Entrega de placas de taxi: Negocio redondo

Claudia Guerrero Martínez
Entre lo utópico y lo verdadero

Todos nos hemos dado cuenta, de la entrega indiscriminada de concesiones en su modalidad de taxi a lo largo del estado. Ningún municipio en Veracruz se salva del incremento y saturación de taxis en este sexenio fidelista. La administración de Fidel Herrera Beltrán está agonizando y uno de los negocios redituables, entre ellos, es la entrega de permisos, que ha sido de los más significativos y descarados, pues ganan dinero y el agradecimiento de los beneficiados.
Para entender lo que sucede, hay que remontarse al sexenio de Miguel Alemán Velasco. La entrega de concesiones en esta administración fue aprovechada por Alejandro Montano Guzmán y Tomás Mundo Arriasa para hacer negocio redondo cobrando cantidades exorbitantes por obtener los títulos u órdenes de pago. Las cantidades oscilaban entre 150 mil a 250 mil pesos, pagaderos a líderes de taxistas o directamente en Tránsito del Estado, dependencia que cobijó expedientes apócrifos, con documentación falsa y muchos de ellos, prestanombres de los propios funcionarios estatales, entre ellos, el propio exsecretario de Seguridad Pública, el capitán de escritorio, Alejandro Montano Guzmán, quien cuenta con más de sesenta concesiones, mismas, fueron puestas a nombre de sus hermanos, en su mayoría. Además, la entrega de concesiones fue “palomeaba” a periodistas incondicionales de Montano Guzmán, a líderes taxistas, funcionarios estatales, a quienes muchos de ellos les fue omitida dicha cuota y los que no tenían “palanca”, pagaban a veces, aún más de la cantidad arriba citada.
Al inicio de la administración de Fidel Herrera Beltrán, focalizó la atención de la ciudadanía, ventilando anomalías en la documentación y dando cobijo a los defraudados, que eran miles de ellos, para dar solución a este monumental fraude, como forma de presión al exgobernador Miguel Alemán Velasco y a Alejandro Montano. El Mandatario Estatal informó a la ciudadanía que “Tomaría cartas en el asunto y se privilegiaría a los verdaderos trabajadores del volante”. Incluso, se ordenó una investigación a fondo derivando en la inhabilitación por un año para ejercer cualquier cargo público a Tomás Mundo Arriasa y otros, quienes fueron encarcelados por negociar con las placas de taxi.
Para recordar las leyes, pues ya se han olvidado, la Ley 589 de Tránsito y Transporte en el estado de Veracruz, misma que fue publicada en la Gaceta Oficial, Órgano del Gobierno del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, el día 6 de noviembre del 2006 y que dicta en su artículo 123: “Las concesiones para la prestación del servicio de transporte público se otorgarán mediante acto público a personas físicas de nacionalidad mexicana y a personas morales constituidas por éstas, de acuerdo a las Leyes Mexicanas, siempre que lo soliciten al titular de la Dirección y cumplan con los requisitos y condiciones que señale esta Ley y su Reglamento”…
Para dar una idea de esto, inteligentes lectores, en el 2004, al adquirir unas placas de taxi, la ley marcaba el costo de 250 salarios mínimos y la realidad, es que pagaban mil salarios mínimos. En números, eran 14 mil pesos, la cantidad que se estipulaba depositar, terminando por pagar 52 mil 500 pesos. En esta administración fidelista, el costo es de 45 mil pesos, depositados en Hacienda del Estado, pagando los derechos para obtener la orden de emplacamiento y el número económico. Además, según declaraciones de algunos beneficiados, de quienes omitimos el nombre, pagan a Julio Cerecedo Aguilar y al propio Enrique Cano Cardiel Director de Tránsito del Estado, cantidades entre 30, 50 y 100 mil pesos de “mordida”, si no cuentas con el apoyo de algún político, periodista o líder sindical.
Peor, en la página oficial de la Dirección General de Tránsito y Transporte del Estado: http://www.dgtytver.gob.mx/?Acceso_a_la_Informaci%F3n es inexistente la lista de las concesiones, permisos y autorizaciones; tampoco hay un padrón de taxis. En el padrón de concesionarios, es una lista escueta de las líneas de camiones de pasaje y su municipio, sin dar nombres de los dueños de las concesiones de transporte de pasajeros y mucho menos, el número de camiones en el estado… Desgraciadamente, no hay una transparencia en esta Dirección de Tránsito tan cuestionada.
