domingo, 4 de abril de 2010

Plaga de chapulines…

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

No sé cuántos chingaos mexicanos realmente viven en la pobreza, cuántos en la indigencia y cuántos en la jodidez andante, pero a según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), este año el número de pobres será de 37 millones y de indigentes 12 millones, cifras que de acuerdo con este organismo, resultan más óptimas que las del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval): 50 millones de pobres y 19.5 millones en pobreza extrema. ¿Y los jodidos, que acaso seamos más, en qué estadística nos registran? Quién sabe, vaya a usted a saber cuál es el dato exacto, porque la misma Coneval detalla que en 2008 cerca de 23 millones de mexicanos experimentaron “inseguridad alimentaria severa y moderada”, y 25.8 millones, “inseguridad alimentaria leve”. Y precisa que del total de pobres, 11.2 millones de personas no pudieron ni siquiera adquirir la canasta de alimentos (de 864 pesos mensuales). Ya ni hablar de la pobreza educativa que según la UNESCO, más de 2 millones niños y jóvenes mexicanos viven en condiciones de “penuria” o “indigencia educativa”. Es decir, cifras van, cifras vienen…mientras, pa’ quienes en verdad lo padecen, qué pex… Sepa la bola, pos dizque que ahí están las políticas públicas sociales. Pos no más están, pero qué tanto funcionan.
En fin, ¿a quién le importa lo que hagamos o dejemos de hacer, seamos o dejemos de ser? ¿A nuestro prójimo? ¿A nuestro pariente? ¿A nuestros vecinos? ¿Al gobierno? Como que ni maiz paloma, cada quien que se rasque como pueda. Ante tantas incongruencias actuales –iba a decir “tantas pendejadas”-; ante tantas desgracias y un chingo de etcétera, como que nos olvidamos de lo “humano” que supuestamente corre por nuestras venas, de nuestra capacidad de asombro y reconocimiento del mundo; nos olvidamos de nuestra sensibilidad y sentido de ayuda.
Elsa de León escribió un artículo titulado “Xalapa la insensible” que trata sobre la muerte de un indigente en pleno centro de nuestra ciudad capital, sin que nadie se acercara o procurara brindarle ayuda. Cierto, de momento no se entiende, pero así es nuestra sociedad, cada día más envenenada de indiferencia.
Octavio Paz lo señaló claramente: “La indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la vida”. Y claro, nos escondemos en la fría indiferencia al sufrimiento innecesario de otros, incluso cuando lo causamos, como afirmó James Carroll.¡Qué nos pasa!

Los días y los temas
El legislador federal Armando Corona Rivera, uno de los integrantes de la Comisión Especial Encargada de Vigilar el Correcto Uso de los Recursos Federales, Estatales y Municipales en Procesos Electorales de la Cámara Federal de Diputados, dijo: “Sabemos que aquí se habrán de dar elecciones limpias y tenemos la confianza de que con el enorme trabajo del gobernador se habrá de respetar la voluntad ciudadana, sea para el partido que sea”. Más nos vale, compadre.
A pocos meses de que termine la LXI Legislatura Local, el diputado Hugo Alberto Vásquez Zárate asumió la presidencia de la Mesa Directiva, desde donde sin lugar a dudas continuará ejerciendo su labor legislativa con profesionalismo, dedicación y actitud positiva. Pocos meses faltan, cierto, pero como dijo Jovellanos, sólo falta el tiempo a quien no sabe aprovecharlo. ¿O no, mi diputado Hugo?.

De cinismo y anexas
En una caricatura del monero Rocha, aparece el titular del IMSS, Daniel Karam, quien dice: “O sea que si ustedes son una pareja homosexual, así deben leer las siglas: Importa Madre Su Salud”. Y el caricaturista Hernández dibuja al presi Calderón sumido en sangre hasta el pecho y expresa: “No se preocupen, ya me va a asesorar el Premio Nobel de la Paz”. ¡A qué cabrones!
A propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial que ya pasó, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, expresó: “Transformemos las buenas intenciones en normas jurídicas y la determinación de cumplirlas. Sobre todo, apreciemos la rica diversidad de la humanidad y respetemos la dignidad y la igualdad de todos los seres humanos.”. ¡Cuán lejos estamos de la humanidad!
En Veracruz, dicen las autoridades sanitarias, no hay plaga de piojos. Chance no, pero sí hay plaga de chapulines. ¿O no?

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

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