto Veracruzano del Deporte que no trabajan, que sólo se lucen, o que llegan en ropa de playa a trabajar.
¿Y el nombre? Digo para saber quién es el mamarracho que no chambea como se debe. Digo, porque hay mucha gente ahí en puestos administrativos importantes.
Es como decir que a Armando Muñoz se le ha olvidado hacer la promoción adecuada de su delegación, o como que a Israel Benítez también no ha lucido como se esperaba tras suceder a Alejandro Cárdenas, o que a Rafael Belmonte le interesa más que salgan bien sus eventos de natación. No sé. Hay tantos. No entiendo por qué no decir quiénes son los señalados.
No cuesta nada decir que a Justiniano Hernández no lo quieren sus agremiados en la Asociación Veracruzana de Triatlón, pero lo soportan porque nadie quiere echarse el tiro de presidir el organismo, a pesar de que difunde poco la actividad públicamente; un caso similar al de Saúl Cortés Ronzón en las luchas asociadas.
O también que a Miguel Velázquez sólo le interesa invitar a sus amigos a sus eventos del squash y se olvida que existe mucha más gente en la transmisión de eventos deportivos; y en la misma disciplina, que a su sobrino, Gabriel Velázquez, deje de lado una entrevista radiofónica porque se le olvidó llamar para cancelar, sin importarle lo que cuesta el tiempo aire.
En fin, no seamos miedosos. Si vamos a criticar, que sea con los… iba a decir algo que sonaría vulgar y hasta me rebajaría al nivel de mis criticados, así que llamemos “tamaños” de eso que se carece en muchos sitios que informan en cuanto al ámbito deportivo.
No amedrentemos, simplemente realicemos la chamba del periodista, la legal.
Hasta la vista.

fhernandez1980@gmail.com

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