Esto huele a corrupción, pues la lista de beneficiados ha sido guardada en la caja de los pendientes en algún lugar de Palacio de Gobierno y le puedo decir, que muchos ha quienes no les conviene que se sepa, haber sido beneficiado con una concesión en las diferentes modalidades de transporte. En esta administración fidelista, el director de Tránsito Enrique Cano Cardiel reconoce haber otorgado 7,789 concesiones en este sexenio, pero tenemos informes y documentación, que la cifra supera los 40 mil concesiones…
Pero hay más. La adquisición de una concesión en lo referente a taxis, el vehículo para su emplacamiento se obliga a ser de la marca Tsuru, comprado curiosamente, sólo y exclusivamente en una Agencia de Autos de Tuxpan, misma, vende a las adquirientes el automóvil en 104 mil pesos y si es a crédito, sube a 180 mil pesos, pagaderos a cuatro años, con intereses altísimos.
El diputado local panista por el distrito de Tuxpan, José Macha Alarcón hizo la denuncia a la que aquí escribe, sobre el beneficio de una sola agencia de vehículos y si la concesión fue otorgada en Las Choapas o en Pánuco, o si también, en Tierra Blanca o en Córdoba y en la misma capital del estado, los obligan a comprar el vehículo en esta concesionaria de Tuxpan. Por cada vehículo vendido, la Agencia de Autos gana una comisión de 20 mil pesos en promedio. Si son 40 mil las concesiones que se otorgarán al final de este sexenio de Fidel Herrera, las ganancias son 800 millones de pesos.
Con esta cifra estratosférica, que incomoda para algunos e indigna a la mayoría de los veracruzanos, salta la pregunta para conocer quién es el dueño de dicha Agencia de Autos Nissan en Tuxpan. El legislador Mancha Alarcón señaló directamente a un alto funcionario del Gobierno Estatal, quien le puso este negocio a uno de sus hijos. El nombre, más adelante lo va a revelar, pues la investigación se está realizando, recabando toda la documentación que lo sustenta y en los próximos días, se interpondrá la denuncia directa a este alto funcionario, quien ha acumulado grandes ganancias por negocios como éste. Por su poder político, en este momento, omitimos el nombre por nuestra seguridad…
Hoy, un taxi gana en promedio 300 y 400 pesos al día, si hay trabajo constante. Si compró al contado el vehículo en la Agencia de Tuxpan, felicidades por ser solvente. Si lo compró a crédito, que en su mayoría es el caso, pagará al mes 4,500 pesos durante cuatro años. Sin contar, la depreciación del vehículo; las llantas en promedio, se cambian cada seis meses; los servicios de agencia para que la garantía se mantenga y lo más importante, mantener los gastos cotidianos de la familia en alimentación y pagos de su vivienda, además de servicios, como luz, agua y teléfono… Haciendo cuentas, hoy en día, no se vive con una concesión de taxi…
Cuántas concesiones de transporte habrá al término de este sexenio fidelista. Una administración colmada por la simulación y los negocios oscuros llenos de desvergüenza y corrupción desmedida. Placas de taxi utilizadas para el callamiento, premiación o pago de favores electorales a quienes no son verdaderos trabajadores del volante. Quién o quiénes se benefician con este otorgamiento, simulando ayudar, comprometiéndolos a votar por el partido en el poder. En verdad, ayuda a todo aquel, que se endeuda y no podrá liquidar los pagarés en esa Agencia en Tuxpan, en los siguientes meses, pues continuarán otorgando placas de taxis sin recato, saturando el mercado y el parque vehicular, provocando caos en las principales ciudades, aunado con la contaminación ambiental…
Quién desee tener una concesión deberá pensarlo dos veces, pues el costo promedio es de 300 mil pesos, entre derechos, impuestos, emplacamiento, automóvil y mordidas, ganando muy poco y ser altamente competitivo. Arriesga mucho y gana poco… Esa es la receta, a quien le guste arriesgar su dinero, adelante…

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