lunes, 17 de mayo de 2010

En terapia intensiva…

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

A ver, ¿qué dicen las noticias hoy?, ¿con cuántos muertitos amanecimos?, ¿hubo alguna catástrofe?, ¿alguna sacudida de tierra o de mar? A ver, ¿cómo anda el peso mexicano?, ¿va mejorando el enfermito?, ¿qué otros eufemismos nos escupen nuestros políticos y autoridades?, ¿qué otras simulaciones nos están orquestando?, ¿quién va ganando la guerra contra el narcotráfico?, ¿cómo van las apuestas?, ¿cómo anda la guerrilla electoral? En fin, parece que no hay nada nuevo bajo el sol. Nada nos sorprende, ahí la vamos llevando, como que ya es una rutina enterarnos de tantas cosas malas. La vida no es tal sin el espectáculo de la desgracia ajena; antes bien, resulta encantadora, sugestiva y hasta seductora. Pero por qué carajos dice el presi Calderón que ya superamos los cuántos jinetes apocalípticos. Cabrón, no queremos ser felices, de veras, así déjenos, la felicidad eterna cansa…. Lo bueno es que aún están por llegar otros jinetes del Apocalipsis, pero calma, que no cunda el pánico, el presi Calderón, como el Chapulín Colorado, nos defenderá. Ajá
Pero créanme, no sé por qué me metí a comentarles sobre este embrollo, quizás porque el enojo es mal consejero, pero el enojo mal empleado, porque está el enojo que si se maneja bien puede ser fructífero, como que ya me encabroné y les digo que yo no lo sé de cierto, dijera Jaime Sabines, pero lo supongo, que la labor periodística se ha vuelto muy peligrosa. Lo han señalado muchos; lo han documentado otros tantos.
José Martínez Mendoza, de la Fundación para la Libertad de Expresión, en su artículo “Un oficio de alto riesgo”, señaló: “En México una de las actividades laborales más riesgosas es la que se refiere al trabajo del periodista”, oficio que “se ha convertido de alto riesgo en algunas regiones del país, principalmente por las mafias del crimen organizado en el que se incluyen los barones y sicarios de las drogas, autoridades gubernamentales, policías y políticos”. ¡Madres!
Pero nuestro México es así; nuestro peligroso, inseguro, violento, oscuro país así es, y no sólo pal periodista, sino a estas alturas también pa’ cualquiera. Aquí, para no irnos tan lejos y por citar un solo ejemplo, está el caso de Evaristo Ortega Zárate, del Semanario Espacio y Diario de Misantla. ¿Cuáles fueron los motivos reales de su desaparición? ¿Algún día en realidad lo sabremos? Lo dudo.
En marzo de este año, leí en Imagen del Golfo la siguiente nota: “El estado de Veracruz es la segunda entidad mexicana con mayor número de agresiones contra periodistas, sólo superada por Oaxaca. Según el informe de Article 19, en su oficina para México, tan solo el año pasado fueron registradas 28 ataques contra periodistas, de los cuales 19 tienen a funcionarios públicos como presuntos autores”. ¡Agárrense, hijos de su…!
Pero bueno, así es esto, no pasa nada, aunque el jurado del Premio Nacional de Periodismo 2009, afirme que México es hoy el país más peligroso del continente para ejercer el periodismo: “A pesar de las múltiples denuncias y recomendaciones que han hecho organismos internacionales al Estado mexicano, y de las múltiples averiguaciones previas que se han abierto, casi la totalidad de los casos se mantiene en la impunidad y la inacción por parte del gobierno”. ¡Madres, otra vez!
Pero mejor aquí se las dejo, no vaya a transformarme en “Hombre verde” y venga el Gobierno y me parta mi mauser…

Los días y los temas
Recientemente, Sean Penn fue sentenciado en una Corte de Los Ángeles, California, a tres años de supervisión judicial y a 36 horas de terapia para aprender a controlar su carácter, luego de que el año pasado golpeara a una paparazzo. Imagínense ustedes si esto sucediera en México, ¿cuántos guaruras, golpeadores de mujeres y ciertos políticos violentos no estuvieran ya en terapia intensiva?

De cinismo y anexas
Lo dijo Ann Cooper, directora ejecutiva del Comité de Protección de los Periodistas de Nueva York: “El periodismo es esencial para ayudarnos a todos a comprender los sucesos que rigen nuestras vidas, y nuestra necesidad y deseo de información no pueden ser eliminados mediante la violencia y la represión”. Así sea.

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

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