viernes, 15 de enero de 2010

Perder el hogar

Salvador Muñoz
Los Políticos

Nos robaron.
Las palabras entrecortadas de mi hija me estremecieron.
–¿Qué?
–Nos robaron todo…
Su madre tomó el teléfono. Igual, se escuchaba el coraje, la impotencia, la tristeza…
Me explicó cómo cree que entraron.
¡Por fin lo habían logrado!
No era la primera vez que lo intentaban y siempre, siempre, siempre se ponía refuerzos, candados, de todo para evitarlo.
¿Denuncia?
¡Por Dios!
Si no se le hace justicia a las niñas de Tempoal, a las jóvenes de Perote… ¿por un robo le harán justicia a mis hijos y a su madre?
¿Culpamos a la Seguridad Pública del general López Esquer?
No…
¿Tiene la culpa el general que haya ladrones?
No creo…
Pero esa patrulla, la IX-203, que puede pasar media hora platicando en una casa particular puede abonar para que no crea en la seguridad pública…
¿Tiene culpa Salvador Mikel de que no se quiera interponer denuncia porque sencillamente la familia no tiene la fe en la Justicia que se “imparte” en Veracruz?
No, el tocayo Mikel no tiene la culpa…
¿Qué nos queda, a mi hija, a mi hijo, a su madre… a mí…?
Lo que se ha hecho en las otras ocasiones en que no pudieron entrar los ladrones… darle al hogar candados, murallas, alambre con púas, alarmas anti-robos… ¿qué más?
Después, a pasar el susto…
El trago amargo…
La incertidumbre de salir de casa… la incertidumbre de volver a casa… de entrar y sentir miedo…
¿Lo ha sentido? ¿Ha sentido miedo de entrar a su propia casa?
Es esa sensación que queda cuando sabe que alguien ha violado su intimidad… cuando alguien ha estado tocando sus cosas… o sencillamente alguien quiso hacerlo.
Lo único que siento no es que hoy nos haya tocado a nosotros… lo que lamento es que es tan posible que un día le pueda tocar a usted porque nadie está exento.
Y nadie está exento porque afuera, allí anda, camina con nosotros, puede que hable con nosotros, nos vigila, nos observa… es la inseguridad en la que vivimos.
Todo indica que no importa cuánto hagamos por hacer de nuestro hogar un lugar seguro, confiable, ajeno a peligros… la inseguridad encontrará siempre el modo de abrir nuestra casa, nuestro negocio…
Lo mano de todo esto es que ese ambiente que hoy vivimos hará que nuestro hogar se convierta en una fortaleza… y entonces habremos perdido el hogar.
¡Gracias por la inseguridad!

e-mail: dor00@hotmail.com

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