Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel
Quizá sea cierto que leer demasiados libros es peligroso, pero también quizá sea cierto que cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee. Tal vez, a lo mejor, quien sabe…En todo caso, sin la habilidad de leer no se puede ser parte de una civilización, ni de una democracia. Claro, desde luego, muchos líderes en el mundo temen a los libros porque enseñan lo que no quieren que sea enseñado. Pero si sabes leer, tienes una educación completa acerca de la vida, sabes cómo votar en una democracia; pero si no sabes leer, no sabes cómo decidir. Pos sí. ¿Lo sabemos bien en México? Porque hay democracias tan perfectamente inútiles, que todos terminan votando, en plena libertad, por sus propios verdugos. ¿Quizá por eso Mario Vargas Llosa dijo que nuestro país ha pasado de una dictadura perfecta a una democracia imperfecta? ¡Ay, Jalisco, no te rajes!
Ciertamente, lee y conducirás, no leas y serás conducido. En fin, los libros acaso sean un mal necesario para pensar mejor. O por lo menos, amar la lectura es trocar horas de hastío por horas de inefable y deliciosa compañía. Así, apacible. Recuerdo que en una ocasión tomé un curso de lectura rápida y fui capaz de leerme 'La guerra y la paz' en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia. ¡Qué rayos! El placer de leer es doble cuando se vive con otra persona con la que compartir los libros.
Vaya, que los libros y las mujeres tiene el poder de cambiar la vida de un hombre dramáticamente, todos lo sabemos. “¿Dónde estaban las mujeres que eran verdaderamente libres y no se pasaban la vida rebotando de hombre en hombre, sintiéndose completas con o sin marido?”, me preguntó un amigo... Le contesté: “Esas mujeres estaban leyendo y/o escribiendo”. Hoy, desde luego, también luchando en la vida política, económica, social y cultural de muchas sociedades. Esas son imprescindibles, ¿o no, mi querido Bertolt Brecht?
Es verdad un buen lector debe leer todo, y leer periódicos y revistas, para informarse de lo que está ocurriendo en el mundo. Pero, también, y sin contradicción, debe vivir más allá de los libros. Los lectores que están solamente metidos en su casa o encerrados en la biblioteca como unos tontos, son efectivamente unos tontos. La vida es muy hermosa; hay que gozarla, hay que verla, hay que tocarla, olerla y gustarla, hay que estar en ella: que no se superpongan los libros a ella, sino gozarla a la par que se disfrutan los libros y poder decir: “¿Dios mío, qué bueno que nací”.
*Escrito elaborado gracias a: Mao Tse-Tung, Miguel de Unamuno, Ray Bradbury, Eduardo Zambrano, Santa Teresa de Jesús, Jorge Herralde, John Fitzgerald Kennedy, Woody Allen, Katherine Mansfield, Orhan Pamuk, Marie de Savign y Alí Chumacero.
Los días y los temas
Hablando de mujeres y traiciones… Perdón, perdón, nada tiene que ver aquí Chente Fernández. Digo, hablando de lecturas y libros, bien por el Congreso de Veracruz que recientemente reformó la Ley Orgánica del Municipio Libre, para crear comisiones municipales en los ayuntamientos de la Entidad, denominadas de Biblioteca, Fomento a la Lectura y Alfabetización.
Pero ojalá no llegue a ser letra muerta y en verdad se encarguen –digo, los responsables de esas comisiones- de promover la instalación, modernización y organización de bibliotecas municipales; programas para fomentar la lectura entre los habitantes de los municipios, así como aquellos orientados a erradicar el analfabetismo, en coordinación con las autoridades federales y estatales del ramo.
De cinismo y anexas
Pa’ esta Navidad, les dejo mis mejores deseos; luego vemos pal fin de año. A ver cómo terminamos y a ver cómo iniciamos el 2010. Mientras comparto con ustedes estas palabras de Ray Bardbury: “Las cosas que haces deben ser cosas que amas, y las cosas que amas deben ser las que haces”. Tan, tan.
Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx
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