¡Envidia!

Salvador Muñoz
Los Políticos

Es Hannibal Lecter quien le define mejor que nadie a Clarice dónde nace la envidia: De lo que uno ve, y por lo regular uno ve lo que no tiene, lo inasible, lo inalcanzable… y como no se va a tener, se envidia…
Hay quienes dicen que realmente no se desea el objeto de la envidia, sino la felicidad de la persona que posee el objeto de la envidia.
Por ejemplo…
El día del maestro que se festejó con el gobernador, hubo rifas de dos casas, doce vehículos, comedores, hubo estímulos económicos y todavía anunció un incremento al cien por ciento, sí, al cien por ciento en la compensación compactable…
En sus propias palabras dijo esto:
“Hoy me complace dar a conocer que en materia de compensación provisional compactable nos vamos al 100 por ciento. Ese fue el compromiso de mi gobierno. Hoy lo concluyo”.
¿A poco no dan ganas de ser maestro?
¿A poco no le da envidia no ser maestro?
Trabajan menos de ocho horas algunos, cada año tienen incremento salarial, gozan de varios días de asueto, por rollos sindicales pueden faltar a clases, les dan más de 30 días de aguinaldo, por carrera magisterial reciben un bono, y además de eso son un grupo sindical factor en épocas electorales… pudieran considerarse una casta sagrada de la empleomanía.
Por ello, creo que los maestros habrán de agradecer en mucho al gobernador tal anuncio aunque lo habrán de agradecer aún más cuando sea tangible: un incremento de cien por ciento PROVISIONAL (las altas son mías) en compensación compactable.
Provisional, de acuerdo a la Real Academia Española que es más sabia que el oráculo moderno llamado “Google”, es definido como “Que se hace, se halla o se tiene temporalmente”.
Y como bien lo dijo Tío Fide: Tal aumento será “mientras se define a nivel federal el aumento salarial”. Es decir que será un paliativo, un tentempié, una botana…
¿Despreciable? ¡Jamás! Nadie despreciaría que le doblaran la compensación al menos una vez al año…
¿Envidiable? ¡Siempre!
El asunto es ¿todos podemos envidiar ese anuncio que hace Tío Fide para los maestros?
Por mi parte no, porque realmente desconozco los beneficios de que cada año tenga un incremento salarial, gozo de un mínimo de vacaciones, no tengo compensaciones más que un aguinaldo y peor aún, no me saco nada en una pinche rifa ni comprando todos los boletos, lo que vendría a echar abajo cualquier posibilidad de que me hubiera llevado una casa, un carro, un comedor o sala en los sorteos que hizo Tío Fide con los maestros…
Así que si yo no tengo tanta envidia a los maestros por las razones que expongo, ¿quiénes sí?
¡Los de casa!
Sí, Tío Fide es lo que popularmente se conoce como Farol de la calle y oscuridad de la casa…
Cuando Miguel Alemán Velasco asume la gubernatura, antes del primer semestre, los empleados de Gobierno del estado gozaban de un incremento salarial en 15 por ciento, fueran de base o de confianza.
Año con año los trabajadores del gobierno estatal vieron un ligero incremento en su salario hasta que concluyó su administración Alemán Velasco.
Del último aumento salarial en los empleados por compensación a la fecha han transcurrido casi seis años ¿y sabe cuántas veces les han subido el sueldo a los empleados de Gobierno del Estado que ganan por compensación desde que Tío Fide asumió el poder?
¿No adivina?
¡Exacto! ¡Ni un peso!
Para precisar, un empleado por compensación es aquél que no tiene base, contrato, dentro de sus prestaciones sólo tiene Seguro Social pero no cotiza para Infonavit ni para el mismo IMSS… ¡jamás se jubilará! Pueden despedirlo a la hora que quieran por no contar con relación laboral alguna…
Desde hace seis años, un empleado por compensación, que no puede quejarse, que no puede manifestarse, que igual puede trabajar hasta más de ocho horas, tiene a su familia sobreviviendo con el mismo sueldo de hace casi seis años con todo e incremento a gasolinas, a alimentos básicos, a servicio urbano, ¡a todo!
¿En qué se diferencia de un maestro?
A lo mejor en una cosa nada más: En el cálculo de los daños colaterales, es preferible perder un voto de un empleado que gana por compensación, que el de un maestro pues detrás del burócrata de gobierno no hay sindicato que lo respalde, ni autoridad laboral ni Gobernador que le incremente el sueldo…
¡Qué envidia ser maestro!

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