¡Plan B!

Salvador Muñoz
Los Políticos

La designación de Miguel Angel Yunes Linares como candidato del PAN por la Gubernatura de Veracruz debe haber cambiado el escenario priista de manera abrupta.
La apuesta, parecía, era, por parte del PRI, tener una contienda entre Gerardo Buganza contra Javier Duarte de Ochoa.
Desconozco cuál es la posición de la militancia panista, pero la perspectiva que se tiene desde acá, sobre Buganza, es que sencillamente era muy poca cosa para confrontar a Javier Duarte de Ochoa…
¡Vaya! Es un tipo sin carisma, sin liderazgo y sobre todo, sin palabra.
Hace cinco años pudo haber iniciado la revancha… sí, dio una que otra patada de ahogado con un rollo que él llamó “Gobernador Moral” ¡y después se apagó!
Si hubiera mantenido esa postura durante estos cinco años, con una campaña tipo “Peje”, júrelo que en estos momentos estuviera mejor colocado incluso que cualquier precandidato priista… pero no. Algo lo apagó, lo calmó, lo planchó o lo que usted quiera…
Incluso puede apostarse a que le ganó su naturaleza… ¡gris!
Si el escenario hubiera sido Buganza contra Duarte, el panista sería pastelillo para el priista.
La historia fue otra… Le doy el triunfo por adelantado a Duarte seis meses antes de la elección.
Pero con Miyuli como candidato y con Dante como potencial candidato de la izquierda… ¿qué candidato del PRI podría hacer frente a dos zorros de la política como los citados?
La respuesta es simple, pero se la daré al final…
Imagine el escenario: Miyuli-Dante-Duarte…
¿Quién de estos tres tiene más carisma?
¿Quién tiene más experiencia?
¿Quién es más político?
Por supuesto, la respuesta es igual de subjetiva que la primera pregunta. Va a depender de cada persona, incluso, de quién es más conocido a lo largo y ancho del estado.
Pero la segunda… ¿el curso fast-track de Duarte en cinco años le serviría para enfrentarse a alguien que ya fue Gobernador (por cuatro años) y para alguien que fue vigobernador?
En descargo de Javier, pudiera decirse que su ventaja es la experiencia en el área económica que tiene así como su preparación administrativa, por eso fue un excelente sub y secretario de Finanzas.
Aunque el fiscal diría: “No es lo mismo ser secretario de Finanzas que Gobernador”…
En la tercera, hasta el momento, puedo decir que los tres son políticos, eso sí, más tolerante Javier Duarte de Ochoa que el mismo Yunes Linares y Dante Delgado…
En descargo de los “intolerantes” puedo decir… ¡nada!
Imagine ahora otro escenario: Miyuli-Dante-Héctor… Las mismas preguntas. La misma respuesta en la primera.
En la segunda, Héctor quedaría en la misma circunstancia que Duarte ante sus adversarios pero en igualdad de condiciones que sus adversarios en la tercera… a Héctor le ganan las vísceras ¡a menos que haya cambiado en estos últimos meses!
Por eso, ante la designación de Yunes Linares como candidato del PAN y con Dante ante la posibilidad de que lo sea por la izquierda, el PRI debe replantear escenarios…
Sin ofender, sin que se “sientan” (porque eso sí, pinches fidelistas… son más delicados que niñas), analicemos sus dos opciones (por el momento) previo la inscripción:
Javier Duarte: Cinco años atrás, un desconocido. Político hechizo. Buen hombre pero no es suficiente. Un nivel de carisma más bajo que mi jefe de manzana (no lo conozco). Su incorporación en la contienda electoral contra Yunes Linares pudiera enturbiar el proceso con una guerra sucia (recíproca) hasta su culminación a menos que Dante la hiciera de “sparring” y le quitara los golpes al priista.
Héctor Yunes: Con militancia de años, efectivamente. Buen hombre aunque digan lo contrario. Quizás con más carisma que Duarte. Un Yunes contra Yunes podría eliminar una guerra de mierda en el proceso electoral por el respeto que hay entre las familias. Pero… ¿le alcanzaría a Héctor para vencer a estos dos monstruos de la política que son Miyuli y Dante?
¡Quién sabe!
Por eso, al principio, les preguntaba qué candidato del PRI podría hacer frente a dos zorros de la política como son Yunes Linares y Dante…
Sólo uno… Fidel Herrera Beltrán.
Pero lamentablemente para el PRI ¡él no va a ser el candidato!
¿Y el plan B?

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