miércoles, 2 de junio de 2010

La fuerza de Américo y Aceves

Salvador Muñoz
Los Políticos

No sé cuándo ni por qué se identifica al hombre como el de la fuerza bruta y a la mujer como la delicada.
Hombres de gran fuerza han pasado por la historia y los mitos desde hace muchos siglos… Hércules y Sansón, los más antiguos…
Uno Semidiós… el otro, creo, producto de la pillería de un ángel… tiene todas las características de un gigante, de ésos que eliminó Yaveh con un diluvio.
Los poderosos del siglo pasado fueron dos, si los amantes de los comics no me contradicen: Supermán y Hulk.
El primero, defensor de las buenas costumbres, las leyes y la ética; el otro, totalmente amoral y representante único de la fuerza bruta.
Hay más, claro, dentro de la imaginación o el mito del hombre.
La fuerza del hombre dicen que radica en el tamaño de sus músculos…
El principal músculo que el hombre admira es el del brazo, lo que comúnmente se conoce como “Conejo”. Le dirán así porque hay presuntuosos que los hacen brincar o porque los griegos los comparaban con ratones… bueno, ¿y qué no es un roedor el conejo?
Por eso les dicen “músculo”, mus=ratón y culo=pequeño… un ratoncito.
Claro que hay “bueyes” que parece que tienen tlacuache en lugar de ratoncito, como su servidor… tengo ratoncito, no tlacuache.
Todo esto de la fuerza viene a cuento, porque en un foro “Voz Jóvenes por Veracruz”, hubo un encuentro de dos titanes, de dos colosos, de dos gigantes: Américo Zúñiga y Carlos Aceves Amezcua…

¿Quién cree que esté más “mamey” de los dos? ¿Quién se ve que esté bien “mamá Dolores”? ¿A quién creen que le digan, cada vez que se quita la camisa, que parece chichi guanga, de tan “mamado” que está?
Está canijo, ¿verdad?

Pues resulta que los chavos de diversos tecnológicos les picaron la cresta a estos gallitos y los pusieron a medir fuerzas por medio de unas vencidas…
Américo y Carlos se tiraron al suelo, para tratar de hacer más equilibrada la justa de pulseadas.
Se pusieron colorados, se les inflamó la yugular, pujaron, apretaron, sudaron pero se me hace que ninguno quiso exhibir al otro… y salomónicamente se decretó un empate entre el candidato a diputado por el distrito de Xalapa urbano con el candidato del distrito de Xalapa rural.
No deja de ser anecdótico, chistoso, hasta parte de ese animal competitivo que hay en cada hombre (no lo detecto en la mujer), por demostrar a veces que es superior al otro macho… ¡vaya! Demostrar quién es el Alfa.

Los músculos se tensaron aunque realmente no se aplicó el más poderoso de todos, y estamos seguros que, por políticos, es el que mejor dominan… La lengua.
Si bien dicen que cuando el poder mengua…
Por supuesto, si de fuerza se trata, me quedo con los versos de Steve Maraboli: La fuerza del hombre.
“La fuerza de un hombre no se ve en el poder de sus brazos; se ve en el amor con que te abraza.
“La fuerza de un hombre no se encuentra en su voz tronadora; es encontrada en las suaves palabras que te susurra.
“La fuerza de un hombre no está en cuantos amigos tiene; está en cuán verdadero amigo es él.
“La fuerza de un hombre no está en lo respetado que es en su trabajo; está en lo respetado que es en su casa.
“La fuerza de un hombre no está en lo fuerte que pegue; está en la ternura de su caricia.
“La fuerza de un hombre no se encuentra en su billetera; se encuentra en la integridad de sus palabras.
“La fuerza de un hombre no está en la sabiduría que puede poseer; está en la sabiduría que dispersa.
“La fuerza de un hombre no está en el peso que pueda levantar; está en los pesares que puede entender y superar.
“La fuerza de un hombre no se encuentra en ser un padre; se encuentra en el amor y la compasión de ser un papá”.
¡Eso es tener músculo!

e-mail: dor00@hotmail.com

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