Se ven lejos los Diez Grandes

Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

La misión se ha complicado mucho. El camino ya tiene muchos obstáculos en Guadalajara. Más allá de los asuntos administrativos que ha interpuesto el Comité Organizador de los Panamericanos. La misma desidia de alguna parte de la delegación veracruzana ha puesto muchas dificultades para que la Ola Roja se mantenga entre los Diez Grandes y logre, por lo menos, 45 medallas de oro.
Desde la cobardía de los integrantes de la nueva Asociación de taekwondo, hasta directivos desvergonzados que querían llevar a sus atletas de vacaciones a La Habana antes de la Olimpiada Nacional. Unos fueron detenidos a tiempo, otros aplicaron bien su coco wash.
Si Veracruz no cumple su objetivo espero que no aparezcan los pretextos de las carencias de apoyos, porque ahora se ha dado mucha transparencia en ese tipo de cosas, se ha podido ser testigos de cómo las delegaciones han llegando con demasiado tiempo de antelación a tierras tapatías, para que no se dé el estrés de la presión del tiempo o desconcentraciones. Pretextos no deberían existir.
Y un ejemplo fue la labor del squash que supieron cómo colaborar en unión, y el resultado fue el crecimiento como equipo y un segundo lugar nacional como entidad en esta actividad; de hecho, ha sido la única disciplina que ha entregado ascenso de resultados entre un año y otro.
Pero es increíble que otros grupos estén preocupados por otras cosas que no sea el desarrollo del deporte o crecer y aprovechar concentraciones, fogueos, topes, examinaciones, en fin, lo que se les ha dado.
Además, que hay otros, como los titulares del tae kwon do en Veracruz, que no tuvieron los pantalones para protestar decisiones arbitrales cargadas a Jalisco en la modalidad de Formas, con notorios errores de los de casa y que los reclamos pudieron dar dos oros más, pero cómo iban a morder la mano que los puso ahí.
Asimismo, las ganas de la representante de gimnasia, que quería ir a La Habana, a nivel del mar, cuando Guadalajara está a mil 300 metros sobre el nivel del mar; es decir, que la profesora quería vacaciones, cosa similar a los de esgrima, que sus posibilidades reales no son tan amplias como para pedir demasiadas cosas.
Por otro lado, Asociaciones, como la de natación, deberá ver qué arma para el futuro. Antes había cuatro hombres que daban los metales dorados para Veracruz. Hoy es una mujer, Diana Luna, en la piscina la que logró los únicos tres campeonatos nacionales, mientras que en clavados Dolores Hernández fue, hasta ahora, el mayor fracaso de la delegación, por las expectativas que ha generado en los recientes tres años. Hoy por hoy, trabajando con los chinos de la Conade, ha bajado su nivel y presenta cierto aire de soberbia, cuando apenas entregó una plata y nada más, después de ser una promesa de dos preseas áureas. Habrá que esperar si es que José Hernández Abascal tiene una respuesta inmediata.
Situación similar a lo que tendrá que pensar Justiniano Hernández en el triatlón si es que se queda como presidente de su agrupación, más ahora que Crisanto Grajales ya acabó su ciclo de Olimpiada Nacional; es decir, que ésta es otra de las actividades en donde sólo se tiene un aspirante al primer lugar, pero que emigra; además, el xalapeño también, de modo desafortunado, se ha agrandado en sus posturas y no recuerda que los humildes son más grandes campeones.
A un mes de la Olimpiada Nacional el recuento veracruzano no es positivo y el de los organizadores menos. Jalisco no es el estado que representa ser. Sus éxitos deportivos infantiles y juveniles deben tener otro truco, porque como anfitriones distan mucho de la apariencia.

Hasta la vista.

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