viernes, 4 de junio de 2010

Unos llegan, otros se deberían ir

Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

Que no digan que no se los advertí, Néstor García está cada día más cerca de ser el entrenador de la selección mexicana de baloncesto. Una fuente cercana al Tricolor me habló de la posibilidad y a esto se le agrega que “El Che” mantuvo su residencia en Xalapa después de fracasar con Halcones en la temporada pasada.
Y de algún modo suena lógico, puesto que el argentino restaba por cumplir un año de contrato con el representativo de la Universidad Veracruzana, así que el reintegro le cayó en las manos, porque supongo una rescisión de este entrenador no ha de costar dos pesos.
De hecho, el plan de trabajo (a ver si es cierto) es enfocado a los jóvenes mexicanos; es decir, que los Llamas, Ávilas, Mariscales y demás hombres veteranos ya no tendrían cabida en la nueva convocatoria, con miras a cumplir el Ciclo Olímpico.
Aunque aún tengo mis dudas, porque cada año sucede lo mismo. Pasó con Silvio Santander recientemente, que con todo y su cartel internacional se dejó “sugerir” quiénes deberían integrar al equipo; el ciclo pasado Arturo Guerrero fracasó también y cortó de última hora a gente importante como Enrique Zúñiga, además de que no hizo química con los jugadores.
Así que habrá que ver si las nuevas “figuras” del baloncesto mexicano tienen el temple para aguantar un jalón de orejas de un argentino de pocas pulgas en la cancha, con un estilo soso y ultra defensivo, que tal vez disciplinariamente le puede servir a los malcriados elementos que existen, como Rommel Beck.

Marcaje uno a uno
Ahora, el que se tiene que ir, y sin rodeos, es el presidente de la Asociación Veracruzana de Tenis, Agustín Aguilar Yunes, que lleva enquistado en el poder y el deporte blanco de la entidad, así como el del país, está atorado en un tremendo bache.
Y si me sale con el argumento con que se lograron dos platas en la Olimpiada Nacional, lo hago bola de papel y se lo tiro a la basura. No sería posible que un directivo se sienta conforme con un par de finales perdidas.
En los días del tenis en Guadalajara tuve la fortuna de estar en la Unidad Deportiva Revolución, una de las sedes de la disciplina en el evento. No tuve la fortuna de verlo; es más, no sé si siquiera fue.
Por ahí, alguno de los padres me platicó que nombró un entrenador-representante que no conocía a los jugadores; de hecho a algunos les preguntó qué indicaciones les habían dejado sus respectivos coaches, y si se quedaban callados prácticamente les echaba la bendición y a la cancha.
Además, tan cómodo está Agustín Aguilar en su silla que su visoreo de atletas se limita a Veracruz-Boca del Río y Córdoba, nada más, y ya de paso deja que la mamá del jugador profesional César Ramírez sea una especie de delegada; pues ojalá le diga a la señora que por lo menos se dé una vuelta por más municipios porque el deporte blanco de la entidad lleva años de fracasos y ojalá el dirigente no se quiere jactar de que la mayoría del equipo Copa Davis está conformado por veracruzanos, ya que “El Tiburón”, Santiago González y Luis Manuel Flores han hecho méritos y fuera de México.
Hasta la vista.

fhernandez1980@gmail.com

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